Las exequias al Papa Francisco han concluido y comienza el período de los novendiales para recomendar el espíritu del difunto Papa a la misericordia del Señor. Mientras el mundo católico comienza a ser testigo de las quinielas y apuestas sobre el próximo pontífice, el debate se cierne sobre el legado de Francisco. Amado por muchos, se le vio como un obispo cercano quien tuvo especial cercanía por los pobres y descartados. Su pontificado estuvo dirigido a la reforma del aparato curial de la Santa Sede y de las finanzas vaticanas; sin embargo, ¿qué tanto logró? ¿Fueron consumadas las reformas que pretendía?
Para analizar este pontificado, los periodistas María Eugenia Jiménez, integrante de Spes Viva y el padre Omar Sotelo, director del Centro Católico Multimedial, ponen en la mesa qué le faltó al Papa, los claroscuros de un ministerio que no estuvo exento de controversias y cuál fue el impacto en la Iglesia de México, especialmente en torno a la atención de las víctimas de clérigos abusadores sexuales y la erradicación de la pederastia clerical y responder a una pregunta que está en el ambiente de la Iglesia: El próximo Papa, ¿adoptará el legado del pontífice argentino?
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Entre ambigüedades y heterodoxias generó desconcierto y confusión.
Sus filias y fobias setenteras marcaron su agenda.
Misericordia sin conversión, vuelta a «las periferias» olvidando el Centro, pérdida de fieles y de vocaciones (Iglesia en fuga, no «en salida), superficialidad teológica, desprecio de la Tradición, humildad fingida, amor por Lutero y grosero con la Santísima Virgen María (mestiza, su corredención es «tontera», tiene sangre pagana, entre otras).
Hizo del ecologismo, el globalismo, el homosexualismo, el migracionismo, el socialismo, el antitradicionalismo, el ecumenismo, el sinodalismo y el indiferentismo los motores de su pontificado.
Amó a los que nos odian y despreció a los fieles (conejas cuentarrosarios, etc.).
Ha sido el Papa de los enemigos de la Iglesia. Lo demuestra los elogios que le brindan.
Hizo muchas cosas, excepto lo que debería haber hecho: confirmarnos en la fe.