Este domingo 22 de agosto, dejó este mundo Gofo, el padre Adolfo Huerta Alemán por complicaciones derivadas del covid-19. El 9 de julio fue internado en una clínica del IMSS para atender la insuficiencia renal. Sufrió el contagio del virus; aun cuando se reportó una mejoría de los síntomas el fin de semana pasado y, después de las valoraciones, se procedió a la recuperación domiciliaria en la Casa del Sacerdote donde sobrevino la muerte.
Gofo saltó a la polémica pública por sus declaraciones en torno a su polémico estilo de vida poco ortodoxo para un consagrado. En 2013, en una entrevista al semanario Proceso, el sacerdote de la diócesis de Saltillo, en ese momento dirigida por Fr. Raúl Vera López, reveló sus particulares maneras de creer.
Ataviado a la heavy metal con pines del Ché, Gofo fue ordenado en 2007. Sin importar el estado de castidad, afirmó ser sexualmente activo según contó a Proceso: “Somos seres sexuados y tenemos mucho que aprender de la sexualidad. Foucault tiene una historia de la sexualidad muy interesante y a raíz de eso escribí un cuento que a muchos les disgustó, dijeron que era pornográfico…
—¿Tienes pareja? Llevar una relación muy establecida no la llevo, no se puede, ando metido en muchos rollos.
—¿Hijos? No.
—¿Practicas relaciones sexuales con frecuencia? Sí.
—¿Te podrían excomulgar por eso? (Se queda pensando) Sí…»
Las prácticas sexuales admitidas por padre Gofo pudieron ser lo de menos. Su fe, así simplemente, llamó la atención del rocker priest al estimar que esa virtud es “una motivación de significado de vida, no tanto a un dios o una religión, si no existe Dios me vale madres, a mi la fe me motiva a buscar un significado para llegar a mejorar nuestras relaciones humanas y que esto me ayude a ser mejor ser humano”.
Para Huerta Alemán, el Evangelio debía ser inculturado. Ávido lector de la filosofía existencial y nihilista, sus reflexiones estaban en el blog Letras del Norte. El 27 de febrero de 2020, un post titulado El padre del ateísmo contemporáneo dedicó algunas reflexiones en torno a Jean Meslier (1664-1729), cura de la Ilustración francesa y del ateísmo al cual consideró como un crítico “al dogmatismo, la dureza, la cerrazón de la iglesia católica, en su comunidad atiende a todo tipo de gente, que en aquel tiempo el catolicismo estigmatizaba o, le cerraba las puertas, como lo eran las mujeres “dejadas” (divorciadas), no cobraba los sacramentos y ayudaba a su comunidad para que aprendiera a leer, a escribir y se esforzaba para que su comunidad tuviera criterio propio”.
En otro post hizo un relato de ficción titulado X3 en torno a la inteligencia artificial en donde un sacerdote quiebra la casta conducta consumando actividad sexual con un robot. En el relato, una secretaria de tribunal eclesiástico examina un juicio “que se llevan a cabo por transgredir algún canon del Derecho Canónico de la Iglesia Católica, que no se ha reformado desde 1986, según me han platicado. Dichos juicios, son contra los sacerdotes que se les acusa de haber faltado algún canon”.
Y la narración prosigue: “Aquí me encuentro callada y observando, muchos juicios se llevaban a cabo con argumentos que la mayoría de las veces son chismorreos, o comentarios sin reales fundamentos… Cuando llegaba la hora de trascribir los juicios, por mí mente surgían preguntas: ¿Cómo era posible que la iglesia hace este tipo de cosas en pleno 2049? Cuando nuestra sociedad se incendia cada vez más, junto con manifestaciones de los humanos contra los robots… Es como si la inteligencia artificial, haya tomado conciencia de sí misma y se dio cuenta que es mejor que su creador. La sociedad se va al carajo y la iglesia católica pareciera que vive en otra época, en otra dimensión, en otro universo, a veces creo que se creen sus propias falacias…”
Huerta Alemán tuvo amonestaciones del obispo Raúl Vera López quien, sin duda, también lo cobijó y toleró. Le conminó a tomar unos meses de reflexión sobre el ministerio, pero conservando el cargo de vicario que tenía al momento de la publicación en Proceso. Siguió adelante con su particular forma de vivir el sacerdocio y en el 2020 se retiró prematuramente debido a complicaciones de salud.
Tras saberse de su deceso, tuiteros lamentaron la muerte del sacerdote a quien consideraron amigo, consejero y por dejar huella en la diócesis de Saltillo. A los 44 años fallece y pasa a la otra vida. Descanse en paz, Adolfo Huerta Alemán, controvertido padre Gofo.
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— Periódico Zócalo (@PeriodicoZocalo) August 23, 2021
Que su alma arda en el infierno por toda la eternidad
Recemos por su alma.
Pues nada. Ahora cuando llegue a las puertas de san Pedro que haga también lo de los cuernos con las manos, verás qué pronto le dicen que la puerta es otra.
!Menudo patio!
Que Dios lo perdone.
¿Controvertido? Ese hombre era un lobo descarado. Un apóstata infiltrado. Pero a los sacerdotes fieles y castos los persiguen…3
Gofo o golfo?