Junto a los ecos del nuevo libro de Gianluigi Nuzzi que promete continuar por mucho tiempo y seguimos con la historia de la prohibición de la venta del tabaco en la Ciudad del Vaticano. A nuestro humilde entender han querido tapar la salida del nuevo libro escándalo con una noticia que fuese popular y muy periodística. Pero cada vez más se profundiza en las cosas y nadie se fía de los edulcorados comunicados de la Sala Stampa.
La sorpresa de mucha gente es saber que se vende tabaco en el Vaticano. Podemos pensar legítimamente, quizás equivocándonos, que no entra en las finalidades de la Iglesia Católica la comercialización de la famosa planta de ultramar. No tenemos referencias bíblicas por la sencilla razón que en tiempos bíblicos no existía el concepto de fumar, que entra en la historia por culpa del descubrimiento de nuevo mundo. Las razones por las que se vende tabaco, porque se sigue vendiendo, y en forma de cigarros puros lo seguirá haciendo aún después de enero, son puramente económicas y los demás son ganas de marear la perdiz. Si fuera por razones se salud no tiene ningún sentido prohibir una forma de tabaco, la más popular y accesible a los empleados, y continuar vendiendo excelentes y carísimos habanos.
Los empleados no son los principales beneficiarios, ni de lejos. Hace tiempo se publicaron los datos de las asignaciones de centenares de unidades mensuales de tabaco a las que tienen derecho los superiores, cardenales y obispos, de la curia romana. Evidentemente, salvo casos de un verdaderos prodigio de la naturaleza, nadie se fuma esas enormes cantidades. Lo que sucede es que se venden y se negocian y así se redondean los ingresos. En muy extraño que la venta de tabaco, y sólo esta, abre a las 7 de la mañana, justo a la hora que Su Santidad nos deleita cada día con las famosas homilías de Santa Marta y a pocos metros; y todo es resto de negocietes abre a las nueve.
Sería bueno que algún día alguien explicara que sentido tiene que la Sede Central del gobierno de la Iglesia Católica sea una zona comercial libre de impuestos donde se puede comprar de todo. A cualquier entidad un poco sería esto de causaría una catástrofe de imagen y credibilidad que sería irrecuperable. No vender tabaco en Vaticano nos parece genial , pero no por el tabaco, sino por lo impropio de que esto suceda con el Papa como estanquero. Por ahora sigue de vendedor de habanos, de licorero y vinatero, de vendedor de increíbles productos de belleza, de experto gasolinero y de cajero de supermercado, y además en una zona libre de impuestos.
Interesante artículo sobre el Papa Benedicto XV y sus declaraciones sobre la primera guerra mundial. La Poderosa Conferencia Episcopal Italiana defiende la Amoris Laetitia y tenemos convenio papa calmar los cabreos. Siguen las historias de los monaguillos de San Pedro. Mucho prohibir el tabaco a medias pero se refugia a los pedófilos.
Roma se está convirtiendo en la capital de la pobreza y cada vez más sus calles se llenan de vagabundos y se degradan de día en día. Las monedas de la famosa Fontana de Trevi se destinaban tradicionalmente a la Caritas , los tiempos cambian y ya no será así, ahora se hará un reparto entre distintas asociaciones benéficas.
Buena lectura
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