Es domingo y el Papa Francisco sigue en Mongolia, hoy tenemos alguna noticia más, no tanto del contenido de las intervenciones papales sino del contexto chino del viaje. Da la impresión de que es más importante el vecino que el visitado: «el Señor Jesús, al enviar a sus seguidores al mundo, no los envió a difundir el pensamiento político», «por eso Los gobiernos y las instituciones seculares no tienen nada que temer de la acción evangelizadora de la Iglesia, porque no tiene una agenda política que llevar adelante, sino que sólo conoce la fuerza humilde de la gracia de Dios y de una Palabra de misericordia y de verdad, capaz de promover lo bueno de todos».
«Llego a Mongolia en un aniversario importante para ustedes: el 860º aniversario del nacimiento de Genghis Khan». » Que el Cielo nos conceda que en la Tierra devastada por demasiados conflictos recrear también hoy, respetando el derecho internacional, las condiciones de lo que fue la ‘Pax Mongolica’, es decir, la ausencia de conflictos». Según la revista jesuita estadounidense America, «ningún obispo de China continental recibió permiso de las autoridades de Beijing para viajar a Ulán Bator para este acontecimiento histórico». La agencia Asianews recuerda que «en la cercana provincia china de Mongolia Interior hay una animada comunidad católica y uno de sus obispos, monseñor Antonio Yo Shun, obispo de Jinin en 2019, fue señalado como el primero de los seis frutos del acuerdo provisional entre Roma y Beijing sobre el nombramiento de los obispos». Si hay fieles chinos y presentes los obispos de Hong Kong y Macao.
El Papa Francisco sigue con sus cosas ecológicas y lanza un llamamiento para construir juntos un «futuro de paz», recordando también cuán «urgente» e «inaplazable» es el compromiso de proteger el planeta Tierra. Elogia al gobierno mongol: “Nos ayudáis a reconocer y promover con delicadeza y atención, contrarrestando los efectos de la devastación humana con una cultura del cuidado y de la previsión, que se refleja en políticas ecológicas responsables”, y señalando los tradicionales “espacios habitables que hoy podríamos definir como ‘inteligentes’ y ‘verdes’”, con cero impacto en el medio ambiente. El Papa Francisco se encuentra con budistas y representantes de otras religiones: las religiones deben promover la «armonía», rechazando las tentaciones de la violencia y el fundamentalismo.
En el encuentro con obispos, sacerdotes y religiosos parece que algo de ‘proselitismo’ hay que hacer en Mongolia: «¿por qué gastar la vida por el Evangelio? Precisamente porque, como recuerda el Salmo 34, uno ha gustado, sentido el buen sabor, experimentado en la vida la ternura del amor de Dios. Ese Dios que se hizo visible, tocable, encontrable en Jesús. Sí, es la buena noticia destinada a todos los pueblos, el anuncio que la Iglesia no puede dejar de hacer, encarnarlo en la vida y «susurrarlo» al corazón de las personas y de las culturas». «Hermanos y hermanas, no temáis los números pequeños, los éxitos que se retrasan, la relevancia que no aparece. Este no es el camino de Dios. Miremos a María, que en su pequeñez es más vasta que el cielo, porque ha albergado en sí misma a Aquel a quien los cielos y los cielos de los cielos no pueden contener».
Un ausente de este viaje es el defenestrado nuncio apostólico del país visitado. Alfred Xuereb fue despedido poco antes de que el Papa llegara a Mongolia. Alfred Xuereb creó más problemas de los que resolvió y su destitución no ha sido una decisión complicada para el Papa Francisco que cuando lo nombra nuncio parece que buscaba más su alejamiento que su promoción: «aquí en Mongolia no lo extrañamos en absoluto». La expulsión de Alfred Xuereb fue bien recibida en los círculos de la diplomacia papal porque «nunca hizo nada, al contrario, tal vez creó más problemas de los que ya existían». Extraño fin para el que fue secretario de dos pontífices: «eso no significa que no se le encomiende algún otro ‘encargo de adorno'», pero se ha ganado mala fama por no ser “ni frío ni caliente”.
Seguimos con artículos sobre las referencias del Papa Francisco a la resistencia de los ‘carcas’ en Estados Unidos: «Es frustrante porque a la Iglesia aquí en Estados Unidos le está yendo bien, al menos en comparación con la Iglesia en Europa y América del Sur, incluida, en particular, Argentina. Los seminarios han sido reformados ampliamente, las vocaciones están creciendo entre las comunidades religiosas fieles, los apostolados laicos lideran los esfuerzos de evangelización, algunas escuelas católicas sobreviven sin la ayuda de fondos gubernamentales y cada año decenas de millones de dólares de la Iglesia estadounidense van al Vaticano para ayudar a los pobres en el extranjero y para la ayuda internacional.
¿Aprecia el Santo Padre el extraordinario bien que proviene de los católicos estadounidenses? Parece que no». «Qué lástima que mi padre espiritual, el padre espiritual de millones de católicos en Estados Unidos, nos vea tan negativamente. A medida que se desarrolla el papado de Francisco, un número creciente de católicos sienten que es hostil con ellos». «Ninguno de estos católicos vive “de ideologías”: se esfuerzan por vivir según las enseñanzas de la Iglesia, tal como lo hace el Santo Padre, aunque no le agrademos. En medio de todos estos malentendidos, estoy tratando de amar al Papa Francisco. Sólo desearía que fuera menos difícil».
