Nuestra Specola de ayer no hacía referencia a la audiencia del miércoles porque la publicamos antes. Hoy si podemos confirmar que, como ya es habitual, muy pocos asistentes, menos de los pocos porque llovía. Trabajo magistral de la televisión del Vaticano y de los fotógrafos para disimular los vacíos persistentes.
«Discernimiento» es hoy la palabra clave de la nueva teología moral. Se entiende en un sentido agnóstico y protestante: la norma moral ya no es absoluta, es siempre histórica y nunca definitiva, es siempre subjetiva y no sólo objetiva. La Iglesia debe educar en el discernimiento, caminar junto a todos educándose en el discernimiento, la sinodalidad sirve al discernimiento y viceversa, no debemos sustituir la conciencia, sino educarla para discernir, los divorciados vueltos a casar están comprometidos en un proceso de discernimiento, la pastoral requiere discernimiento comunitario, las leyes injustas deben ser evaluadas después de un discernimiento basado en el diálogo, etc. El problema es que detrás del nuevo significado de la palabra «discernimiento» hay un cambio total en la doctrina moral católica. Se basa en un supuesto agnóstico: nuestro conocimiento es siempre parcial e imperfecto porque es histórico y situacional. Es y siempre será interpretación. Por tanto, la moral tradicional es acusada sistemáticamente de intelectualismo, porque creía que el hombre, así como conoce la naturaleza de las cosas y de sí mismo, también conoce los principios de la vida moral a partir de la ley dorada: hacer el bien y evitar el mal. Como se sabe, las dubia, todas de carácter moral, que los cuatro cardenales presentaron al Papa Francisco no han sido contestadas.
Par muestra un botón y sigue creciendo la presión para que El Salvador legalice el aborto, en medio de leyendas fomentadas por multinacionales abortistas sobre mujeres presuntamente encarceladas por aborto espontáneo, nacimiento de bebés ya muertos y “emergencias obstétricas”. En el centro está el llamado “caso Beatriz”, que es un caso ejemplar de “fake news”. La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha estado examinando el caso de Beatriz, quien, según los medios, habría muerto a causa de un aborto negado. La Corte decidirá si las leyes provida del país centroamericano y que el presidente Bukele no quiere cambiar ni suavizar en absoluto, violan o no el derecho de las mujeres al aborto. Un fallo a favor del aborto podría obligar a El Salvador y quizás a otras naciones pro-vida del continente, Guatemala y Nicaragua en primer lugar, a legalizar y liberalizar el aborto. Las multinacionales abortistas han invertido millones de dólares en este caso a base de mentiras.
Cada vez son más y de más sonoras firmas los que no se callan y tenemos el texto de la carta del filósofo austriaco Josef Seifert, que actualmente enseña en la Universidad de Munich, a los cardenales enviada el 2 de mayo. Seifert no entiende cómo todos los cardenales, excepto los cardenales Dubia, simplemente guardan silencio sobre el problema del Papa Francisco. Los ejemplos de Seifert: su afirmación de que Dios quiere positivamente la diversidad de religiones, su apoyo al concubinato homosexual, su negación de la existencia de actos que son siempre y en todas partes malos, por ejemplo, el adulterio, su falsa enseñanza sobre la pena de muerte, su afirmación de que el infierno está vacío, su afirmación de que las almas de los pecadores mortales son “destruidas” después de la muerte. “Hasta donde yo sé, nunca ha habido un Papa en la historia de la Iglesia que haya afirmado tales monstruosidades”. No es una cuestión cultural de un Papa latinoamericano, no es una cuestión de gusto, estilo o temperamento.
Los problemas de Vaticano no terminan y tenemos el informe Anual de ASIF, la Autoridad de Información y Supervisión Financiera (antes AIF), para luchar contra el blanqueo de capitales y financiación del terrorismo e inteligencia financiera. Ciento veintiocho casos de informes de actividad sospechosa recibidos en 2022, 124 solo por el IOR, algunos de los cuales dieron lugar a cinco suspensiones. Diecinueve informes remitidos a la Procuraduría de Justicia. Sesenta y siete memorandos de entendimiento internacionales firmados hasta el momento, el último, el año pasado, con Macedonia del Norte y las Islas Caimán. En 2022 la “acción incisiva” de la ASIF con los aportes ofrecidos “internamente” y “externamente”, la participación “sin interrupciones ni titubeos” en los programas de foros internacionales como Egmont y Moneyval. Estos incluyen “actividades innecesariamente complejas o ilógicas, uso de dinero en efectivo, conducta poco cooperativa o sospechosa”. Para ser un sitio tan pequeño y con tantas cabezas pensantes es increíble que sigan pasando tantos desmanes.
