China, que, como nos acaba de revelar el Papa, podría calificarse como una democracia, no tiene excesivo interés en hablar con la Santa Sede. Al menos, su líder no quiso verse con el padre de los católicos, el Santo Padre, a pesar de hallarse ambos en la misma ciudad, Nur Sultán, al mismo tiempo.
Lo cuenta la agencia Reuters. Por lo que parece, el Vaticano habría pedido a China un encuentro entre el Papa Francisco y su presidente, Xi Jinping, durante su estancia en Kazajistán, encuentro al que se negó la delegación china, pretextando que había tiempo.
Según la agencia internacional, el Vaticano no quiso dar acerca de la propuesta a China, desde donde se “apreció el gesto” pero se negó la reunión debido a la falta de tiempo libre en la agenda del Presidente. Antes de emprender el viaje, fuentes del Gobierno de Kazajistán aseguraron a EWTN que una reunión entre ambos “sería posible” ya que los dos coincidieron en la capital del país de Asia Central, donde el Papa Francisco estuvo del 13 al 15 de septiembre, en su 38° viaje papal.