El Papa Francisco fue hospitalizado en el verano de 2021, operado de emergencia en el colon por una obstrucción intestinal. Las voces mejor informadas no dudan de que el Pontífice, de 85 años, está luchando contra un cáncer de colon. Lo vemos cojeando notablemente y desde hace unos días la dificultad para caminar es manifiesta, las imágenes de la última audiencia son terribles. El mismo se dirigió a los fieles explicando que desde hace tiempo tiene tenía problemas con las rodillas: “Hoy no podré ir entre ustedes, tengo un problema en la pierna derecha, está inflamado el ligamento en la rodilla”. “Es una cosa pasajera, dicen que esto solo le viene al viejo, no sé por qué me llegó a mí”. Este es el hecho, uno más, que hace que todas las alarmas en el Vaticano estén activas. Hay cardenales de sonoros apellidos que pronostican que los próximos turrones serán con otro Papa. ¿Es solo un problema de rodilla o estamos ante algo más serio? En estas cosas solo tenemos que esperar, pero es evidente que algo hay y se nota.
Siguen las reacciones al informe alemán: «El panorama es claro: el establishment político-económico alemán y sus extensiones orgánicas dentro de la Iglesia han decidido que el catolicismo necesita cambios revolucionarios para volverse funcional a la sociedad ultratecnológica del siglo XXI, y para lograrlos necesita deslegitimar a las autoridades eclesiásticas pasadas y presentes». Se le pide a la Iglesia que complete su autodenuncia con el suicidio, disfrazado de refundación que dará como fruto una Iglesia completamente transformada, que cambiará su doctrina y las reglas del derecho canónico. Estamos ante la antigua pretensión de abolir el pecado en lugar de combatirlo y perdonarlo al mismo tiempo, con el olvido del pecado original. Recordamos el lema atribuido a G.K. Chesterton: la Iglesia Católica permite pocas cosas pero perdona todo; el mundo permite todo pero no perdona nada.
El cardenal Ruini sale en defensa de Benedicto XVI: “la pedofilia en la Iglesia es terrible pero es una plaga mucho más extendida fuera. No nos autolesionamos». Las acusaciones vertidas contra el Papa emérito Joseph Ratzinger son «absurdas» y nunca se habría convertido en Papa Benedicto XVI si «su conciencia le hubiera reprochado algo». Benedicto XVI fue quien inició el trabajo de limpieza profunda sobre los abusos. La Iglesia debe tener el coraje de la verdad aun cuando sea una verdad muy dolorosa, pero también debe tener la sabiduría de no autolesionarse, de no montar máquinas que trabajen en su contra».
Una vez pasado el ataque a Benedicto XVI los ojos vuelven sobre Marx que se defiende como puede: “No habrá futuro para el cristianismo en nuestro país si no hay renovación en la Iglesia”. “Pido disculpas una vez más en nombre de la arquidiócesis. Hago un llamamiento a las víctimas de los abusos pero también a los fieles, que ahora dudan de la Iglesia, que ya no confían en los responsables y cuya fe ha sufrido daños”. Admitió que no se había ocupado de las víctimas. “La falla más grande es desatender a las personas afectadas. Esto es imperdonable. No teníamos ningún interés real en su sufrimiento. Tengo una responsabilidad moral por esto como arzobispo interino».
Los obispos italianos hablan, por primera vez, de la posibilidad de una investigación sobre la pederastia por boca de su secretario: “En Italia hay 227 diócesis y más de 27.500 parroquias: si hacemos una investigación, la haremos con cuidado para que sea significativa con respecto a los resultados. No nos interesa tanto centrarnos en la cantidad, sino en la calidad. Si hay una investigación, queremos que los datos sean lo más fiables posibles”.
Tenemos nueva embajadora del gobierno de España ante la Santa Sede que ocupará la embajada más antigua del mundo ante la sorpresa de propios y extraños. Los obispos españoles sorprendidos, críticas entre el cuerpo diplomático y entre sus hermanos socialistas. Francisco Vázquez, exembajador de España ante la Santa Sede durante el Gobierno de Zapatero, ha sido de los primeros en alzar la voz: «no es la persona más idónea, desde luego. Si no es un desafío, a mi me parece cuanto menos un desaire y un trágala. Todo apunta a un agradecimiento por los servicios prestados.
Esta semana santa nos quedamos sin las tradicionales flores que por 35 años llegaban de Holanda. Las cosas cuestan, la crisis se nota y no hay benefactores. La histórica floristería a cargo del transporte y la decoración de Posterholt en Limburg no puede encontrar benefactores dispuestos a asumir el costo de la operación. Embellecer la Plaza de San Pedro con rosas, narcisos, jacintos, tulipanes requería un equipo de al menos 30 personas y un día de transporte de las plantas en vagones frigoríficos. La tradición, la de las flores, que comenzó con Juan Pablo II, continuó con el Papa Benedicto XVI y termina con el Papa Francisco.
