Un alto en el camino, la espiral de noticias gravísimas, la Iglesia es cosa de Dios.

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Hoy vamos a hacer una excepción y no introducimos la citas de la noticias porque salvo que Ezzati es llamado a declarar por encubrimiento no hay mucho más que la continuidad en los temas de estos días.

Agradecemos las aportaciones de tantos lectores y su inmensa compresión. Intentamos dar todos los días la visión más completa de los que está sucediendo. Hoy no tiene ningún sentido ocultar las cosas pensando que desaparecerán. La agilidad de los nuevos medios y su accesibilidad a todos está cambiando las cosas. No podemos, ni queremos, ofrecer una visión idílica de la Iglesia de hoy. Sería falsa. Las cosas son como son. Hay muchas cosas positivas y alentadoras, muchas, pero tristemente, o al menos eso parece, y tenemos ejemplos sobrados, todo los que funciona se intenta eliminar y destruir por aquellos que tienen la obligación de potenciarlo. Se siguen los consejos de los enemigos de la Iglesia y nos quieren dirigir a una especie de movimiento ecológico.

Asistimos a una cadena de condenas a cardenales que, con razón o sin ella, los están dejando a los pies de los caballos. Es evidente que asistiremos al aumento de estos casos que acabará diezmando el Sacro Colegio. Barbarin, condenado por encubrimiento,  ¿ podrá asistir al próximo cónclave y ser elector y elegible ?. ¿ Pell ?, ¿ Ezzati ? …

El único miedo real que existe es a la prensa y a la divulgación de la noticias. Hoy esto es imparable. Los hechos se han intentado cubrir y ocultar por el temido escándalo. En la situación actual escándalo, lo que se dice escándalo, mucho más no es posible.

Son muchos los que pueden pensar que la Iglesia Católica está entrando en el camino de su desaparición. No es la primera vez en a historia que desaparece en amplias regiones. Baste recordar el floreciente norte de Africa. Europa lo  tiene complicado mucho más por la inutilidad de los cristianos y de sus dirigentes que por los ataques externos. Las persecuciones siempre han reforzado a la Iglesia. El fenómeno nuevo al que asistimos es a la lucha interna en la iglesia que algún día terminará. No sabemos como saldremos de este laberinto endemoniado pero sabemos que saldremos y además fortalecidos. Esto no son luchas de hombres y Dios tiene mucho que decir.

San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate contra las maldades e insidias del demonio. Se nuestra ayuda, te rogamos suplicantes. ¡Que el Señor nos lo conceda! Y tú, príncipe de las milicias celestiales, con el poder que te viene de Dios arroja en el infierno a Satanás y a los otros espíritus malignos que ambulan por el mundo para la perdición de las almas.

«No necesitan médico los sanos, sino los enfermos.»

 

 

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