Corpus en Roma, muy penoso, una fiesta caracterizada por el fervor popular en la calles se ha reducido en la diócesis del Papa Francisco a un mero cumplimiento, cuatro años suprimida, y el actual estado del pontificado no hacen fácil una resurrección. Misa en San Juan de Letrán, en el interior, asistencia la justa, preside el Papa Francisco pero celebra el amigo Tucho. Es como si el desprecio a la diócesis de Roma se quisiera visualizar, en Roma no ha obispos capaces de celebrar en su diócesis que cuenta con seis auxiliares y seis eméritos, dos de ellos cardenales. Ausentes los miles de religiosos, 3.500 de ellos 1.800 ordenados y religiosas, 22.700, un verdadero ejercito; poco, poquísimo clero romano, en este momento más de 1.300; el residente, centenares, invisible; y menos fieles que curiosos. La procesión escasísima, la Vía Merulana, con mas policía que fieles; el Santísimo bajo palio, sin carroza, para lo que son los italianos para estas cosas, todo muy pobre y lamentable. La bendición final delante de Santa María, pocos fieles, nuestra imagen es una vista en el momento de la plaza en la bendición final, la bendición con la custodia la da el Papa Francisco sin ornamentos y desde la sede. Es lo que tiene tener cabreado a todo el mundo, un domingo por la tarde, mejor estar en la playa, o en los alegres castelli, que donde no te quieren.
El enfado sigue con los seminaristas, serán pocos, no tantos como en otras épocas, pero tienen su corazoncito y no les ha gustado nada los desprecios del Papa Francisco. Dados los abrazos y los desplantes parece que el pontífice tiene un marcado desprecio por todo lo católico, y una gran veneración por otras cosas, cuanto más zurdas, mejor.
Tenemos una carta de seminaristas y sacerdotes jóvenes, por el estilo no parecen muy alejados de la diócesis del Papa Francisco. Les aconsejamos el anonimato para evitar represalias, es breve y muy clara, la traducimos en su totalidad: «En las últimas horas hemos leído y visto muchos memes que ridiculizan la figura del clérigo. Son imágenes que han sido compartidas en los teléfonos móviles de muchas personas, incluidos sacerdotes. Nos gustaría llamar la atención del Santo Padre y de los obispos sobre un tema muy importante: el sacrificio. Muchos de nosotros comunicamos dentro de nuestra familia nuestro deseo de seguir al Señor Jesús y recibimos como respuesta una clara negativa. Algunos padres no estuvieron de acuerdo con nuestra elección precisamente por las muchas cosas que se dicen sobre la Iglesia. “Hay pedófilos, hay corrupción, hay poder, etc…”».
«No todas nuestras familias son católicas, no todas asisten a la parroquia, a nuestras estructuras. La historia de cada uno de nosotros es diferente pero tenemos un único sí en común. Sacrificio. Un sacrificio por amor. Amamos al Señor Jesús y a la Iglesia Su novia. Amamos al Vicario de Cristo, el Papa. Pero al mismo tiempo no podemos silenciar nuestra decepción ante las palabras de Francisco. Nos duelen y nos exponen a muchos problemas. Es cierto que el Señor ya nos ha dicho que seremos perseguidos pero sería bueno que el Papa nos defendiera y no nos atacara».
«Muchas de nuestras familias están haciendo un verdadero camino hacia la realidad del seminario y de la Iglesia en general. Lo están redescubriendo gracias a nuestra elección. Esta salida del Papa no ayuda. Endurece las relaciones. Algunos de nosotros llegamos a casa durante el fin de semana y nos preguntaron: “¿Y entonces? ¿En tu seminario también hay maricones?”. Santo Padre, las palabras -como usted nos ha recordado a menudo- son peores que las armas. Debes pensarlo dos veces antes de usarlas. Además, le pedimos que asista más a los seminarios. Quizás no lo hizo lo suficiente como arzobispo y ciertamente no lo hace hoy como Papa, como con razón le preguntó un joven sacerdote en el último encuentro con los sacerdotes romanos: «¿Por qué no va al Seminario Mayor Romano? ?»».
