Venimos de décadas, quizás siglos, de centralización estatista , ahora nos vemos obligados a tomar el camino opuesto, es decir, devolver a las comunidades que preceden al Estado lo que les corresponde. El principio prevé, por tanto, la existencia de un orden social, en el que cada nivel persigue sus propios objetivos naturales y no artificiales, los debidos y no los simplemente esperados. Este marco cultural ya no existe y se abre el juego del egoísmo. Los estados deciden políticas familiares y escuelas, imponiendo ideologías pseudoeducativas antinaturales y de género.
Interesante publicación de Francesco Erbani, «El estado del arte – Reportaje entre vicios, virtudes y gestión política del patrimonio cultural», que afecta de lleno a muchos bienes propiedad de la Iglesia. Italia posee el mayor patrimonio artístico del mundo. El estudio aborda los problemas del fuerte crecimiento del número de visitantes , mala financiación y una sucesión contradictoria de reformas. Erbani habla de un sistema al borde del colapso por la escasez de personal y que abusa del trabajo precario; la explotación de bienes culturales, incluso con fines comerciales y la presión descontrolada del turismo. El sector público tiene restricciones presupuestarias, mientras que el sector privado se queja de poca desgravación fiscal. Faltan inversiones, pero también faltan personas y el cuidado, el control y la protección son un asunto residual.
Largo artículo sobre «El papa Francisco y el undécimo (nuevo) mandamiento (interesado): «No rechazar a los migrantes». El artículo responde a la pregunta que muchos e hacen: ¿Y qué pensaban los predecesores del papa Francisco sobre la inmigración y sus (necesarios) límites? Juan Pablo II: “La Iglesia lo reconoce a todo hombre, en el doble aspecto de la posibilidad de salir del propio país y la posibilidad de entrar en otro, en busca de mejores condiciones de vida. Desde luego, el ejercicio de ese derecho ha de ser reglamentado, porque una aplicación indiscriminada ocasionaría daño y perjuicio al bien común de las comunidades que acogen al migrante. Ante la afluencia de tantos intereses al lado de las leyes de los distintos países, es preciso que existan normas internacionales capaces de establecer los derechos de cada uno, para impedir decisiones unilaterales que podrían ser perjudiciales para los más débiles”. Benedicto XVI “Al mismo tiempo, los Estados tienen el derecho de regular los flujos migratorios y defender sus fronteras, asegurando siempre el respeto debido a la dignidad de toda persona humana. Los inmigrantes, además, tienen el deber de integrarse en el país de acogida, respetando sus leyes y la identidad nacional».
Tosati nos ofrece un primer artículo sobre San Juan Bosco y el papado. ¿En qué consistía el amor de Don Bosco por el Papado? ¿Qué límites tenía? ¿Qué trucos utilizó? El recopiló la famosa «Historia Eclesiástica», una selección metódica e ideológica de las principales historias eclesiásticas de su tiempo. Don Bosco no escribe una historia en el sentido científico moderno, sino que selecciona los episodios desde una perspectiva educativa para uso de sus jóvenes. «Elegí los hechos, modos y palabras que me parecieron más adecuados a la clase de lectores a quienes va dirigido, siendo mi estricto deber seguir imparcialmente a autores contemporáneos o más cercanos a la época de los hechos expuestos. En caso de duda, seguí a los escritores que vivían en los sitios donde ocurrieron los hechos descritos». Así presenta la institución del ministerio petrino «Entonces Jesús dijo: Sobre esta roca fundaré mi Iglesia . Que significan las palabras: Tú, oh Pedro, serás en la Iglesia el fundamento de una casa. Los cimientos son la parte principal e indispensable de la casa, ya que es sobre la que se apoya todo el edificio». «Las puertas del infierno son el poder de Satanás, y significan las persecuciones, las herejías, los errores, los esfuerzos, las artes que el diablo implementaría para derrocar de una manera u otra a la Iglesia». «… todos sus esfuerzos nunca tendrán éxito en otra cosa que en aumentar la gloria de esta Esposa del Redentor».
Tremendo incendio, pensemos que fortuito, tantos dan mucho que sospechar, en Saint-Omer, en su antigua e impresionante catedral, hoy basílica, nuestra imagen de hoy. El párroco asegura que se pudieron salvar obras de arte, objetos de culto y, sobre todo, el Santísimo Sacramento. La tristeza natural de los feligreses: «Hice todo en esta iglesia, fui bautizada, confirmada, hice mi primera comunión, me casé».
El Dalai Lama se encuentra en un lío, es el decimocuarto y se teme que el decimoquinto «Océano de Sabiduría» sea de complicada reencarnación y todo apunta a dos rivales: un Dalai Lama según la tradición y un segundo Dalai Lama de orientación china. Los Dalai Lamas residieron en el Tíbet hasta 1950, antes de la invasión china.
Y terminamos con uno de los temas de los que hoy no se puede hablar: el destino eterno del alma. Parece completamente irrelevante, y se transmite el mensaje de que después de la muerte todos iremos al cielo. Creemos que «los pecados van al infierno pero Dios salva a los pecadores», una especie de salvación automática, para todos, que además de ser falsa, contradice la enseñanza de la Iglesia y las mismas palabras de Jesús. Parece que nadie ha ido jamás al infierno hasta ahora, ni nadie irá allí en el futuro, sólo estaría satanás con los ángeles rebeldes, pero puede que al final también habrá amnistía para ellos. Lo cierto es que nunca podremos saber con certeza si un alma está condenada o no; de hecho, no sabemos si esta alma hizo, quizás un instante antes de morir, un acto de sincera contrición y pidió perdón a Dios como el buen ladrón en la cruz. Sin embargo, parece claro que este terrible desenlace es posible para todos los seres humanos, Dios nos deja libres para acogerlo como Señor y Salvador o rechazarlo.
“¡Tú eres el Hijo de Dios!”
Buena lectura.