El tema de las vacunas no es objeto de este blog, pero tiene implicaciones en las normativas tan cambiantes y contradictorias que emanan numerosos obispos. El blog de Tosatti no ofrece un artículo aparecido en The Blaze, de David Horowitiz, sobre los efectos adversos surgidos de investigaciones entre militares estadounidenses. Es quizás el conjunto de datos sobre las vacunas más preciso que, por ahora, hemos visto. Tres médicos militares presentaron datos que muestran un aumento repentino e impactante en casi todos los códigos. Un aumento del 300% en los códigos registrados para abortos en el ejército en 2021, en diez meses 4.182, en comparación con el promedio de cinco años, que fue de 1.499. Un aumento de casi el 300 % en los diagnósticos de cáncer, hace cinco años de 38 700 por año, 114 645 en los primeros 11 meses de 2021. Un aumento del 1000 % en los códigos de diagnóstico para problemas neurológicos, que pasaron de un promedio base de 82 000 a 863 000. Infarto miocárdico 269% de aumento, Parálisis de Bell: aumento del 291 %. Malformaciones congénitas en hijos de personal militar, aumento del 156%. Infertilidad femenina aumento el 471%. Embolias pulmonares aumentaron el 467%. Todos estos datos están listo para ser presentados ante el tribunal y afirman que esto es solo «la punta del iceberg». Los militares son una población definida, limitada y estrictamente controlada y monitoreada, en gran parte jóvenes y saludables y sus datos son los más fiables e indiscutibles. La transparencia es la cura más poderosa para una pandemia de secretismo que estamos viviendo.
Terminamos con el capítulo de libros, «La version di Pazienza», ya en venta. Francesco Pazienza trabajo en la agencia de inteligencia militar italiana , el SISMI. Condenado en 1993 por el escándalo del Banco Ambrosiano, y en 1982 por mal manejo de secretos de estado, terminó en los Estados Unidos y fue entregado al gobierno italiano en junio 1986. Un libro con mucho interés, de lo que habla sabe y mucho: «El 24 de noviembre de 1980 me había encomendado una nueva operación,(…) al día siguiente tendría que presentarme en el Vaticano a las 18.30 horas para reunirme con el Secretario de Estado, Monseñor Agostino Casaroli, o su mano derecha, Monseñor Pier Luigi Celata. La petición era clara: tenía que hacerse para que el obispo estadounidense soltara el IOR. Me tocó a mí encontrar el sistema. Pero en realidad solo había uno: encontrar la documentación capaz de demostrar cómo las actividades del banco del Vaticano y su jefe no se adecuaban a la misión de la Iglesia Católica. En resumen, era necesario crear un escándalo». Es la historia de Marcinkus: «a la muerte de Pablo VI, muchos observadores de las cuestiones vaticanas se habían lanzado al arriesgado vaticinio de un final rápido en la carrera de Marcinkus», pero con Juan Pablo II había «seguido manteniendo la responsabilidad del banco del Vaticano y también actuando como guardaespaldas del nuevo pontífice».
Juan Pablo II, escribe Pazienza: «fue que era una especie de marciano, un verdadero extranjero que venía de Polonia y era completamente ajeno y desvinculado del círculo de prelados italianos que constituía el núcleo histórico de la Curia, acostumbrado a manejar de manera autónoma y absoluta la complicada pero casi perfecta máquina del Vaticano, ese Papa, por lo tanto, no era de fiar, se corría el riesgo de que pusiera en peligro el poder consolidado construido durante tantos años de trabajo, dentro y fuera de fuera de los muros de la Santa Sede». Era necesario «neutralizar al nuevo Papa, sobre todo aislándolo e impidiendo que se rodee de un staff de personas de su absoluta confianza», «se hicieron desaparecer los documentos comprometedores sobre monseñor Marcinkus y todo quedó ‘en casa’, naturalmente a cambio de un pago sustancial».
Otro libro del secretario personal del Papa emérito, Gänswein: ‘Testimoniar la verdad. Cómo la Iglesia renueva el mundo’: “La alineación decisiva, que siempre se nos pide a los cristianos y a la Iglesia, no es ante todo una alineación con los tiempos modernos y su espíritu, sino la adhesión a la verdad del Evangelio». “Benedicto tiene una palabra fundamental, que lo ha acompañado siempre, desde que era profesor y cardenal, también la mencioné en la presentación del libro. Es la Veritas, la Verdad. La clave es que la Verdad se hizo hombre en Cristo y la Verdad es el gran tema en la vida de Benedicto, un tema que siempre ha reaparecido en su vida en diferentes formas”.
No faltan las anécdotas de su vida cotidiana junto a Benedicto XVI: «Es evidente que quien defiende la fe y la verdad de la fe, en el momento oportuno y no oportuno, para decirlo con las palabras de san Pablo (cf. 2 Tm 4, 2), no puede esperar suscitar siempre alegría y gratitud. Aquí viene la crítica. Pero el Papa Benedicto no se ha dejado provocar ni intimidar por las críticas. En cuanto a la sustancia de la fe, fue muy claro, absolutamente unívoco y sin ninguna contradicción intrínseca […]. Por supuesto, a veces un evento u otro era doloroso y lo hacía sufrir. Sin embargo, también sabía con absoluta certeza que el criterio no es el aplauso, sino la corrección intrínseca, el criterio es el mismo Evangelio. Esto siempre lo ha consolado. Permaneció fiel a esta línea hasta el último momento».
«Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega».
Buena lectura.