Nicola Nicoletti / Famiglia cristiana, Italia.- ««No puede haber paz en Chiapas y México si no hay justicia.» El padre Omar Sotelo, sacerdote y periodista mexicano, comienza pensando en el último sacerdote asesinado en su país, el padre Marcelo Pérez , y en la violencia que sufren las iglesias e instituciones religiosas en todo México.
El padre Omar, sacerdote paulino, lleva años hablando y denunciando (a pesar de las amenazas) las presiones y la violencia que sufren religiosos, catequistas y sacerdotes en México. Investigaciones y análisis en profundidad son llevados a cabo desde la Ciudad de México, la capital, para luego trasladarse a los estados remotos del gran país latinoamericano, por el grupo de voluntarios y colaboradores que animan el Centro Católico Multimedial con el Padre Sotelo.
El asesinato del padre Pérez ocurrió en uno de los estados más pobres de México. ¿Cuál es la realidad en Chiapas, una tierra maravillosa rica en recursos naturales, donde el ejército zapatista se enfrentó a los militares durante años?
«El asesinato del padre Macelo Pérez el domingo 20 de octubre en la colonia Cuxtutali al finalizar una misa nos hace ver, una vez más, la terrible realidad que vive el pueblo chiapaneco. El crimen organizado, el paramilitarismo, la pobreza, la discriminación y la marginación son sólo algunos de los graves problemas que aquejan a un Estado en el que hace décadas que no hay gobernabilidad».
Ampliando la mirada al resto del país vemos que después de López Obrador, a partir del 1 de octubre, su delfín, Claudia Sheinbaum, asumió la dirección del país, asumiendo plenos poderes tras la victoria electoral de junio. ¿Cree que la situación puede mejorar?
«Los presidentes van y vienen, los gobernadores van y vienen y Chiapas sigue sangrando. El asesinato del padre Marcelo Pérez, gran defensor de los derechos indígenas, primer crimen en el sexenio de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, es lamentablemente el anuncio de la continuación de una historia cuyo camino está bañado en sangre.»
Con su trabajo en el Centro Católico Multimedia usted y su equipo lograron hacer un balance sobre la violencia contra el clero. ¿Cómo podemos resumir este trabajo?
«En el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, diez sacerdotes fueron asesinados, otros diez sufrieron diversos actos de violencia. En la misma administración siete obispos fueron amenazados y agredidos. Uno de ellos, monseñor Faustino Armendáriz, obispo de Durango, estuvo a punto de morir en un atentado. Estas cifras hablan por sí solas.»
¿Cuál es su reacción ante el último crimen, el del padre Marcelo Pérez?
«No podemos permanecer indiferentes ante un hecho tan deplorable como lo ocurrido en Chiapas, porque no sólo mataron a un luchador por los derechos humanos, asesinaron a un pastor, a un padre, portador de gracia y bendición para esas tierras tan afectadas por crimen y violencia.»
¿Cómo deberían reaccionar la sociedad civil y la política?
«De poco sirve pedir justicia cuando muchas autoridades se muestran indiferentes ante estos hechos, o lamentablemente muchas de esas mismas autoridades están coludidas con organizaciones que traen muerte y destrucción a México. Repito: no puede haber paz en Chiapas y en México si no hay justicia».
¿Qué piensa del futuro de México?
«En México seguirán muriendo hombres y mujeres que, como el padre Marcelo, han dado su vida por el bien de sus hermanos. Es difícil admitirlo, probablemente nos criticarán por estos comentarios, tal vez en la mañanera presidencial le resten importancia a episodios como este, afirmando en cambio que aquí no pasa nada, ignorando la sangre de personas que como el padre Marcelo, han regado ya el mandato de la primera mujer presidenta. Realmente queremos que el asesinato del padre Pérez sea el último, pero la fría y dura realidad de nuestro país nos dice que no será así».
(En la foto: Padre Omar Sotelo)
Sería maraviññoso que Infovticana investigara o hiciera un artículo sobre la situación de la Iglesia en México o más bien el clero mexicano.
Lo que vive México es terrble, pero hay una enorme responsabilad de nuestro clero, desde muchos años atrás estamos sin pastores, hemos producido sacerdotes sin formación católica, muy acomodaticios, sin ningún deseo de santidad. El 99% de los mismos no usa alzacuellos, se avergüenzan de representar a Cristo. Se han convertido en meros portavoces parroquianos, en fin. En resumen el efectos Francisco lea ha dado el tiro de gracia. Y no hablo de la verdera Gracia, sino de la desgracia que ya es mundial…