«Ve allí y cuida de tus seminaristas. Hazlo sin prejuicios ni ideologías, que a menudo condena con razón. Hazlo como lo hace un padre con sus hijos. Sin exigir que todos piensen como vosotros, que sean como vosotros, procurad que cada uno sea fiel a Jesús y le sirva con sus propias limitaciones y talentos. No te preocupes por tu orientación sexual, tus preferencias litúrgicas o tu carácter. Ve a almorzar con ellos. Ve y ora con ellos. Escuche sus historias y comprenderá que ya no existen los clérigos del pasado que llegaban al seminario con una sólida familia católica detrás. Comprenderá que cada uno de ellos llega al seminario después de una elección que a veces les ha traído mucho sufrimiento. Los tiempos han cambiado, Santidad, las familias han cambiado y la Iglesia también ha cambiado. Intentamos ofrecer una imagen de esta Esposa más acorde con lo que Cristo quería. Ni progresistas ni conservadores. Ni maricones, ni hombres alfa. No a favor de Bergoglio, ni contra Bergoglio. Cultivemos el amor a Cristo Jesús, a su Iglesia herida pero santa, al Papa quienquiera que sea».
Los ‘francisquistas’ ya no saben como defender lo indefendible y la teóloga Marinella Perroni interviene tras las palabras del Papa Francisco sobre la homosexualidad. «Cometió un error, pero era razonable esperar una mayor lealtad de los obispos italianos». «El papado también necesita ser reformado». «Las expresiones utilizadas por el Papa durante el encuentro con los obispos italianos son «imperdonables», ciertamente erróneas, pero hay que tener en cuenta que hay un contexto más amplio en el que deben situarse»
«Hay personas que tienen una clara orientación homosexual y no saben vivirla de forma libre y madura, sino que esperan superarla sublimándola, eligiendo la vida clerical. En el seminario, en las primeras etapas, impulsado por el entusiasmo, la cosa puede incluso tener éxito, pero luego se hace cada vez más difícil controlarla». «He aquí el verdadero error del Papa: podría haber aprovechado la oportunidad para decir que el debate se aplica tanto a los heterosexuales como a los homosexuales. El verdadero problema es que los seminarios no tienen la capacidad adecuada para formar personas en una sexualidad plenamente madura y responsable».
«Que la Iglesia católica tiene un grave problema con la sexualidad, que nunca ha abordado seriamente la cuestión de la sexualidad porque con demasiada frecuencia la ha mortificado, condenado o alterado es un hecho que se ha destacado durante décadas. Francisco no puede dejar de saber que las sexualidades inmaduras, ya sean hetero u homo, se convierten en un problema grave».
«El Vaticano II también inició un proceso de reforma que ciertamente incluyó el replanteamiento de todos los ministerios y, por tanto, también de las estructuras de formación adecuadas para sostener el orden ministerial de la Iglesia. Este proceso fue bloqueado y no produjo el resultado deseado». «¿Qué decimos entonces? ¿Cerramos los seminarios? ¿Pero con qué los reemplazas? Hay que decir también que los seminarios en los que se sigue el modelo tridentino parecen gozar de excelente salud». «Lo que bloqueó la recepción del Concilio Vaticano II fue el terror de los eclesiásticos hacia la protestantización de la Iglesia católica. Necesitamos partir de ahí para iniciar una revisión del ministerio que también implica el celibato».
Sobre el bloqueo del diaconado: «Francisco quiere que las mujeres sean responsables de las comunidades, pero que no pertenezcan a la jerarquía eclesiástica». «Después de eso, sin embargo, queda abierta la cuestión de que el único ejercicio de la autoridad en la Iglesia católica está en manos de la jerarquía eclesiástica. ¡Desgraciadamente, la «devoción» que Bergoglio tiene por el doble principio mariano-petrino es inquebrantable!». «El problema de la Iglesia católica es quién gestiona el poder, quién toma las decisiones, quién interviene en los nombramientos, quién garantiza el aparato». «La reforma del papado es parte de las reformas que la iglesia necesita. Debería ser «ad tempus» y la forma de la Iglesia no debería ser la de una monarquía absoluta, ni siquiera ilustrada».
En el caso Orlandi entramos en fases muy complicadas, tanto va al cántaro a la fuente… La cara visible es el hermano Pietro que durante años se ha empeñado en difundir teorías y pistas, cada una más extraña que la otra. Esto le garantiza seguidores y un lugar en la televisión, nada mal. Tenemos nada menos que una comisión de investigación compuesta por diputados y senadores que parece que no gusta mucho: “Como predije. Desde mi citación a la Comisión, alguien se ha estado preparando para los habituales lanzamientos de barro y evidentemente intenta desacreditar al abajo firmante con la habitual lista de falsedades». Todo apunta a que seguiremos como en los últimos cuarenta años, nada se aclarará y se abrirán nuevos capítulos de distracción.
«Este es el heredero. Vamos, matémosle, y será nuestra la herencia».
Buena lectura.
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