No es extraño que la imagen pública de la iglesia en Italia no va nada bien y en una entrevista en la república a Zuppi sale en defensa del Vaticano : «La mala reputación que rodea al Vaticano es una idea equivocada». «Ciertamente ha habido escándalos: pero la Iglesia no es la comunidad de los perfectos. Se compone de hombres, y los hombres son pecadores. Pero el Vaticano no es una pandilla de sinvergüenzas» y hace referencia al tradicional «Casta meretrix”. Entra en las acusaciones contra Juan Pablo II en el caso Emanuela Orlandi «son indescriptibles. Siento decirlo, pero quien las pronuncie así pierde credibilidad. Algunas reconstrucciones son quizás el resultado de un corazón herido. Tan cerca de las heridas: pero éstas no justifican las calumnias».
Ya es imposible ocultar que la conferencia episcopal italiana empieza a tener problemas financieros que le obligarán a recortar actividades. El efecto Papa Francisco se empieza a notar en los bolsillos y eso duele mucho más que las críticas. El mismo Zuppi reconoce que los recursos del ocho por mil caerán en 300 millones entre 2021 y 2024, y la tendencia es a empeorar. Su procedencia de la Comunidad de Sant’Egidio, tradicionalmente llamada «la ONU de Trastevere» le hace aparecer como dialogante con todos, incluso con al gobierno actual. No es un secreto que entre los obispos italianos y la Santa Sede existe una frialdad creciente que Zuppi quiere revertir, cara le va a costar, ya le está costando y con Zuppi no parece que pueda mejorar.
El caso Orlandi sigue en la prensa todos los días. Nos enfrentamos a una maraña creciente y, según nuestra opinión, buscada, de falsedades. Tenemos una extraña carta en la que el arzobispo de Canterbury pide al cardenal Poletti una reunión «sobre la situación» de la niña, Pietro Orlandi se la entregó a los fiscales del Tribunal del Vaticano. El texto de la carta: «Querida Eminencia. Habiendo sabido que estará aquí por unos días en Londres, me siento obligado a invitarlo a visitarme en los próximos días para discutir personalmente la situación de Emanuela Orlandi de la que tengo conocimiento. Después de años de correspondencia escrita, creo que es correcto hablar personalmente de una situación de tanta importancia. Avísame si necesitas un traductor personal o si lo traes contigo. Espero su respuesta en los próximos días. Atentamente». El firmante Carey dice que «La firma es genuina, pero hay errores gramaticales en el texto». El papel en que fue escrito no lleva membrete ni timbrado, aunque sí las fechas y horas del envío. Para despertar más sospechas está la dirección, en el mismo distrito se encuentra el albergue femenino católico donde, según un documento surgido en 1998 (las llamadas «cinco hojas») Emanuela Orlandi habría permanecido escondida hasta julio de 1997.
Sigue en los medios el caso resurgido inesperadamente durante el encuentro del Papa en Hungría con los 32 jesuitas de esa provincia: “¿Cuál era su relación con el padre Jálics? ¿Qué pasó? ¿Cómo vivió esa trágica situación como Provincial? Has recibido fuertes acusaciones”. Son las preguntas directas de un jesuita que helaron el encuentro con el Papa Francisco y provocaron su larga respuesta. El Papa aconsejó la lectura de los dos últimos volúmenes de documentos sobre la época de la dictadura publicados por la Conferencia Episcopal Argentina para una aclaración exhaustiva. Vemos muchas críticas a las explicaciones del Papa Francisco «que deja no lo olvidemos, que no es la primera vez que miente para salir limpio».
Y terminamos con el Cardenal Müller que presenta su nuevo libro: “Todo Papa debe distinguir precisamente entre su mandato divino y él mismo como individuo con todas sus limitaciones. No debe imponer sus opiniones privadas sobre política o economía y ciencias no teológicas a otros cristianos». «El ministerio de Pedro no es un oficio secular de gobernante a la manera de los reyes absolutistas y los zares autocráticos, sino un ministerio pastoral-espiritual». Las reformas económicas y organizativas están sobre la mesa del Papa, pero en cuanto a Jesucristo y la celebración de los sacramentos, a Bergoglio le duelen las piernas. El Pontífice quiere subrayar que «no se gobierna con las piernas», nos atreveríamos a decir: “pero ni siquiera la Santa Misa se celebra con las piernas”. “Los obispos y los papas no deben tomar el ejemplo de los gobernantes seculares que oprimen y explotan a sus pueblos. Más bien, deben sobresalir en una mayor devoción a la salvación eterna de los creyentes».
La Santa Iglesia Romana tiene un papel especial en la comunión de las Iglesias locales instituida por los Obispos, porque está fundada sobre el testimonio de la palabra y el martirio de la sangre de los Príncipes de los Apóstoles Pedro y Pablo. Su obispo, como sucesor de san Pedro, es «principio y fundamento perpetuo y visible de la unidad de la fe y de la comunión». El título, que probablemente expresa la esencia del papado de la manera más profunda, proviene del papa Gregorio Magno (590-604), quien se autodenominaba Servus servorum Dei en contraposición al poderoso y ostentoso patriarca de la entonces capital imperial de Constantinopla.
«Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor…
Buena lectura.
