Ya tenemos el verano a la puerta y el otoño se acerca y nos amenaza con la fase final de sínodo de la sinodalidad. Unos 20 teólogos se encuentran en Roma durante 10 días para la redacción del documento de orientación. Reunión a puerta cerrada hasta el 13 de junio en la curia general de los jesuitas, todo un símbolo de quien orienta, cerca del Vaticano. Este texto inicial “preparará el camino” para la redacción del “Instrumentum Laboris 2” y todo orquestado por Giacomo Costa, secretario especial del Sínodo sobre la Sinodalidad, que informa que el misterioso grupo de teólogos se reúne para realizar “un análisis inicial” de los informes de las comunidades locales y discernir sobre sus “cuestiones y reflexiones teológicas”.
Se acerca la fiesta de San Pedro y nos pedirán la colaboración para el llamado Óbolo. La información es muy escasa, cada vez más, es lo que tienen los tiempos de trasparencia, y pretenden convencernos de que todo va muy bien. El último año del que teníamos información se salvo con la venta de patrimonio, mala cosa es cuando una familia empieza a vender para comer. En 2022 nos cuentan que 43,5 millones se recaudaron gracias a la colecta de la solemnidad de los santos Pedro y Pablo. En las escuetas explicaciones nos dicen que provienen «no sólo de colectas realizadas en las iglesias sino también de legados hereditarios destinados específicamente a este fondo o directamente al Santo Padre». Nos lo piden para «seguir ayudando a los necesitados» y «ampliar los horizontes de misiones caritativas, en Italia y en el extranjero». La realidad es que la casi totalidad se utiliza para cubrir los agujeros de la Curia romana que no termina de equilibrar sus cuentas.
Mensaje al embajador de Costa Rica ante la Santa Sede y a los participantes en el «Alto Evento de Nivel» sobre acción oceánica «Inmersos en el cambio», en San José de Costa Rica, con motivo del día de los océanos. «El agua es necesaria para la vida humana, sin ella no puede existir ningún progreso, ni siquiera social. Sin embargo, es deplorable constatar que intentamos convertir lo que es útil, como el agua, en objeto de explotación Indignémonos porque en lugar de considerar precioso este regalo de Dios, lo transformamos en moneda, en motivo de especulación e incluso en vehículo de extorsión. Todo el bien que el agua aporta a la gente sencilla corre el riesgo de ser destrozado por la malicia, el egoísmo y el desprecio por los demás”. «Apreciamos su utilidad común en la seguridad alimentaria, su humilde trabajo en la regulación del clima, luchamos contra la contaminación para devolverle su preciosa belleza y decidimos no violar su pureza, dejándola como legado a las generaciones futuras».
Desde hace casi dos años, tres mujeres de setenta años se encuentran en una prisión estadounidense por haber participado en una manifestación contra el aborto en 2020. «Sólo quería salvar vidas humanas». El delito es haber violado la Ley de Libertad de Acceso a las Entradas a las Clínicas por bloquear la entrada a una conocida clínica de Washington donde se practican abortos. La clínica es en la que se habían encontrado los restos de 115 fetos, algunos de los cuales parecían ser el resultado de una gestación tardía que sigue siendo ilegal en los EE.UU.
Hoy es día de elecciones en el viejo continente, en Italia empezamos a votar ayer por la tarde y se podrá hacer hasta esta noche a las 23. Son momentos en los que la iglesia es la gran ausente en la vida pública. Es una exclusión acompañada de una ‘autoexclusión’ en que se da la impresión de que no hay nada que ofrecer en un tiempo tan delicado. Pocos hablan, algunos hablan y los que lo hacen son muy claros. Nuestra Infovaticana nos ofrece la carta de Jesús Sanz, el arzobispo de Oviedo , en España. como siempre, muy recomendable: «como cristianos hemos de tener en cuenta los factores en que se expresen mejor o en los que menos se conculquen, los valores que representan la cosmovisión de nuestra tradición moral, cultural y religiosa». «Ante esta oportunidad de expresar con nuestro voto el compromiso con este legado, fijémonos en las formaciones políticas que más se acercan o menos se distancian de nuestro modo cristiano de ver las cosas ante la vida, la libertad, la verdad, la convivencia, asegurando democráticamente un auténtico respeto al Estado de derecho y la separación de poderes sin los amagos totalitarios que observamos en dictaduras bananeras».
En Italia tenemos la intervención de Massimo Camisasca, obispo emérito de la diócesis de Reggio Emilia y Guastalla, «Elecciones europeas 2024. Por la paz, un horizonte ideal» . «Todo lo ocurrido a lo largo de los milenios nos lleva a la conclusión de que lo que nació en Europa después de 1945 de la mano de De Gasperi, Schuman y Adenauer es un milagro. Es el milagro de una fe que ha asumido un proyecto político y cultural de gran alcance». Hoy las instituciones europeas se han convertido en una «burocracia que ha buscado invadir cada vez más la legislación nacional y la ideología de los derechos individuales, la desintegración de la familia, de la defensa de la vida y de la identidad personal y ha sustituido decisivamente al proyecto inicial». «Precisamente porque amamos a Europa y estamos convencidos de su necesidad y posible fecundidad en el concierto del mundo, no podemos rendirnos ante la decadencia actual de Europa». «La elección es entre ser ella misma o desaparecer de la historia del mundo». «Los cristianos de hoy tienen una gran responsabilidad: como levadura en la masa, están llamados a despertar la conciencia de Europa».
Del lejano 9 de noviembre de 1982 tenemos el discurso sobre la identidad europea de Juan Pablo II. Hoy es un buen día para releerlo y meditarlo: “Desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes. Reconstruye tu unidad espiritual, en un clima de pleno respeto a las otras religiones y a las genuinas libertades. Da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. No te enorgullezcas por tus conquistas hasta olvidar sus posibles consecuencias negativas. No te deprimas por la pérdida cuantitativa de tu grandeza en el mundo o por las crisis sociales y culturales que te afectan ahora. Tú puedes ser todavía faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo”.
«¿Quién es mi madre y mis hermanos?».
Buena lectura.