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La apostasía disfrazada, el papado espiritual de Benedicto XVI, las excomuniones del Vaticano, la belleza del Papa Francisco.

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En Italia es muy conocida la llamada ‘escuela de Bolonia’ de la que forman parte teólogos, filósofos e historiadores afines a las tesis del Instituto de Bolonia, fundado por Giuseppe Dossetti y Giuseppe Alberigo, del que salió la «Historia del Concilio Vaticano II». La tesis fundamental es que están a favor de que el Concilio Vaticano II supuso una ruptura con la Tradición. Entra en contradicción directa con la llamada hermenéutica de la continuidad por la que debemos leer el último concilio a la luz de la tradición como es defendido por Juan Pablo II y Benedicto XVI, no tanto por Francisco. Este es el problema de fondo en el que nos movemos desde hace decenios y que el cardenal Muller explica muy claramente en su última entrevista. Su contenido esta a disposición en español y no entramos en el fondo. Muller considera esta escuela una apostasía disfrazada: «La interpretación del Concilio Vaticano II difundida por la así llamada «Escuela de Bolonia» fue una agenda para la refundación de la Iglesia católica de acuerdo con las ideas de la Ilustración y la crítica religiosa: en otras palabras, la transformación de la Iglesia de Dios en una iglesia civil sin la divinidad de Cristo. No es otra cosa que apostasía disfrazada, porque los obispos y el Papa «son los únicos sucesores de los apóstoles y vicarios de Cristo, que no tienen el derecho a fundar otra iglesia, transmitir una fe diferente y administrar otros sacramentos que aquellos instituidos por Cristo» (Santo Tomás de Aquino, Summa Teológica III, q.64 a.2 ad 3). ¿De dónde recibirían los arquitectos de su propia iglesia la autoridad para adoctrinar, integrar y, en el caso de desobediencia, excomulgar a los fieles de Cristo, apartarlos de los magisterios dados a ellos por Cristo y ridiculizarlos en los medios de comunicación contrarios a la Iglesia?»; «Aunque esté justificado hablar del principio sinodal en la interacción entre obispos, sacerdotes y laicos, no deberíamos pasar por alto su defecto original. Este consiste en el error político de considerar que en la Iglesia el problema principal gira en torno al poder que ahora tiene que ser limitado «democráticamente». Hablar de «división de poderes en la Iglesia es populismo e ignorancia teológica». De imprescindible lectura como casi todo lo de Muller en estos momentos en que el Sínodo Alemán parece que pretende retomar sus reclamaciones olvidando el drama de la peste y el fracaso amazónico que tan lejano nos parece.

Seguimos con el último libro sobre Papa Benedicto y contamos con varios artículos sobre su contenido. Nos parece interesante la reflexión sobre el ‘papado espiritual’. El cambio de la sociedad que ha producido el alargamiento de la vida ha provocado la aparición, inexistente en la historia milenaria de la Iglesia de los obispos eméritos que no terminan, como los llamados auxiliares, de encajar muy bien en la tradición.  Un sacerdote «puede convertirse en obispo solo en relación con una diócesis específica», es decir, cada «consagración es siempre relativa» y «vinculada a una sede episcopal». Para los obispos auxiliares, por ejemplo, la Iglesia ha elegido «sedes ficticias». Un obispo retirado «ya no tiene una sede episcopal activa, sino que todavía tiene una relación especial como ex obispo con su sede». Este obispo retirado «no se convierte así en un segundo obispo de su diócesis», explica Benedicto. Tal obispo habría «renunciado completamente a su cargo, sin embargo, el vínculo espiritual con su sede anterior es reconocido, incluso como una cualidad jurídica». Esta «nueva relación con su sede» se «da como una realidad, pero se encuentra fuera de la sustancia jurídica concreta del oficio episcopal». Al mismo tiempo, agrega el Papa retirado, el «vínculo espiritual» se considera una «realidad». «Entonces, continúa, no hay dos obispos, sino uno con un mandato espiritual, cuya esencia es servir a su antigua diócesis desde adentro, desde el Señor, estando presente y disponible en la oración». «No es concebible que tal concepto jurídico no pueda aplicarse también al obispo de Roma», afirma explícitamente el Papa Benedicto XVI, aclarando así que renunció completamente a su cargo papal mientras mantiene una «dimensión espiritual de su oficio».

