José Luis Restán, Director Editorial de la cadena de los obispos ha descorchado una botella de cava para celebrar la caída del gobierno conservador de Mateusz Morawiecki.
En el editorial publicado hoy en la página web de la cadena de la Conferencia Episcopal, Restán escribe que «Bruselas respira con la victoria de la oposición en Polonia».
Señala el jefe de opinión de COPE que «las encuestas daban como probable un gobierno del PiS apoyado por la Confederación, partido abiertamente prorruso, antisemita y euroescéptico». Según Restán, en Polonia «tras una bronca campaña, se ha impuesto el deseo de cambio». Llega incluso a afirmar que «la movilización ha aumentado por el hartazgo ante los escándalos de corrupción y la deriva autoritaria del partido de Kaczynski, pero el contexto internacional seguramente también ha influido».
No sabemos si estas palabras las comparten también otros pesos pesados de la cadena como Fernando Giménez Barriocanal o Javier Visiers. No sabemos tampoco si estas palabras serán del agrado de los obispos españoles. Mientras ninguno diga lo contrario o desautorice públicamente a Restán, entendemos que los obispos españoles apoyan las palabras de Restán en donde celebra que caiga un gobierno abiertamente provida y profamilia y que ha luchado contra la ideología de género siendo un modelo referente en toda Europa.
Dejándose llevar por los tópicos propios de la prensa de izquierdas o ‘moderadita’, José Luis Restán afirma que «la deriva nacionalista marcada en la última década por el PiS (Ley y Justicia) tiene mucho que ver con el desencanto polaco hacia la UE, a la que a menudo se ha llegado a comparar con la URSS».
«La vecindad con un país en guerra, invadido por los verdaderos herederos de Stalin, ha servido de recordatorio de que el único modo de preservar la soberanía es compartir una parte con naciones con las que, sin negar ciertas diferencias, se comparten valores esenciales», escribe el jefe editorial de la Cadena COPE.
También se muestra encantado por el futuro líder que tendrá Polonia ya que «nadie mejor que Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo, para personificar ese europeísmo». Ya ven, la preocupación de Restán es que Polonia vuelva a ser europeísta por encima de una nación defensora de la vida, de la familia y en definitiva, de la antropología cristiana cuyo ideario dice defender esta emisora.
«No lo tendrá fácil, con la presidencia de la República, el Tribunal Constitucional y otras instituciones controladas por el PiS. Para lograr un cambio tranquilo tendrá también que templar las tendencias radicales de sus aliados de izquierda, única forma de unir al país y convencer a los polacos de los beneficios de la moderación y la normalidad institucional», concluye el escrito de José Luis Restán quien hace una férrea defensa de la «unidad y moderación» mostrando su disconformidad con las políticas emprendidas hasta ahora por Morawiecki.