Sería el segundo domingo de abril, para que coincidiera con la Pascua de Resurrección de los ortodoxos. El Papa Francisco propone cambiar la fecha de la Pascua de Resurrección para que esta fiesta coincida con la celebración de la Iglesia ortodoxa. Así los cristianos católicos y ortodoxos celebrarían la fiesta litúrgica más importante del año al mismo tiempo. En el marco del II Retiro Mundial de Sacerdotes en la Basílica de San Juan de Letrán en Roma y ante presbíteros de los cinco continentes, el Santo Padre ha afirmado que «tenemos que llegar a un acuerdo» para una fecha común que podría ser el segundo domingo de abril. El Santo Padre sostiene que el problema de la Pascua es una cuestión que la Iglesia católica quiere solucionar «desde el beato Pablo VI». Desde entonces, según ha afirmado, se está buscando «la unidad de la fecha de Pascua». Para ejemplificar el motivo de su decisión, Francisco bromeó con que es un escándalo que dos cristianos puedan mantener una conversación como esta: «¿Cuándo resucitó tu Cristo de entre los muertos?». «El mío hoy, el tuyo la semana que viene».
Según precisó, lo mejor es establecer una fecha fija porque «si se sigue con la tradición clásica de los monasterios más conservadores ortodoxos –el domingo siguiente a la primera luna llena–, el Papa considera que cada año se irá avanzando unos días y unas semanas y «se corre el riesgo de acabar festejando la Pascua en agosto, de aquí a 60 años».
Por ello, ha insistido en que tienen que «ponerse de acuerdo» y ha mostrado la disposición de la Iglesia católica a «renunciar al primer solsticio después de la luna llena de marzo».