En un hito significativo, el padre Hugo Valdemar Romero, canónigo de la catedral Metropolitana de México celebra 30 años de vida sacerdotal. Su trayectoria, marcada por un compromiso por la comunicación y la defensa de los valores cristianos, lo convierten en un referente en la Iglesia católica en México, aún en esta etapa como canónigo y párroco de San Isidro Labrador en la colonia Reforma Social.
Nacido el 27 de diciembre de 1966 en San Juan Atenco, Puebla, Hugo Valdemar Romero sintió desde joven el llamado al sacerdocio. Estudió Filosofía y Teología en el Instituto de Formación Sacerdotal de la Arquidiócesis de México, el desaparecido IFSAM. Fue ordenado sacerdote el 2 de junio de 1995, fecha que marcó el inicio de su ministerio al servicio de la Iglesia gracias a la imposición de manos del arzobispo primado de México, el cardenal Ernesto Corripio Ahumada, siendo de las últimas generaciones sacerdotales que recibieron la unción por el prelado antes de su retiro en ese mismo año.
Su formación no se detuvo allí. En el 2000 obtuvo una licenciatura en Ciencias de la Comunicación Social por la Universidad Pontificia Salesiana de Roma, lo que le permitió combinar su vocación sacerdotal con una sólida preparación en comunicación.
A su regreso a México, el arzobispo Norberto Rivera Carrera le designó director de la oficina de Comunicación Social de la arquidiócesis de México desde el 3 de abril de 2003 hasta 2018. Durante sus 15 años en esta posición, fortaleció la presencia mediática de la Iglesia en un contexto social y político complejo. Su trabajo al frente de los extintos semanario Desde la Fe y el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) consolidó estos medios como plataformas influyentes para la evangelización y la defensa de la doctrina católica.
No exento de controversias, Valdemar enfrentó críticas y demandas de políticos y legisladores, especialmente por su postura firme contra la despenalización del aborto y la legalización de uniones homosexuales en la Ciudad de México.
En 2011, sus declaraciones sobre la incompatibilidad de votar por partidos que apoyan estas iniciativas, como el extinto PRD, generaron un proceso sancionador por parte del Instituto Federal Electoral, aunque nunca se concretó una sanción. No obstante, siguió adelante al abordar temas éticos y sociales desde la perspectiva de la fe le valió tanto apoyo como oposición, consolidando su imagen como un «personaje incómodo», aún dentro de la Iglesia, lo que le también le puso como una figura “asociada al clero político” que le enfrentó con liderazgos de partidos políticos; sin embargo, el desaparecido semanario Desde la Fe mantuvo una dura crítica editorial especialmente en temas coyunturales que tocaban a la Iglesia católica, lo que creó opinión pública, cosa que ha desaparecido de los actuales medios de la arquidiócesis de México.
Tras la renuncia de Norberto Rivera Carrera, Hugo Valdemar fue relevado de la dirección de la oficina de Comunicación Social. El nuevo arzobispo le envío al cabildo metropolitano en agosto de 2018 designándole canónigo penitenciario de catedral metropolitana, un rol que le otorga la facultad de absolver pecados graves no reservados a la Santa Sede.
Aunque este movimiento fue tomado por algunos como un «eclipse» de su figura fue oportunidad para revitalizar la nueva comunidad a la que fue enviado después de la pandemia, san Isidro Labrador, parroquia prácticamente en el abandono y moribunda en la fe. Valdemar restituyó la dignidad del templo y, gracias a uno de los últimos diseños del arquitecto fray Gabriel Chávez de la Mora, el templo parroquial alcanzó una dignidad sin parangón. De hecho, en el año jubilar por la canonización de san Isidro Labrador, tuvo la concesión de indulgencias con la apertura de la puerta santa.
En 2019, el padre Valdemar fundó la Agencia Católica de Noticias (ACN), un proyecto que buscó llenar el vacío informativo en la fuente religiosa tras los cambios en la estructura de comunicación de la arquidiócesis. Desde la rectoría de Nuestra Señora de Guadalupe, Reina de la Paz, lideró esta iniciativa que, pese a los desafíos económicos derivados de la pandemia, se consolidó como una plataforma para la defensa de la vida, la familia y la libertad religiosa. En 2020, Valdemar cedió la dirección de ACN a Arturo Segovia Flores, manteniendo un rol en el consejo editorial y enfocándose en una expansión continental del proyecto.
A lo largo de su ministerio, el padre Valdemar ha combinado su labor pastoral con una presencia activa en medios, incluyendo videocolumnas donde aborda temas como la importancia de la familia y la fe en la vida cotidiana, así como la aparición en foros de debate en televisión
En 2021, Valdemar enfrentó un momento crítico al contraer COVID-19, lo que lo llevó a una hospitalización de 10 días en Puebla, donde estuvo al borde de la intubación. Su recuperación, que él atribuyó a la gracia de Dios y al apoyo de su familia y comunidad, marcó un testimonio de resiliencia y fe. Este episodio también destacó las carencias en el sistema de seguros sacerdotales, un tema que Valdemar señaló públicamente, abogando por mejores condiciones para los clérigos.
Con 30 años de vida sacerdotal, el padre Hugo Valdemar Romero deja impronta en la Iglesia de la arquidiócesis de México. Su trabajo como comunicador, defensor de la vida y pastor refleja un compromiso con los valores del Evangelio y la misión de la Iglesia en un mundo secularizado. Como lo expresó en una entrevista, su labor ha buscado siempre «comunicar libremente y en solidaridad la Buena Noticia». En este aniversario, nos unimos en oración y agradecimiento por su ministerio, deseándole fortaleza para continuar su misión.
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