Todos los medios hacen referencia cerrada en torno al cumpleaños del Papa Emérito Benedicto XVI en general muy positivas. Los mismos que lo atacaron, y muy duramente, durante su pontificado parece que como compensación se deshacen en elogios por su valiente decisión de dar un paso adelante. Nadie puede interpretar la «renuncia» como una huida sino como un acto de gobierno que sin duda está marcando este momento de la vida de la Iglesia. Estamos convencidos que no tenemos ni la información ni la perspectiva histórica necesaria para valorar lo que estamos viviendo y sus consecuencias. Según nuestra opinión, y esperemos que sea lo más tarde posible, necesitamos cerrar el ciclo de la convivencia de los dos papas, sin duda una rareza histórica. Felicidades Santidad y que cumpla muchos más.
Las demás noticias tienen como protagonistas a los niños y algo que aparentemente les es distante que es el más allá, la vida y la muerte. Tenemos el escandaloso caso de Alfie Evans cuyos padres están luchado por salvarle su gran vida de infinito valor contra viento y marea. Cuantos padres no tienen el coraje de enfrentar una situación así y creyendo falsas promesas no llegan a donde estos están llegando. Lo traemos aquí por las palabras de Papa Francisco que algunos consideran muy indefinidas y poco comprometidas y otros no. Sin duda su posición deja huecos que permiten las dos direcciones. El el otro niño afectado es el que hace al Papa Francisco la pregunta sobre el destino de su padre recientemente fallecido y que se profesaba ateo. Con las dudas de si existe o no el infierno y se las almas se esfuman o no, las opciones que quedan no son muchas. Los niños son niños pero no son tontos y no les suelen gustar que le tomen el pelo. Cuando nos contaban lo de la cigüeña y lo de París muy convencidos no nos quedábamos y por más que mirábamos a la cigüeña niños no traía jamás y niños venían. Es un defecto muy común en nuestros tiempos en las homilías de funerales el mandar al difunto al cielo sin más. En la mayoría de casos nadie se lo cree, bien por falta de fe o por conocimiento de las habilidades del difunto. La condena no se le presupone a nadie pero un poco de purgatorio es justo y necesario. Cuando falleció Santa Clara se encontraba en Asís el Papa de su tiempo, que era un gran admirador suyo, y manifestó su deseo de celebrar la misa del común de vírgenes y no de difuntos. Le hicieron notar que podía hacerlo pero que en ese mismo acto la canonizaba. No era la ocurrencia de cualquiera sino un acto de Vicario de Cristo. El Papa celebró de difuntos y a los dos años, en un proceso mas que rápido, la canonizó. Desde pequeños nos han enseñado a rezar por nuestros difuntos y dejar en las manos de Dios, sin duda mucho más justas que las nuestras, los juicios que no nos corresponden. En este caso no era un acto formal de magisterio, o eso parece, y por tanto no es una canonización de un ateo como algunos interpretan.
En Australia están llegando a las conclusiones de la comisión nacional sobre abusos sexuales a menores. No se habla sólo de la Iglesia Católica pero no queda muy bien parada en la relación final. En Sicilia el obispo de Noto se ha hecho famoso por su afición a «rapear» en sus homilías y ahora nos ofrece un CD al que deseamos un gran existo de ventas.
Buena lectura.
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https://www.blitzquotidiano.it/cronaca-italia/papa-francesco-bimbo-orfano-papa-ateo-2863092/
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