Seguimos en Italia con la ‘guerra de las misas’ que puede terminar el día 18 de este mes con un acuerdo con el gobierno de cómo recomenzar sin tener que sufrir situaciones molestas para ambas partes. Ahora parece que puede no ser el mismo día en todas las regiones pero estamos llegando.

El presidente de la conferencia Italiana se suma a la regularización de inmigrantes. El Papa Francisco habla con la Merkel que es la que sin duda tiene el ‘mando único’ sobre el euro y parece dispuesta a ejercerlo. Tenemos la sensación de que el Papa Francisco está muy mal informado cuando habla de la deuda que estrangula a muchos países. Italia tiene una deuda seis veces superior a la de su Argentina natal que es considerada mítica y muy superior incluso en términos porcentuales, Alemania más que duplica la deuda argentina. El colapso de nuestras economías es de tal calado que necesitamos tiempo para asumir la profundidad del pozo en que nos encontramos.

Seguimos con el culebrón de los hospitales herejes belgas. Hoy son muchas las órdenes y congregaciones religiosas que están creando sociedades interpuestas para mantener la propiedad de sus instituciones, sobre todo hospitales y colegios,  renunciando a la gestión.  Realidades nacidas con el único objetivo de evangelizar y hacer presente a Jesucristo, se han convertido en ‘empresas’ que poco, o nada, tienen de presencia ‘católica’. El cinismo de lo sucedido en los hospitales belgas es que se condena al hospital pero su propietario sigue gozando del título de católico incluso con votos de pobreza, castidad y obediencia.

El cardenal Pell sigue con sus persecuciones. Suponemos que está gozando de un merecido descanso reparador pero que no esta inactivo. Pensaron que ya estaba vencido y que por su edad no superaría la dureza de la prueba sufrida. No creemos que las nuevas envestidas le causen especiales temores.

El Papa Francisco nos habla de la belleza. Dostoievski profetizó : «La belleza nos salvará». En tiempos de desolación, desconcierto, fealdad, esta frase tan difundida tal vez puede devolvernos un poco de claridad, puesto que la belleza es el esplendor de la verdad y la verdad es siempre tan eterna como nueva. Benedicto XVI lo explica con claridad: «La Iglesia reconoce a Cristo como el más bello de los hombres; la gracia derramada en sus labios manifiesta la belleza interior de su palabra, la gloria de su anuncio. De este modo, no solo la belleza exterior con la que aparece el Redentor es digna de ser glorificada, sino que en él, sobre todo, se encarna la belleza de la Verdad, la belleza de Dios mismo, que nos atrae hacia sí y a la vez abre en nosotros la herida del Amor, la santa pasión («eros») que nos hace caminar, en la Iglesia esposa y junto con ella, al encuentro del Amor que nos llama.»

«…os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. »

Buena lectura.

 

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Comentarios
19 comentarios en “La apostasía disfrazada, el papado espiritual de Benedicto XVI, las excomuniones del Vaticano, la belleza del Papa Francisco.
  1. La profundización en la Tradición católica por la enseñanza conciliar es evidente en algunos temas como el de la dignidad humana, que había quedado postergada en la enseñanza anterior a causa de la necesidad de prescripciones defensivas contra el liberalismo. El concilio no cambia la enseñanza que lo condena, sino que abandona el talante defensivo para mostrar la verdad con lenguaje renovado. Ejemplos:

    1º)»Se debe rechazar la FUNESTA doctrina que pretende construir la sociedad prescindiendo de la religión» (Cons. DOGMÁTICA Lumen Gentium, 36).
    2º) «Como la libertad religiosa se refiere a la inmunidad de coacción en la sociedad civil, DEJA INTEGRA LA DOCTRINA TRADICIONAL CATOLICA acerca del deber moral de los hombres y de las sociedades para con la VERDADERA religión y la ÚNICA Iglesia de Cristo» (Decl. Dignitatis humanae, 1)
    4º) «La Iglesia recibe la misión de anunciar el Reino de Cristo y de Dios e instaurarlo en todos los pueblos» (Const. DOGMÁTICA Lumen Gentium, 5.
    5º)»Es, pues, deber de la Iglesia en su predicación el anunciar la cruz de Cristo como signo del amor universal de Dios y como FUENTE DE TODA GRACIA «(Decl, Nostra aetate -sobre la relación de la Iglesia con las religiones no cristianas- 4).
    6º) «La Virgen Inmaculada fue ensalzada por el Señor como REINA UNIVERSAL, con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, señor de señores y vencedor del pecado y de la muerte» (Const. DOGMATICA Lumen gentium, 59).

