La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), presidida por el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, anunció una serie de catequesis inspiradas en el centenario de la encíclica Quas Primas del Papa Pío XI, que instituyó la fiesta de Cristo Rey del Universo en 1925. Bajo el lema “¡Venga a nosotros tu reino!”, la iniciativa busca reflexionar sobre el reinado de Cristo como fuente de amor, verdad, justicia y paz, en un México marcado por la violencia, el narcotráfico, la corrupción y las desapariciones.
El anuncio retoma el grito cristero “¡Viva Cristo Rey!” como un llamado a la esperanza y la reconciliación en tiempos de crisis. Las catequesis invitarán a los fieles a renovar su fe y a fortalecer la unidad de la Iglesia, que “escucha, ora y actúa” frente a los desafíos actuales. Este proyecto se enmarca en el contexto histórico de la Cristiada, un período de persecución religiosa que dejó un legado de resistencia espiritual y santidad en el pueblo mexicano.
“Cristo no reina desde el poder humano, sino desde la cruz”, afirmó el presidente de la CEM, destacando que el reino de Cristo es la respuesta a un México herido que anhela paz con justicia. Las catequesis buscan inspirar a las comunidades a vivir los valores del Evangelio y a gritar con fe: “¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!”.
Quas Primas (1925) del Papa Pío XI, pontífice que vivió las más profundas crisis que desmantelaron el viejo orden europeo, el ascenso de los totalitarismos y de los regímenes comunistas ateos, apuntó sobre la crisis internacional causada por el alejamiento de Jesucristo y su ley, tanto en la vida personal como en la sociedad. Propone que la paz verdadera solo se logrará restaurando el reinado de Cristo, destacando la esperanza suscitada por el Año Santo y la devoción renovada hacia Cristo y su Iglesia.
La encíclica destaca la potestad de Cristo fundamentada en la unión hipostática y la redención, que le otorga dominio universal sobre todas las criaturas. Este reinado, descrito en las Escrituras desde el Antiguo Testamento (hasta el Nuevo no impone poder humano, sino que promueve justicia, caridad y humildad.
En el contexto histórico, el Papa Achille Ratti, Pío XI, respondió al laicismo emergente, que negaba el papel de la religión en la vida pública, equiparando el cristianismo a otras creencias y sometiéndolo al poder civil. El pontífice advirtió sobre los “amarguísimos frutos” de este alejamiento, como discordias, egoísmo y ruptura social, proponiendo la fiesta de Cristo Rey como un antídoto para reavivar la fe y restaurar los valores cristianos en la sociedad.
La fiesta, establecida para el último domingo de octubre, impulsó a que clero y fieles honren a Cristo como Rey, fomentando un estilo de vida centrado en la obediencia a sus preceptos. En 2025, al conmemorar su centenario, la encíclica sigue siendo un llamado a la reconciliación y la esperanza especialmente en México y ahora propuesta por los obispos para instaurar el Reino de Cristo.
El anuncio de las catequesis puede ser visto aquí
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