VC Noticias / Morelia, Michoacán.- En un país donde la violencia se ha convertido en una preocupación cotidiana, la Iglesia católica busca desempeñar un papel activo en la búsqueda de soluciones. Carlos Garfias Merlos, arzobispo de Morelia y uno de los principales promotores y articuladores de compromisos para la paz en México, ha manifestado su compromiso de trabajar con la sociedad civil en la construcción de las mesas de paz, espacios de diálogo que buscan generar iniciativas concretas para la pacificación del país.
«La paz en México se debe de construir entre todos, es una responsabilidad compartida, de todos; y la Iglesia católica debe contribuir a la construcción de las mesas de paz en todas y cada una de las regiones que hoy están envueltas en los vórtices de violencia», afirmó el arzobispo.
En entrevista para el diario La Prensa, Garfias Merlos adelantó que durante los próximos 12 meses se ha propuesto impulsar un diálogo amplio y plural entre diferentes sectores de la sociedad: «Se necesita que los creyentes sean artesanos y constructores de la paz, todo esto como parte de un diálogo circular y del respeto entre todos, a pesar de las diferencias», expresó.
El arzobispo enfatizó que esta labor no busca imponer una doctrina única o unilateral sobre la paz, sino compartir experiencias y generar acciones concretas que ayuden a alcanzarla: «No queremos dar doctrina sistemática alguna sobre la paz, sino contar acciones que ayudan a alcanzarla», puntualizó.
Ya desde antes de su llegada a la Arquidiócesis de Morelia, Garfias ha sido testigo de los estragos de la violencia en diferentes regiones del país. Antes de su actual encomienda, pastoreó en Ciudad Altamirano, Ciudad Nezahualcóyotl y Acapulco, zonas con altos índices de inseguridad y desafíos para la Iglesia y sus feligreses.
Desde entonces, ha presidido y cooperado en distintos esfuerzos eclesiales por la paz como: ‘Por un México en Paz’ una campaña del episcopado mexicano en 2014 con cinco líneas de trabajo orientadas a reconstruir tejido social; los ‘Compromisos por la Paz’ como un modelo de diálogo trasversal tanto con autoridades, ciudadanos e incluso miembros de grupos criminales para evitar escaladas de violencia; y el ‘Diálogo por la Paz’ en con el que hace partícipe tanto a las autoridades civiles como a diversos sectores de la población en las mesas de seguridad y paz locales y regionales.
Para Garfias Merlos, el diálogo es uno de los soportes esenciales de la construcción de paz; por ello, aseguró que «la paz no es solo un ideal, sino una tarea que requiere la participación de todos los sectores».
«Sí es posible entablar un diálogo con todos los actores involucrados: los feligreses, el gobierno y los grupos que hoy tienen asolada a la sociedad, pero se necesita unidad y diálogo como base para la paz de las familias», afirmó.
El arzobispo considera imprescindible «conocer la realidad de cada comunidad» para diseñar estrategias efectivas de construcción de paz; es decir, frente a planteamientos que sugieren ‘importar e imponer’ modelos de pacificación que aparentemente han funcionado en otros países, Garfias valora el trabajo a ras de suelo, directamente sobre las comunidades para escuchar sus inquietudes centrales y sus propios mecanismos de artesonado de paz: «Hemos viajado, por ejemplo, en las cuatro diócesis que he pastoreado primero para analizar las circunstancias de cada una de las zonas, porque hay una preocupación genuina sobre los niveles de violencia que hay», explicó y compartió que sólo así se hace partícipe a la ciudadanía y a la sociedad de los esfuerzos de construcción de paz.
Es por ello que Garfias Merlos redobla su deseo de contribuir a la animación de estos esfuerzos de paz, especialmente en la promoción de la constitución de «Mesas de Paz», la iniciativa que pone en diálogo a distintos sectores sociales -en ocasiones lastimados por recelos, desconfianzas y violencias- para dar los primeros pasos hacia la reconciliación, la restauración de la convivencia política y la reconstitución de un fracturado tejido social.
En concreto, el arzobispo de Morelia ha lanzado una invitación abierta a los ciudadanos, creyentes y no creyentes, a sumarse a esta iniciativa puesto que considera que la construcción de paz no es una tarea exclusiva de un sector, sino un esfuerzo colectivo que requiere compromiso, escucha y voluntad de cambio; un esfuerzo en el que la Iglesia católica, a través de su labor pastoral y social, busca convertirse en un puente de diálogo y reconciliación en un México que clama por la paz.