    Los ejemplos serían innumerables, y bastan para demostrar el valor irremplazable de la verdadera enseñanza conciliar, armazón de la predicación evangélica para hoy y para el próximo Reino

    1. Excelente comentario el suyo. La verdad exhibida en sus textos contra el Concilio de la prensa como lo califica nuestro Papa Benedicto XVI, espejismo del cual predican permanentemente los reaccionarios y los progres.

    2. Los necios útiles de que hablaba Lenin que siguen defendiendo que no existieron errores en el CVII ni antes ni después y niegan sus consecuencias evidentes, que se niegan a explicar las causas de la crisis actual de la Iglesia y que pretenden atribuir todo a Francisco como si hubiera salido de un repollo y no hubiera sido votado por la mayoría de los cardenales y apoyado durante siete años por obispos y cardenales, que repiten el libreto de los incapaces y malvados, obstáculos para la Verdad, cuerva de encubridores de errores, pecados y consecuencias. que enseñan una Iglesia acaramelada y hacen de la religión católica un cuento de hadas imposible de asimilar, que rechazan el apocalipsis según Daniel, los evangelios sinópticos, San Juan o lo ponen dentro de millones de años, que no advierten la existencia de lobos dentro de la Iglesia, ni enseñan por qué proliferan los lobos, estorbos para Cristo y estorbos para la defensa de la Iglesia y de la religión, tibios que serán vomitados por la boca de Dios,

