¿Que está pasando en el Vaticano? Un paseo por un mundo prohibido.

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Noche húmeda en la ciudad de Roma con temperaturas muy suaves. Estamos terminando una agradable cena en el Trastevere en un pequeño y discreto restaurante de la plaza de Santa Cecilia. Roma es un pequeño pueblo lleno de turistas pero los fijos nos conocemos y en el restaurante la pregunta es inevitable: ¿Que sucede en el Vaticano?. Todos saben que quedaran sin respuesta pero preguntar es inevitable. Interesante cena y mucho mas interesante el contenido que hace que esta Specola sea especial. Todo termina en un desafío y en cierto modo una apuesta que meta un poco de humor y adrenalina a la situación. ¿Porque no damos un paseo por el Vaticano? Y dicho y hecho.

A estas horas solo se puede entrar por puerta Santa Ana, los demás accesos están cerrados y vamos en coche porque es mucho más discreto. Los suizos son la primera cara sonriente que nos encontramos después de enfilar el Borgo Pio, porta Angelica está desierta con la única presencia de algunos militares italianos, atravesamos la media puerta de Santa Ana. Saludo y sonrisa del suizo y entramos en una ciudad muerta. La iluminación en Vaticano es pobre porque no es muy necesaria y eso hace que todo adquiera un aire misterioso y lleno de sombras sugerentes.  A nuestra izquierda queda el sombrío torreón de Nicolas II hoy sede del famoso banco Vaticano y los muros que asientan el palacio de Sixto V. La entrada al patio de triángulo está cerrada a cal y canto.  Dejamos el muro de Julio segundo y nos desviamos a la derecha atravesamos el pequeño túnel y ascendemos hacia le Belvedere. Una pequeña parada en la Fuente de la Galea para ver la vista de Roma nocturna desde uno de sus balcones más privilegiados. Poco tráfico y silencio, mucho silencio. El ruido del agua llena y hace más soportable el silencio y la soledad. Casi nos faltan palabras al ver el Palacio Apostólico, en otros tiempos residencia del papa reinante,  en la oscuridad más absoluta. Decidimos parar en el patio de Belvedere que de día es un aparcamiento pero de noche retoma su grandiosidad. Recordamos los tiempos Borgia y las fiestas que aquí se celebraban y vemos las luces de algunas oficinas de Secretaría de Estado y de los vigilantes de los museos. Silencio que sólo se rompe por la enorme fuente del centro. Lo torre de los vientos nos observa en su tranquilidad centenaria. Silencio. Subimos por el ‘grottone’ y dejamos San Damaso a nuestra izquierda, no queremos tentar a la suerte y preferimos dirigirnos hacia los jardines. Decidimos aparcar en la discreta Fontana del Aquilone. Estamos detrás del Mater Ecclesiae y a pocos metros de Papa Benedicto, su presencia se siente. Hacemos la tradicional oración por el pontífice mirando al  imponente cupolone que cubre la tumba de Pedro : Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra, et non tradat eum in animam inimicorum eius.

Se siente la paz y la serenidad pero sobre todo un inmenso silencio. Nos sentamos un rato aprovechando la agradable noche en la pagoda. Nos indican que ahí no hay cámaras. El tema de nuestra conversación es la masonería, a esas horas,  en ese lugar y con sabios contertulios no tiene desperdicio. El silencio lo sigue inundando todo y nos sentimos rodeados por la historia, no solo pasada, sino con la sensación de estar en el lugar y en el momento en que tantas batallas se están produciendo. Ascendemos a la gruta de Lourdes y cantamos: Sub tuum praesidium confugimus, Sancta Dei Genetrix. Nostras deprecationes ne despicias in necessitatibus, sed a periculis cunctis libera nos semper, Virgo gloriosa et benedicta.

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Descenso desde la parte alta de la colina Vaticana inundada de silencio. Dejamos la desierta plaza de Santa Marta para otro día para no perturbar el sueño de pontífice y porque esta specola quiere seguir informando cada día y los riesgos deben ser medidos.  Detenemos la marcha para invocar a San Miguel en la imagen que crece en los jardines:

“Vela por esta Ciudad y por la Sede Apostólica, corazón y centro de la catolicidad, para que viva en la fidelidad al evangelio y en el ejercicio de la caridad heroica. Desenmascara las insidias del demonio y del espíritu del mundo. Vuélvenos victoriosos contra las tentaciones del poder, de la riqueza y de la sensualidad. Se tú el baluarte contra todo tipo de maquinación que amenaza la serenidad de la Iglesia; se tú el centinela de nuestros pensamientos, que libra del asedio de la mentalidad mundana; sé tu nuestro paladín espiritual”.

Deshacemos nuestros pasos y volvemos a Roma por Santa Ana.

Tenemos la sensación de que la Vida volverá y que el silencio antes o después desaparecerá. Ahora los que estamos en silencio somos nosotros.

 

 

Comentarios
4 comentarios en “¿Que está pasando en el Vaticano? Un paseo por un mundo prohibido.
  1. Un narrador exquisito y culto, he recorrido contigo La Colina nuevamente, agradezco, se «ve» lo que relatas, la sonrisa de los suizos es parte de la tranquilidad de la guardia nocturna. Las dos Roma donde la «lucha» se traslada de lugar Coloseo o La Colina. Vittorio Emanuele o Castel Santangelo. El ingreso a Roma en armas con la advertencia «no olvides que la gloria es efímera».

  2. «Ahora los que estamos en silencio somos nosotros.»

    Estaría bein que fuera verdad.
    Pero da igual. Sigan ESPECULANDO, a fin de cuentas a nadie importan.

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