En una entrevista concedida a Crux, el recién nombrado cardenal y prefecto para la Doctrina de la Fe, Víctor Fernández, quiere tranquilizar a sus críticos más acérrimos.
“No soy masón, ni aliado del Nuevo Orden Mundial, ni espía de Soros infiltrado en la Iglesia. Esas son puras fantasías”, dijo el arzobispo Víctor Manuel Fernández, un teólogo argentino designado por el pontífice el 1 de julio como nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, tradicionalmente la agencia de vigilancia doctrinal del Vaticano.
“Trato de ser una persona honesta, me confieso a menudo, amo a la Iglesia y su doctrina, la mayoría de mis escritos son sobre espiritualidad y oración. No puedo concebir mi vida sin Dios”, dijo Fernández.
“Así que tengan confianza, y mejor busquen enemigos de la fe en otra parte”, dijo Fernández, quien cumplirá 61 años el 18 de julio, en referencia a sus críticos.