  2. Vamos a tomar con seriedad el artículo de Specola porque hay una intención de argumentar de manera tal de poder seguir con el libreto de los papas anteriores como Juan Pablo II y Benedicto XVI sobre el CVII y la realidad de la Iglesia introduciendo algunas modificaciones al mismo libreto y en ese sentido es un esfuerzo intelectual que reconocemos merece ser respondido de manera correcta y seria. En torno a la necesidad que tiene la Iglesia de defender todo el CVII y todos los actos posteriores de los papas sobre la disyuntiva de que o se acepta la ruptura del CVII con la tradición o se afirma la continuidad del CVII con la tradición y, por lo tanto, hay que aceptar y proponer al pueblo la continuidad bajo la posibilidad de tener que dar por terminada la Iglesia y la religión católica y para preservar la fe. Este libreto y esta política eclesiástica los siguieron al pie de la letra palabras más palabras menos los conservadores católicos y el objetivo principal era combatir las argumentaciones de los tradicionalistas y de los progresistas, no era la escuela de Bologna la que preocupaba a estos papas sino el progresismo católico que sostenía la creación de una Iglesia reformista diferente a la católica con comienzos en dicho concilio pero también se debía combatir a los tradicionalistas porque argumentaban que existían errores graves y pecados graves en el CVII y era mejor para el pueblo fiel y sencillo presentarle una versión edulcorada de la Iglesia, una visión líquida del catolicismo propia de un cuento de hadas y muy optimista sobre la Iglesia católica no podía haber en dicha Iglesia terrena ni entre los fieles, ni entre sacerdotes y obispos gente mala recordemos que la Iglesia se ha negado a plantearse como discusión la posibilidad de la existencia de un papa hereje y no se ha escrito casi nada sobre la contraIglesia dentro de la Iglesia terrenal y los papas debían ser presentados como Cristo en la tierra siguiendo la afirmación de una santa como si se tratara de un dogma pero sin ser ni dogma ni doctrina sana, tampoco se enseñaba en la Iglesia lo suficiente sobre el apocalipsis y se trataban a los que observaban los signos de los tiempos como verdaderos enfermos mentales, por medio de la publicidad se llevó a cabo casi una papolatría con Juan Pablo II y se llevo al pueblo a la convicción de que no habían existido papas mediocres y malos cuando la realidad muestra que los papas santos (no sólo buenos) en la historia de la Iglesia son una pequeñísima minoría a pesar de los esfuerzos de Francisco. Lo mejor era ocultar los errores del CVII y taparlos bajo un sinnúmero de libros y publicaciones sobre los grandes aciertos del concilio y sus grandes avances, sacerdotes y obispos dedicaron su vida a ello. Mientras que las enseñanzas del CVII seguían haciendo estragos nos referimos entre otras cosas a la declaración conciliar sobre la libertad religiosa en la que se afirmaba un derecho a profesar una religión diferente a la católica cuando antes se había hablado de tolerancia del error y se hablaba de que la Iglesia debía no inculturar de Cristo lo público cuando antes se había enseñado la obligación de transir de Cristo a todas las cosas. Vemos que setenta años después se sigue tratando de lograr la cuadratura del círculo, es decir, ocultar los errores del CVII con la grave consecuencia que esos errores tienen en la actualidad, al ocultar los errores se ocultan también las consecuencias y, por ello, ni el pueblo fiel ni los sacerdotes saben qué decir con respecto a la actual crisis de la Iglesia si hay o no hay crisis, sobre Francisco y sus declaraciones muchas de ellas heréticas y otras no morales, sobre Amoris Laetitia y su promoción del adulterio y otros pecados graves bajo el argumento de que se podría estar en gracia y cometerlos continuamente sin ningún problema si mediaban determinadas circunstancias y sobre cómo explicarle al pueblo la crisis actual de la Iglesia, hay que tener en cuenta que Francisco ha sido mantenido en el poder con el apoyo de obispos y cardenales durante siete años en los cuáles ya se ven las primeras consecuencias, no solamente una grieta cada vez más evidente entre progresistas y conservadores y una persecución de estos últimos sino dos cismas llevados a cabo desde el pontificado por medio de un acuerdo secreto de Francisco con China para formar una Iglesia católica comunista y reformista china que depende del gobierno chino y que persigue a los católicos no comunistas y por el camino sinodal de Francisco que está dando sus primeros resultados en Alemania la formación por parte de la Conferencia Episcopal Alemana (hay que reconocer que las conferencias episcopales nacionales son una creación del CVII y que antes no existían) del sínodo alemán y de una Iglesia reformista católica alemana pronta a separarse de Roma y a ser seguida por otras conferencias episcopales nacionales de países europeos que esperan a que Alemania gane la guerra a Roma para ellos avanzar, por ahora, se les ha sugerido a los reformistas alemanes que deben continuar hasta el 2022 con su sínodo, la sugerencia está expresada por Francisco por el hecho de que recién en 2022 el papa convocará un sínodo sobre la sinodalidad, los conservadores se han tranquilizado