Las iglesias siguen vacías, el Papa Francisco y la vacuna de los pobres, la desbandada del Vaticano II, Bianchi, los mártires de Ceuta.

Italia es considerada el corazón de la cristiandad, del catolicismo, así la consideran muchos desde fuera y sin duda se consideran los de dentro. Empezamos a tener datos de la práctica religiosa en tiempos de peste y no son nada esperanzadores. Nos tememos que el fenómeno italiano no es un caso único y se palpa la incertidumbre y el ‘cansancio de Dios’. La iglesia católica ha perdido la centralidad en la vida diaria, se cree menos y se practica menos.

Aldo Maria Valli no cuenta que «durante la misa dominical en una importante parroquia de Milán, el celebrante reveló un hecho escalofriante: tras la reapertura, en la diócesis ambrosiana, solo el 30% de los fieles volvieron a asistir a las iglesias, familias completas y los chicos han desaparecido totalmente. La situación no es mucho mejor en el resto de Italia. Sin malicia, pensé: los abandonaste en el período más crítico de la pandemia, ahora te devuelven con la misma moneda.»

Asistimos al abandono consciente y voluntario de su misión por parte de muchos pastores. Los italianos quedaron atónitos cuando se suspendió el culto público incluso antes de que el gobierno decretara su bloqueo, privando así a los fieles de los sacramentos. Los supermercados y estancos estaban abiertos, pero las ceremonias religiosas estaban prohibidas, muchos murieron sin la ayuda del sacramento de la Penitencia y la Unción de los Enfermos. Exactamente lo contrario de lo que la Iglesia ha estado haciendo durante dos mil años. Sacerdotes valientes los hemos tenido, los tenemos y los católicos saben muy bien a quién acudir cuando necesitan algo, porque a estas alturas nos conocemos todos.

Por si esto fuera poco, estamos viendo los esfuerzos de muchos pastores por negar cualquier significado espiritual a la pandemia. ¿Es un castigo divino? El pensamiento católico tradicional lo habría considerado, al menos como una hipótesis. Es innegable que la Providencia utiliza a veces, como causas secundarias, los acontecimientos naturales como «castigos» por los pecados de la humanidad. En Fátima, Nuestra Señora definió explícitamente las dos guerras mundiales como castigos. Hoy, sin embargo, esta palabra está absolutamente excluida del vocabulario católico. El arzobispo de Fátima, cardenal Antonio Marto, llegó a decir: «Hablar de esta pandemia como castigo es ignorancia, fanatismo y locura». Se niegan a hablar del pecado público. Se niegan a llamar a los fieles a la conversión. En resumen, se niegan a cumplir con su deber de pastores de almas. Parece que los fieles están reaccionando alejándose…

Esto en Italia, Stephen Bullivant, una de las nuevas caras del catolicismo inglés, ha publicado un libro de sumo intereses: ‘Mass Exodus. Desafiliación católica en Gran Bretaña y América desde el Vaticano II’. El estudio está acompañado de infinidad de datos que hacen ver un verdadero éxodo masivo, sin precedentes en la historia. A Estados Unidos le va menos mal que al Reino Unido, el crecimiento católico continúa en los países en desarrollo pero puramente por efectos demográficos, la transmisión de la fe es cada vez menos automática. Ha continuado la tendencia que comenzó después de la Segunda Guerra Mundial, la iglesia está ahora más «en el mundo» que antes, pero a costa de ser menos visible como religión: «los católicos ‘se volvieron como todos los demás’ precisamente al mismo tiempo que ‘todos los demás’ rápidamente comenzaron a volverse menos ortodoxos, practicantes menos regulares y, en última instancia, menos dispuestos a identificarse religiosamente». Ha habido seis papas en las últimas seis décadas, con estrategias y estilos muy diferentes y todos tuvieron que reconocer los resultados decepcionantes. Nadie puede predecir el futuro pero este estudio nos lleva a pensar que es complicado.

Enzo Bianchi no ha dejado Bosè y sigue con su vida normal como si nada hubiera sucedido, el hecho lo hace público el comisario del Papa Francisco y espera que pronto se solucione. Bianchi es mucho Bianchi.

Dolan, el cardenal de New York, participa en la apertura de la campaña republicana de los Estados Unidos. El padre Martin SJ en la de los demócratas.

Audiencia ¿pública? de ayer con el formato ‘on line’ de los tiempos de cuarentena. El Papa Francisco está preocupado por cómo se utilizará la vacuna que todavía no existe. Los procesos pueden ser muy largos y el verdadero peligro es que se utilice en los pobres primero, pero como conejillos experimentales. En este caso el ser los primeros puede tener muchos riesgos. Tampoco le gusta que los mafiosos desvirtúen la devoción a la Virgen y la utilicen para sus cosas.

La inmigración sigue siendo un problema nacional en Italia y objeto continúo de debate social y político. Hoy se pone de ejemplo a España y sus muros en Ceuta y Melilla de los que nadie habla. En 1227 siete religiosos franciscanos partieron de la Toscana: Daniel, Ángel, Samuel, Donulo, León, Nicolás y Hugolino. Habían obtenido permiso de San Francisco para predicar el Evangelio en tierra de moros, el 30 de septiembre del mismo año llegaron a Ceuta. Se prepararon con oración, sacramentos y disciplinas, conscientes de que su labor evangelizadora podría acarrearles el martirio. Así que el 3 de octubre salieron por toda la ciudad predicando en voz alta a Jesucristo y denunciaron la falsedad de la religión islámica. Primero los tomaron por locos, los metieron en una prisión hasta que se les calmase la locura. El día 10 les sacaron de la cárcel pero los franciscanos se reafirmaron en su confesión del Nombre de Cristo. Visto que no podían arrancarles la apostasía, uno de los alguaciles se acercó a Daniel y le golpeó con la espada en la cabeza mientras le decía: «Vuélvete musulmán, vuélvete musulmán, o morirás malamente«, a lo que Daniel replicó: «¿hasta cuándo has de vivir en los engaños de Satanás? Porque tu maldito Mahoma es criado de Satanás, y es causa de la muerte eterna a todos los que le siguen a él y á su falsa ley: por tanto conviértete a nuestra santa fe católica, para que puedas salvarte, conociendo a tu Creador, al que ya es tiempo que conozcas, y te apartes de los errores de tu Profeta«. En 1516 el papa León X reconoció el martirio y concedió a la Orden Franciscana celebrar la memoria de sus primeros mártires.

«La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían.»

Buena lectura.

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