Jim Caviezel, volverá a interpretar a Jesús en La Pasión de Cristo: Resurección, película que nuevamente tendrá a Mel Gibson como director y que comenzará su producción en enero de 2024: «será la película más grande de la historia» y que «será una de las mejores cosas que que hayamos visto». Mel Gibson también ha hablado sobre esta película, comentando que actualmente tiene dos guiones y que está por decidir con cuál se queda ya que «uno de ellos es un guion muy fuerte y estructurado y es un poco lo que esperarías, y el otro es como un viaje de ácido».
Triste, muy triste la imagen de un obispo católico dando la comunión a un musulmán durante la misa y sabía perfectamente quién era. El semoviente es el arzobispo de Londrina, en Brasil, Geremias Steinmetz, dio la comunión al jeque Ahmad Saleh Mahairi durante la misa de funeral de Dom Geraldo Majella, arzobispo de São Salvador da Bahía y primado de Brasil entre 1999 y 2011, celebrada el 28 de agosto en la catedral de la ciudad. El jeque Ahmad Saleh Mahairi, fundador de la mezquita Rei Faiçal de Londrina, recibió la Comunión en la mano y se retira sin consumirla. Ante las repercusiones de estas imágenes, el vicario general de la archidiócesis de Londrina, Rafael Solano, habló con el jeque para aclarar la situación y parece que se fue a su banco, se sentó y consumió la Eucaristía. Más tristes todavía las explicaciones del despistado arzobispo: “La Iglesia también mira con estima a los musulmanes. Adoran al único Dios, vivo y duradero, misericordioso y omnipotente, creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres y a cuyos decretos, incluso los ocultos, tratan de someterse con todo el corazón, como Abraham se sometió a Dios». “La celebración eucarística nos enseña el noble ejercicio de la caridad, alimenta la mansedumbre, conduce a la fraternidad y al respeto por todos. Que la Eucaristía, misterio de amor, sea fuente de gracia y de luz que ilumine los caminos de la vida para todos». Pues otro que parece que tiene una fe muy floja en lo que es la Eucaristía, es lo que tiene colocar ínfulas a semejantes cabezas.
Publicación interesante: “Jérome Lejeune, la libertad del científico”, de Aude Dugast. «La inteligencia de uno es un regalo para todos.» «Jérôme Lejeune, un hombre extraordinario que puso su talento ilimitado al servicio de los niños con discapacidad mental. Pionero de la genética moderna, deslumbrado por la belleza de cada vida humana, el profesor Lejeune hizo historia defendiendo a los que no tienen voz. Siguiendo su conciencia de médico fiel al juramento hipocrático y de cristiano fiel a su bautismo, mostró brillantemente cómo la ciencia y la fe pueden crecer juntas. La suya es la historia de un hombre que permaneció profundamente libre a pesar de los honores recibidos en todo el mundo y los violentos ataques contra él». Aude Dugast, filósofa de formación, es postuladora de la causa de canonización de Jérôme Lejeune, desde 2012, en el seno de la Asociación de Amigos del Profesor Lejeune y fue vicepostuladora de la investigación diocesana de 2007 a 2012.
En tiempos convulsos los hay que se agarran a Malaquias y sus famosas profecías: «al final, siguiendo el lema Gloria Olivae del Papa Benedicto XVI, se enumeran dos personas más. Petrus Romanus, a cuyo heroico pontificado se atribuye la destrucción de Roma y el Juicio Final, y un candidato de transición insertado entre Gloria Olivae y Petrus Romanus, representado con la frase incompleta : “En la persecución de la Santa Iglesia Romana se sentará…» El Papa Benedicto XVI, en una conversación con Peter Seewald, no sólo no negó su autenticidad, sino que incluso llamó a estos oráculos «profecías» y asoció su origen con San Felipe Neri: “Todo es posible”.
Terminamos con Benedicto XVI en ‘Dogma y predicación: «Quien es amado por Dios nunca más morirá. En él, en su mente y en su amor, no sólo sobrevive una sombra de nosotros: en Él, en su amor creador, nosotros mismos somos preservados para siempre y hechos inmortales en todo nuestro ser y en lo que nos es más personal. Es su amor el que nos hace inmortales; y es también este amor el que trae la inmortalidad que llamamos «cielo». El cielo no es absolutamente otra cosa que esto: Dios es lo suficientemente grande como para tener lugar incluso para seres miserables como nosotros».
«Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará».
Buena lectura.
«La relevancia que no aparece». Eso es un poco el viaje del papa a Mongolia. Una nfima cantidad cristianos que lo reciben con fervor y gratitud. Y esas palabras de Francisco, siempre oportunas y convincentes. Otros querrían aquellas multitudes delirantes de otros viajes papales que poco más que unas cuantas fotos llamativas dejaban. Francisco siempre hace gestos elocuentes y coherentes: alaba al pueblo mongol por saber vivir en armonía con la naturaleza, cosa que la mayoría de la población mundial ignora. ¡Qué buen pastor tiene la Iglesia de Cristo!
¿Pax Mongolica? ¿Pero qué dice este tío? Puede que fuera cierto con los sucesores de Gengis Kan, pero con éste fue la paz del cementerio: su máxima fue «destruir a sus enemigos y abrazar a sus mujeres», y bien que lo consiguió saqueando, matando y destruyendo en sus conquistas, y hacer que un 20% de la población oriental actual sea descendiente de él. Lo que seguro no se le puede reprochar es que no tuviera los objetivos claros.