El Centro Social de la parroquia de San Josemaría Escrivá de Valencia ha desplegado una amplia operación solidaria para asistir a los damnificados por la reciente DANA.
Tal y como recoge la página web de la archidiócesis de Valencia, han repartido más de 3.000 raciones de comida en localidades como Paiporta, Alaquàs, Aldaya y Sedaví, gracias a la colaboración de más de 340 voluntarios, quienes han utilizado vehículos todoterreno y furgonetas para transportar los alimentos.
En el propio Centro Social, que cuenta con una amplia cocina donde habitualmente se desarrollan programas formativos para personas en riesgo de exclusión social, se están preparando diariamente entre 200 y 300 raciones, además de bocadillos y cajas de fruta para los afectados. El pasado domingo, los voluntarios prepararon diez paellas gigantes, cocinadas al aire libre en el patio del centro, cada una de ellas capaz de alimentar a 50 personas. Desde la parroquia han expresado su gratitud por la generosidad de numerosos particulares, comercios y empresas de toda España, que han enviado alimentos y otros recursos esenciales.
Esta iniciativa ha sido posible gracias al esfuerzo de voluntarios como los cocineros Antonio Márquez y Juan Miralles, junto con el grupo de voluntarios de la campaña «Contigo». Además del reparto de alimentos, los voluntarios han entregado material de limpieza, productos de higiene, ropa y calzado. El parking de la parroquia ha sido habilitado como centro logístico, donde se recibe y clasifica una gran cantidad de donaciones de productos no perecederos y ropa. Sin embargo, las necesidades han ido evolucionando, y ahora se requieren más artículos como detergentes, guantes, botas, ropa de cama y colchones.
Desde la parroquia informan que han recibido camiones con donaciones provenientes de Navarra, Madrid, Toledo, Ciudad Real, Logroño y Bilbao. Gran parte de esta ayuda ha sido trasladada de forma inmediata a las áreas más afectadas. Además, se han conseguido electrodomésticos gracias a las donaciones de particulares y entidades colaboradoras, y los fondos recaudados a través de colectas están siendo destinados a Cáritas.
Numerosas parroquias, colegios, movimientos e instituciones religiosas de la diócesis de Valencia se han sumado a esta ola de solidaridad. La congregación Pureza de María, presente en la diócesis con colegios y comunidad religiosa, ha contribuido activamente con cerca de 90 voluntarios, quienes han preparado más de mil bocadillos en los primeros días de la emergencia. Estos bocadillos, acompañados de mensajes de ánimo escritos por alumnos del colegio Pureza de María, han sido entregados a los damnificados en la «zona cero». También han colaborado en el reparto de raciones junto al chef José Andrés.
En la actualidad, el Centro Social y sus voluntarios continúan atendiendo las necesidades más urgentes, incluyendo el apoyo a ancianos y personas dependientes en sus domicilios. Asimismo, colegios diocesanos como el Virgen al Pie de la Cruz de Puçol han participado en la preparación de raciones de comida para residencias de ancianos y otros lugares.