Cardenal Hollerich: los críticos del Sínodo «no podrán detenerlo»

Cardenal Hollerich: los críticos del Sínodo «no podrán detenerlo»

(Edward Pentin en National Catholic Register)-El relator general del Sínodo sobre la Sinodalidad ha hecho esta semana una serie de atrevidas declaraciones, entre ellas la afirmación de que la Europa cristiana es «cosa del pasado».

Uno de los colaboradores más cercanos del papa Francisco y figura destacada del Sínodo sobre la Sinodalidad ha señalado a los críticos del proceso, calificándolos de temerosos de una «Iglesia en marcha» y afirmando que «saben que no podrán detener» el experimento sinodal.

El cardenal luxemburgués Jean-Claude Hollerich, relator general del Sínodo sobre la Sinodalidad 2021-2024, ha hecho otras osadas declaraciones esta semana, como afirmar que la idea de una Europa cristiana es «cosa del pasado», que las personas deben ser aceptadas y no juzgadas, y que el antiguo secretario personal de Benedicto XVI, el arzobispo Georg Gänswein, había traicionado al ex papa al no permanecer a la «sombra» de Benedicto. 

El cardenal jesuita, que el año pasado pidió una revisión de la doctrina de la Iglesia sobre la homosexualidad, dijo al Quotidiano Nazionale el 26 de enero que cree que «los que quieren que el papa Francisco dimita no quieren una Iglesia en camino». 

La mente del papa «sigue clara, afortunadamente», dijo, pero reconoció que hay algunos en la Iglesia, incluidos obispos y cardenales, que desearían que dimitiera. «Son los mismos círculos que tienen miedo del Sínodo y de una Iglesia en movimiento, no anclada en el pasado», dijo. «En realidad, saben que no podrán impedirlo».

Sus comentarios han llevado a algunos comentaristas italianos, como Franca Giansoldati, vaticanista de Il Messaggero, a sugerir que el cardenal Hollerich está expresando la esperanza de que la agenda heterodoxa del camino sinodal alemán sea bien recibida por toda la Iglesia católica, aunque tal enfoque parecería estar en desacuerdo con los recientes comentarios del papa Francisco y con una carta del Vaticano a los obispos alemanes instándoles a no subvertir la jerarquía de la Iglesia. 

Preguntado por el nuevo libro del arzobispo Gänswein, Nient’altro che la verità: La mia vita al fianco di Benedetto XVI, publicado recientemente y cuyo contenido se filtró a la prensa antes del funeral de Benedicto XVI, el cardenal Hollerich dijo: «Quien representa a la Iglesia es el papa, no el prefecto de la casa pontificia. Gänswein se sobreexpueso, quiso sustituir al papa Francisco y esto es un asunto muy grave».

Cuando se le ha preguntado si creía que el arzobispo Gänswein había traicionado a Benedicto XVI, el cardenal Hollerich ha respondido: «Sí, sigo convencido de que quien es secretario de un papa debe permanecer siempre en la sombra y no buscar protagonismo». 

Su opinión sobre el arzobispo Gänswein difiere de la del cardenal Angelo Scola, arzobispo emérito de Milán, que en entrevista concedida esta semana a la revista italiana Oggi ha elogiado al prelado alemán por ser «un fiel y loable servidor». 

«Creo, supongo, que el editor ya había planeado lanzar el libro con sus memorias», ha declarado el cardenal Scola. «Y así han salido frases que se han confundido con una entrevista. Pero he leído que el padre Georg había pedido a la editorial que aplazara el lanzamiento precisamente para evitar malentendidos».

En otra parte de su entrevista con Quotidiano Nazionale, el cardenal Hollerich ha tratado de restar importancia a cualquier diferencia entre Francisco y Benedicto, afirmando que «cada vez que Benedicto XVI se reunía con el papa Francisco estaba feliz. En una ocasión fui testigo directo, recuerdo la gran sonrisa de Ratzinger».

Conferencia del cardenal Hollerich 

El cardenal también hizo algunas observaciones sorprendentes en una conferencia en Fráncfort esta semana, en la que ha propuesto que la idea de una Europa cristiana es cosa del pasado. «Ya no tendremos una Europa cristiana, sino, con suerte, una Iglesia pequeña y viva en Europa», dijo el cardenal ante el público invitado en la Universidad Filosófico-Teológica de Sankt Georgen. 

En su intervención sobre el tema «¿Será sostenible la Iglesia en Europa? ¿Cómo son posibles las reformas?», afirmó que muchas personas en la Europa actual ya no entienden los conceptos del cristianismo, «ya no entienden la palabra ‘Dios'», y sostuvo que vivimos en una época de «cambio de civilización de proporciones gigantescas». 

Según la agencia de noticias católica alemana KNA, dijo que los cristianos tendrán que dar testimonio de la fe cristiana mediante acciones auténticas y abiertas. A diferencia de épocas anteriores, ya no estamos en una sociedad cristiana en la que la enseñanza de la Iglesia «es lo primero», dijo. En cambio, lo primero hoy es el encuentro, tener una «actitud de apertura y aceptación de las personas».

Esto no significa que la enseñanza sea errónea, añadió, pero primero es necesaria una acción creíble para despertar el interés de la gente por la fe cristiana.

«En la Iglesia tenemos que actuar más como Cristo», dijo el cardenal Hollerich, lo que, según él, significa aceptar a las personas sin juzgarlas, ya sean divorciados vueltos a casar u homosexuales. «La gente de hoy entiende las exclusiones como algo no cristiano», dijo el cardenal. 

Declaraciones controvertidas 

En los últimos años, el cardenal Hollerich, que vivió durante muchos años en Japón, ha hecho varias declaraciones polémicas. Hace un año, cuando la vacuna COVID-19 seguía acaparando los titulares, apoyó la posesión del certificado de vacunación COVID en las iglesias: en 2019 apoyó la ordenación de hombres casados. En 2020 dijo a La Croix que está abierto a la ordenación de mujeres. 

Pero esto no le ha impedido ascender en las filas de la Iglesia. Al contrario, en los últimos años ha ganado protagonismo e influencia. 

En 2018, el jesuita luxemburgués sustituyó al cardenal alemán Reinhard Marx como presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea, y al año siguiente, el papa Francisco lo elevó al colegio cardenalicio.

En 2021, Francisco le nombró relator general del Sínodo sobre la Sinodalidad, cuyas funciones incluyen exponer el tema del sínodo al comienzo de la reunión y coordinar las contribuciones de los padres sinodales. 

En el pasado, el nombramiento para el cargo era un claro indicio de la aprobación papal y algunos han dicho que incluso es indicativo de que es el sucesor preferido del pontífice reinante.

Publicado por Edward Pentin en National Catholic Register

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