El día de ayer, además del domingo, hemos celebrado la fiesta del San Pio de Pietrelcina. No es un santo menor y en estos momentos es sin duda el santo más popular en Italia y con una devoción extendida por todo el mundo. Si vida fue una auténtica persecución por parte de las autoridades vaticanas que lo maltrataron hasta el límite de lo inhumano. Condenado , denigrado públicamente, encarcelado, sometido a torturas sicológicas increíbles, al borde la excomunión y mil cosas más. Indudablemente es un santo molesto para los poderes terrenos. Una vez muerto, como sucede en tantas ocasiones, se le rinde honores y se le quiere hacer decir lo que el nunca pensó. En el ángelus de hoy el Papa Francisco lo manda a rezar y ha hacer obras de misericordia, cosa que ciertamente hizo y no sólo de palabra. Era una maquina de rezar y a él se debe el mayor hospital del sur de Italia. Pero la gente lo buscaba para participar en su Misa y confesarse y este era su carisma, lo demás era una consecuencia natural. Sus Misas largas e increíblemente espirituales nada tenían que ver con muchas de las cosas que ahora estamos habituados. Sus confesiones, si rebajas ni concesiones de ningún tipo, le ocasionaron muchas críticas de rigorismo y intransigencia. Hoy sigue siendo una referencia para los católicos fieles y un protector de primer orden. El padre Amorth y su lucha contra el demonio tenía en el San Pio uno de sus valedores. El humo de satanás que ha entrado en la iglesia se disipa ante la presencia de padre Pio.
Los temas chinos siguen su camino y estamos en las primeras reacciones después de misterioso acuerdo. Se quiere mantener en secreto y los fieles chinos tendrán que aceptar por buenos a obispos hasta ahora excomulgados y además sin derecho a replica y sin explicación ninguna. El Papa Francisco recuerda en los países bálticos las terribles persecuciones comunistas y antisemitas el mismo día que el Vaticano forma un acuerdo secreto con la mayor potencia comunista del planeta. Parece que todos nos estamos volviendo locos o quieren que nos volvamos. No estaría mal que alguno recordara al pontífice la ‘conferencia de Munich’ por la que Inglaterra y Francia firmaron un pacto con el régimen nacional socialista para evitar la invasión. El visionario Churchill afirmó: «No corre peligro sólo Checoslovaquia, sino también la libertad y la democracia de todos los Estados. La convicción de que se puede lograr la seguridad entregando a un pequeño país a los lobos, es un error”. El resultado todos los sabemos. Lo de China viene presentado como regalo a los mandarines rojos, como un desmantelamiento de la Iglesia Católica en China, como un acuerdo desesperado que es una auténtica burla a los chinos y a toda la iglesia. La autoridad de los obispos está en horas bajas en todo el mundo, muy bajas, y esto no hará sino hacer crecer la desconfianza de los sufridos chinos en sus obispos. El cardenal Zen no puede ser más claro y sin duda es el obispo Chino de más prestigio por mucho lo quieren desacreditar diciendo que chochea. La perdida del sentido común es evidente que está de la otra parte.
El tema de los abusos sigue y seguirá y cada día surgen más interrogantes y preguntas que se complican por los casos documentados de las actuaciones de cardenal Bergoglio, a las víctimas no agua hasta que no estalla una bomba delante de las narices. Todo esto está haciendo creer que la Iglesia está cubriendo y protegiendo a indeseables. La indignación por la falta de arrestos y eso… en tantos obispos está dejando a los curas a los pies de los caballos y haciendo creer que todos son iguales. La inmensa mayoría de buenos sacerdotes está hasta la coronilla por verse mezclados en semejantes crímenes y con unos superiores que solo piensan en la agenda más amplia. Si creen que por hablar de mundos arco iris y de salvar el planeta esto se arregla es que alguien está necesitando hacérselo mirar y de uno bueno. Las ‘oportunas aclaraciones’ no llegan y los ‘recientes sucesos’ siguen más vivos que nunca.
«Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público».
Buena lectura.
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«¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros de los profetas y adornan las tumbas de los justos, diciendo: «Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos para derramar la sangre de los profetas»! De esa manera atestiguan contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmen entonces la medida de sus padres! ¡Serpientes, raza de víboras! ¿Cómo podrán escapar a la condenación de la Gehena?» (Mt 23, 29-33).