y esperan que todo salga bien en ese sínodo pero si las cosas no suceden así piensan que pueden en el futuro presionar a Francisco para que de una declaración diferente al resultado del sínodo como sucedió en el sínodo de Amazonia y no se dan cuenta que aceptar que un sínodo declare sus atribuciones es simplemente establecer que el sínodo tiene que regularse a sí mismo y su poder es superior al papa, que el tiempo juega a favor del progresismo católico y del NOM y que se está enviando este mensaje al pueblo alemán, al sínodo alemán y a los progresistas del mundo de que no se los molestará en el asesinato de la Iglesia católica en Alemania de la misma manera que no se evita ni evitará el asesinato de la Iglesia católica en China según el cardenal Zen. Durante setenta años han tratado los conservadores de ocultar errores del CVII y las consecuencias de los errores y cuando esas consecuencias llevan al resultado inevitable de que el Partido del Mundo en la Iglesia toma el gobierno de la Iglesia terrenal y se ven sus primeros males en Amoris Laetitia, en los cismas mencionados, en la destrucción de la santidad de la Iglesia y del prestigio del pontificado, los mismos hombres que estuvieron setenta años tratando de hacer un cículo cuadrado se mantienen en su postura que es o ruptura o continuidad y, por lo tanto, el ocultamiento de errores y consecuencias, el engaño a los fieles y la tibieza como pecado en la colaboración por acción, palabra y omisión en la destrucción de la Iglesia terrenal bajo la excusa de que si Dios ha dicho que las puertas del infierno no prevalecerán pues ellos pueden hacer todas las necedades y macanas posibles pues o existe Dios y las puertas del infierno no prevalecen o existe otro Dios y no hay problema en que prevalezcan las puertas de una nueva religión o Iglesia, con ello tientan a Dios y colaboran con la contraIglesia ¡qué saben esos necios cómo será la Iglesia santa de los últimos tiempos y su pequeño rebañito y si tendrá algún lugar en que reclinarse y adorar a Dios o deberá actuar desde el desierto! La exigencia de establecer que existía continuidad los llevó a ir más allá y establecer con Benedicto una hermenéutica de la continuidad que el cardenal Sarah ha llamado hermenéutica de la reforma y que es una forma de justificar las reformas de Francisco pero también las reformas presentes y futuras del sínodo alemán y la creación de una religión e Iglesia nueva y separada. Por otra parte, Benedicto y Muller siguen haciendo mala teología Benedicto afirma que el papado emérito es lo mismo que los obispos eméritos pero justamente antes del CVII no existían obispos eméritos es más una de las críticas de un obispo que fue obligado a presentar su renuncia a los 75 años a Juan Pablo II fue en tono de pregunta: “¿por qué debía él renunciar y dejar de ocuparse de su Iglesia y no debía el papa renunciar si tenía más de 75 años?” a lo que Juan Pablo II no supo qué responder a ese argumento que el obispo presentó para señalar que no debería existir la figura del obispo emérito y que es una invención que no cuenta con ningún apoyo ni en la tradición ni en la historia de la Iglesia en 2000 años; dicho argumento fue invertido sobre la base de una afirmación demográfica: a saber, que antes no habían obispos y papas tan viejos ¿pero es cierta esa afirmación? ¿son los ancianos de 80 o 90 años una creación de nuestros tiempos? Afirmación que supuestamente le permitiría a Benedicto sin muchos argumentos más justificar su renuncia y la creación del papado emérito y resucitando las afirmaciones de su secretario de la posible existencia de dos papas uno que gobernaba Francisco y otro espiritual Benedicto pero esas no eran las enseñanzas de Cristo y tampoco eran las enseñanzas de la Iglesia de siempre y no tienen como base más que la creación de los obispos eméritos de acuerdo con las reformas del CVII. Recordemos que siete años después de la renuncia de Benedicto y la creación del papado emérito tenemos sus consecuencias evidentes que son el misterio de iniquidad a saber no se sabe si hay un papa o dos o ninguno y las consecuencias también son: Francisco y sus reformas y fracasos en el gobierno de la Institución. Benedicto al hablar de que mantiene un papado espiritual nos está insinuando que el magisterio ordinario y extraordinario y la infalibilidad están en su persona y no en Francisco y nos sugiere ello que independientemente de sus conclusiones de acuerdo con los principios que expone de su teoría teológica él sería el único y verdadero papa. ¿Y entonces Ud. qué nos propone sería la pregunta del artículo y de Spécola al presentarnos esta reescritura por Muller y por Benedicto del libreto de cuarenta años que no termina de cerrar y que no cerrará nunca porque no se corresponde con los principios revelados y sus conclusiones obvias? Bueno, mi postura es abandonar las teorías que han demostrado no funcionar y de imposible solución después de setenta años en que grandes teólogos le han dado vueltas y vueltas, no obstinarse en un camino que nos ha llevado a la crisis actual de la Iglesia y empezar a enseñar la verdad sobre la base de una teoría que algunos ya han expuesto. El CVII tendría errores que han llevado al desarrollo del progresismo católico y