También en Suiza hay buenos obispos y Alain de Raemy, sigue como administrador apostólico de la diócesis de Lugano y  «permanece en vigor sin modificaciones».  Tras la dimisión por agotamiento del obispo de Lugano Valerio Lazzeri, decreto de hecho del 10 de octubre de 2022, el propio De Raemy pidió a monseñor Krebs aclaraciones sobre los plazos, los derechos y los deberes de un administrador apostólico. El Nuncio, en la carta, recuerda también que algunas disposiciones entran en vigor después de un año de la vacancia del cargo.

El juez de instrucción de Milán ordenó la liberación y devolución del teléfono y la SIM de la Marogna:  «el teléfono debe ser devuelto como ya se solicitó al Estado de la Ciudad del Vaticano». Parece «completamente claro que la solicitud de entrega del teléfono móvil de Marogna Cecilia, transmitida por la autoridad judicial vaticana a la justicia italiana mediante el instrumento de la comisión rogatoria internacional, se basaba en una suposición que luego resultó no ser cierta». Siempre el trubunal de Vaticano quedando mal ente sus colegas de medios mundo.