de la contraIglesia y antiIglesia en la Iglesia terrenal, o sea, en la Iglesia terrenal existe siempre la lucha entre la ciudad de Dios y la ciudad de Satanás, la ciudad de Dios recibió el nombre de Iglesia santa católica aportólica y romana y la ciudad de Satanás el nombre de antiIglesia y contraIglesia, que eso sucedió siempre en la Iglesia terrenal y que dio lugar a la necesidad de expulsar herejía, a excomuniones y cismas, que en el CVII hay declaraciones y documentos que son a veces ambiguos y en los cuáles la doctrina y los dogmas fueron expresados de una manera menos clara y más confusa que antes incluso con errores en el magisterio ordinario, no ha existido un crecimiento en el CVII en la comprensión de los dogmas sino una merma y un decrecimiento en su comprensión y ello se debió a que durante tres siglos la Iglesia terrenal no supo cómo transir de Cristo lo público y cómo lograr por medio de la democracia (entendida como una forma de elección de autoridades) que se establezcan gobiernos católicos, la negativa o incapacidad de lograr gobiernos católicos por parte de la Iglesia llevó a que los católicos tengan que elegir entre partidos políticos no católicos sus autoridades y ello llevó a la proliferación de obispos comunistas y socialistas que se expresaron primero en el modernismo católico que en 1907 San Pío X declaraba como la suma de todas las herejías, en la negativa de Pío XI a cumplir con los pedidos de la Virgen junto con los obispos del mundo de consagrar a Rusia al Inmaculado Corazón de María en 1917 para que los errores del comunismo no se difundan en el mundo y en la Iglesia y el modernismo católico luego volvió a renacer o reaparecer de manera más taimada en el progresismo católico, en el CVII la Iglesia estaba inficionada por estos progresistas católicos que ejercían un poder económico grande desde Alemania y ello llevó a que las declaraciones y documentos del concilio debieran ser corregidos muchas veces por el papa Pablo VI y no se hicieron declaraciones en contra del comunismo (el comunismo es ateo y los sacerdotes y obispos comunistas terminan en una religión propia de masones que pone la fe en el Pueblo y en el Hombre) y luego Pablo VI prohibió lo que no podía prohibir, a saber, la misa de siempre y puso en su lugar una creación que estuvo bajo la dirección de un masón y que fue la misa ordinaria o de Pablo VI, en ella también se dio una merma en el culto y una cierta adulteración del mismo desde el punto de vista de que al estar enfrentados el sacerdote con el pueblo tanto uno como el otro podían llegar a creer que el centro del culto eran los hombres y no Dios y porque los gestos de un rostro o de muchos y los movimientos impiden la contemplación, se agregaron canciones de bajo nivel musical, se quitó toda acción piadosa que significaba humildad de siervo de Dios y se logró reducir la fe, el amor y la esperanza del pueblo pero principalmente de la jerarquía, con respecto al CVII no hay sólo dos opciones continuidad o ruptura sino una tercera opción y quizás otras más, nosotros presentamos esta tercera opción como continuidad con cierta adulteración y merma en la exactitud de la expresión de los dogmas, un proceso de decadencia que comienza hace tres siglos pero que se intensifica con el CVII, la renuncia de Benedicto y la elección de Francisco. Con respecto a la figura del papado emérito lo situo en el misterio de iniquidad porque ello permite que en la misa se diga que Francisco es el papa por la imposibilidad de saberlo y porque permite de acuerdo con los principios expresados por Benedicto que dice que conserva el papado espiritual se podría llegar a afirmar que el único papa es Benedicto o que ninguno de los dos son papas según convenga en el futuro y no es que elijo hablar de un misterio de iniquidad sobre el papado y el papado emérito actual por cuestiones de conveniencias sino porque me es imposible establecer de manera clara y basado en una tradición católica o en una verdad revelada quién es el papa y si hay o no papa. Con respecto a afirmar que el CVII implica una expresión menos exacta de los dogmas se justificaría porque la historia de la humanidad no termina en la instalación del paraíso terrenal por medio de la Iglesia sino en el Apocalipsis y esta persecución de los elegidos no solamente tiene bases teológicas en una merma del amor sino en una expresión más deficiente de los dogmas y verdades de fe y en gran parte de lo que se enseña sobre el fin de los tiempos por lo que considero que la existencia en el CVII de una continuidad con merma en el desarrollo y en la comprensión de los dogmas es de una validez y veracidad más que evidente sin que ello impida que pueda ser revertido este proceso de decadencia en la exposición de los dogmas y su comprensión, o sea, nos podríamos encontrar frente a un tipo del antitipo final o frente al antitipo final como enseña el P. Castellani sin perjuicio de nuestra obligación como católicos esjatológicos de observar las crisis de la Iglesia como las vírgenes prudentes siguiendo los signos de los tiempos y con las enseñanzas de los apocalipsis de Daniel, de los evangelios sinópticos y de San Juan, que pasen un buen fin de semana. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo

  3. Una vez mas se ven los resultados podridos del CVII : confusion, masiva perdida de fe, templos con asistencia en franco declive, universidades y hospitales que de catolicos solo tienen el nombre, cero evangelizacion etc,etc.

  4. «No es concebible que tal concepto jurídico no pueda aplicarse también al obispo de Roma», afirma explícitamente el Papa Benedicto XVI, y -sostiene Specola- aclarando así que renunció completamente a su cargo papal mientras mantiene una «dimensión espiritual de su oficio».

    Si fuera cierta la interpretación de Specola la conclusión es exactamente la contraria: en la Iglesia Católica sólo el Papa puede hacer equivalente el obispado emérito al Papado emérito. En consecuencia, Benedicto XVI no renunció a su cargo, está disponiendo algo que sólo compete a su cargo de Papa.

    El regente es Bergoglio que se disfraza con la ropa del Vicario de Cristo. Por eso, de este tema crucial del papado emérito no dice nada, sólo se queja de renuncias parciales del pastor, porque sabe que no es renuncia.

  5. Hay Concilios y Concilios de diversos orígenes y calificaciones y es ahí donde comienza el problema, fue dogmático o pastoral (como lo denominó S. Juan XXIII) o lo fue parcialmente ya que contiene alguna Constitución Dogmática (Lumen Gentium), y en este último caso qué Dogma definió o cómo se entiende lo dogmático sin definiciones. Es obvio, de manual, que ese estudio agotará los tiempos y los «espacios» en forma igual aunque alguien los considere diferentes (sic).
    El tema de la Escuela de Bolonia, no es la teología a la bolognesa sino la pretensión de originar un espíritu del Concilio más amplio y difuso de los textos documentales, llegados aquí la pregunta es: puede existir un espíritu del Concilio o el Concilio es lo que son sus documentos ?, si existe ese espíritu quién tiene el acceso al mismo o por qué vía ?.

  6. Nos cierran los Templos por esta pandemia,
    pues dicen que,en Ellos,peligra la vida;
    cuando es en los Mismos donde anda Escondida,
    y el alma,con hambre,se muere de anemia…
    Nos cierran los Templos los falsos pastores,
    dejando al Rebaño sin Pastos que nutren;
    y mientras,entre ellos -sesudos- discuten,
    las normas que-impuestas-,
    pergeñan traidores…
    Se cierran los Templos, hurtando a la gente
    la llama que,-humilde-,se ve,roja,al fondo…;
    y avisa,discreta,que- Allí,en lo más Hondo-,
    Está El Señor Mismo,Velado y Silente…

  7. Los últimos 7 años nos han abierto los ojos a muchos, y si era antes presumible hoy es patente que la hermenéutica de la continuidad ha fracasado y no se sostiene más, ni con palillos.

    El alma del CVII es el pasar página y la ruptura. Sabemos ya que el CVII fue secuestrado por los de la Escuela de Bolonia desde su minuto 2 (si no antes). Y los frutos han sido la debacle de los 70-80 y la apostasía, en ciernes entonces y hoy evidente. JPII y BXVI intentaron reorientar las cosas…..pero no puedes pedir peras a un olmo.

    Incluso hay que plantearse claramente hasta qué punto el CVII era necesario, por mucho que nos vendan la moto, averiada, del carácter pastoral…. Tal carácter vació las iglesias….y hoy las cierra.

  8. Juanito, es de una importancia capital conocer las sinergias y relaciones entre los distintos puntos de la fe católica, con respecto a su vertiente militante (Iglesia Militante) y con sus consiguientes sucedaneos modernistas. Si la Iglesia está disminuída y prácticamente irreconocible según una cosmovisión tradicional, es debido a hechos externos (en la persona de sus enemigos de siempre) y a defecciones internas en materia doctrinal. Hay que estudiar y estudiar sin prejuicios, aunque las comunidades Ecclesia Dei se pongan esparadrapo en la boca, mientras pellizcan como las niñas a la FSSPX. Si puede comprar este libro en formato físico, mucho mejor. Aquí lo tienes digital. https://adelantelafe.com/download/catecismo-catolico-la-crisis-la-iglesia/

  9. Es de una dificultad grande, sintetizar en este marco habilitado para comentarios, el distinguir lo esencial (los puntos o pilares esenciales dinamitados por el Concilio), de lo accidental, es decir, aquellos puntos o pasajes ortodoxos del Concilio, que no afectaban a las «paredes maestras» del entramado del Depósito de la Fe. Fue con el modo narrativo y con las imprecisiones deliberadas, donde se cambió, invirtió y se escondió en un plano inferior (desde un punto de vista de subordinación), todo aquello relativo a ecumenismo, libertad religiosa y colegialidad, los tres pilares que soportaban las paredes maestras del depósito de Fe, y que han sido cambiadas por un sucedaneo, en lo que ha sido de modo incuestionable, la Tercera Guerra Mundial: el Concilio Vaticano II.

  10. El problema no es la escuela de Bolonia, que se ha quedado momificada. El problema es la supuesta cátedra de Pedro que no aplica el verdadero concilio con la hermenéutica de continuidad de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, sino un supuesto «concilio » todavía peor que el de los bolonios, reñido literalmente con los documentos del verdadero Concilio, porque es directamente sincretísta y apóstata.
    Y también son problema los falsos tradicionalismos que, por otras razones, le hacen el juego juntando el «espíritu del concilio» modernista con los textos conciliares auténticos.
    Si la Virgen no hubiera prevenido estos tiempos sería como para no creerlo.

    1. Juanito, te equivocas de cabo a rabo. El falso tradicionalismo es precisamente el de Ecclesia Dei y sus congregaciones, no el que aludes indirectamente (FSSPX). Usas el concepto de «verdadero concilio en la hermenéutica de Juan Pablo II y Benedicto XVI», para dar fuerza a la idea de un concilio mal entendido, pero ortodoxo al fin y al cabo. Y como argumento, valiéndote seguramente de las dos declaraciones dogmáticas emanadas de él (como «cosa» vinculante para su aceptación) y de bastantes (muchos) pasajes en sí mismos ortodoxos. Es una visión minimalista (la de los puntos concretos ortodoxos) que sin tener en cuenta una visión de conjunto en los puntos esenciales, induce que pensar que «tampoco es tan malo», y si «algo hay que mejorar», es su recepción ortodoxa y en continuidad con el magisterio preconciliar y conciliar (conceptos de «hermenéutica de la continuidad» y de «Tradición Viva», en palabras de Benedicto XVI).

    2. Para decir cosas hermosas sobre la Stsma. Virgen no se necesita un concilio. El concilio está para fijar y aclarar cosas… y no para emitir textos nebulosos y, en bastantes casos, en ruptura con la Doctrina. Dado lo nebuloso de los textos, como hoy con Bergoglio, se puede interpretar el CVII casi como a uno le parezca….porque se trata de «contentar a todos». Y su olor, el que ha ido dejando durante décadas, es el de la ruptura.

      Para todo eso no hacía falta concilio.

      1. Para entender el por qué del concilio hay que tener claro el marco escatológico de los últimos tiempos. Solo a esa luz se entiende la maniobra del Espíritu Santo de tender una mano al mundo antes de la tribulación purificadora. Tender una mano al mundo moderno sin modificar para nada la doctrina católica y profundizando en algunos temas como la dignidad humana. Modificando sólo el modo de exposición y el lenguaje para adaptarlo a la cultura vigente. Por eso muchas cosas del concilio -no todas- son valiosas e irremplazables y nunca podrán ser removidas. Esto no lo entenderán quienes en nombre de un falso tradicionalismo lo rechazan en bloque, porque en realidad lo hacen para justificar comportamientos cismáticos.
        La «maniobra» del Espíritu Santo le fue explicada por la Virgen al padre Gobbi. Y en muchas otras revelaciones. En alguna Nª. Señora le llama «un soplo de aire fresco». Por eso quienes no han atendido el trabajo de la Virgen en los dos últimos siglos no entienden nada. Y por eso el falso tradicionalismo rechaza las revelaciones marianas.

        1. Dudo mucho que la Virgen dijera que el CVII era un soplo de aire fresco. Mejor ajustarse a la frase de Cristo : por sus frutos los conoceréis.

          1. De acuerdo con ambos, Fred y Alvar.

            1.- Por sus frutos los conoceréis. Y la Virgen, en cualquiera de sus revelaciones desde hace 100 años, jamás se ha puesto a alegrarse con los frutos del CVII. Más que aire fresco, es pulmonía y cáncer lo que ha traído el CVII. Vaya virus.

            2.- Con el CVII…. nunca más se supo del CVI ni de Trento, salvo para considerarlos reliquias de un pasado a no repetir, y superado por los superhombres del s.XX que son la «pera limonera». Continuidad cero es eso.

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