Celebramos la Solemnidad de la Epifanía del Señor y que mejor forma de hacerlo que con las palabras del Papa Benedicto XVI, en su libro “La infancia de Jesús”. Al considerar el relato evangélico de los Reyes Magos, habla de que varios factores que “podían haber concurrido a que se pudiera percibir en el lenguaje de la estrella un mensaje de esperanza. Pero todo ello era capaz de poner en camino solo a quien era hombre de una cierta inquietud interior, un hombre de esperanza, en busca de la verdadera estrella de la salvación». “Eran ´sabios´; representaban el dinamismo inherente a las religiones de ir más allá de sí mismas; un dinamismo que es búsqueda de la verdad, la búsqueda del verdadero Dios, y, por tanto, filosofía en el sentido originario de la palabra”.
“Podemos decir con razón que representan el camino de las religiones hacia Cristo, así como la autosuperación de la ciencia con vistas a él. Están en cierto modo siguiendo a Abraham, que se pone en marcha ante la llamada de Dios. De una manera diferente están siguiendo a Sócrates y a su preguntarse sobre la verdad más grande, más allá de la religión oficial. En este sentido, estos hombres son predecesores, precursores, de los buscadores de la verdad, propios de todos los tiempos”. “Queda la idea decisiva: los sabios de Oriente son un inicio, representan a la humanidad cuando emprende el camino hacia Cristo, inaugurando una procesión que recorre toda la historia. No representan únicamente a las personas que han encontrado ya la vía que conduce hasta Cristo. Representan el anhelo interior del espíritu humano, la marcha de las religiones y de la razón humana al encuentro de Cristo”.
Queremos empezar con este recuerdo agradecido a quien tanta luz ha puesto el estos tiempos de oscuridad de caos y confusión. En este momento la máquina de fango contra Benedicto XVI ha vuelto a funcionar. El hombre que será recordado por haber denunciado «la inmundicia en la Iglesia» en el Vía Crucis de 2005 y por haberla combatido como nadie en su pontificado. Se retoma una vieja historia que «Der Spiegel» publicó en los mismos días en que se hizo pública la Carta pastoral a los católicos de Irlanda, documento-símbolo del pontificado de Benedicto XVI sobre el tema de la pedofilia. La acusación fue desmantelada ya en 2010 tras la publicación del artículo de Spiegel, con los documentos oficiales de la archidiócesis de Munich y Freising por el cardenal Marx: ‘el ex arzobispo dio su consentimiento para el traslado del sacerdote a Munich pero no para su regreso a la actividad pastoral’. El visto bueno del actual Papa Emérito se limitó a aceptar el traslado, no a la autorización de actividades pastorales en ningún caso y fue suspendido en 2010 por la arquidiócesis de Múnich. y Freising por haber violado la prohibición. Otro típico caso de cosas viejas y aclaradas que se pretenden presentar como nuevas con nuevos ‘descubrimientos’.
El Papa Francisco goza de las simpatías de los medios del régimen actual y se cubren sus meteduras continuas de pata como se puede. En la audiencia de ayer nos organizó otro batiburrillo de viejas moralinas jesuitonas. Los ancianos tienen propensión a añorar sus años de juventud y recuerdan con viveza episodios pasados. Hoy hay una sensibilidad creciente por los animales domésticos y no ha caído muy bien que se contrapongan a los hijos con viejas tácticas de demonización sin pies ni cabeza. Si hacemos caso al Papa Francisco, los que tienen hijos no tienen perros, o gatos, y los que que no los tienen siempre tiene hijos, o algo así. Vivimos un ataque sin cuartel a la familia, un 40 % de la población, y los datos crecen, vive solo y este es el drama. Hay gobiernos, pocos, que no gustan nada al Papa Francisco, que están apoyando a las familias y se nota, hay otros, los amigos del Papa Francisco, como el abortero Biden y el de su argentina querida, que ya sabemos a qué juegan. Cuando una familia es de verdad, y más si vive los valores cristianos, caben todos, listos y tontos, hijos y perros, rígidos y francisquistas, sin ningún problema. Como ya nos tiene habituados, las palabras son bonitas, pero no se sacan las consecuencias ni se atacan sus raíces: «Y muchas parejas no tienen hijos porque no quieren o solo tienen uno porque no quieren otros, pero tienen dos perros, dos gatos. Sí, los gatos y los perros toman el lugar de los niños. Sí, es gracioso, lo entiendo, pero es la realidad. Y esta negación de la paternidad y la maternidad nos menoscaba, nos quita la humanidad. Y así la civilización se vuelve más vieja y sin humanidad, porque se pierde la riqueza de la paternidad y la maternidad».
The Wanderer se ha convertido en una referencia obligada para entender muchos aspectos porteños del actual pontificado. Los primeros espadas de la información religiosa en Italia traducen y recomiendan muchos de sus artículos, hoy Francisco, el Papa de los tristes destinos «El pontificado de Francisco se encuentra en sus últimos actos y se espera que tarde o temprano baje el telón que acabe con esta Tragedia». «Dentro de poco vendrá la hora en que de nada sirven los cargos, ni las alabanzas ni los improperios, el cetro huya de las manos y la pesada corona caiga de las sienes, el poder se desvanezca como humo en el aire y el miedo se disuelva como la nieve. Quien pretendía predeterminar el futuro no podrá ni influir en el presente. Olvidado por sus servidores en vida, que perderán el calor de su estima junto al de su cuerpo mientras lo buscan en el nuevo sol que se levanta. Su anillo será machacado y creado con él el de su sucesor. En el fondo, toda su vida y final nos habla de nosotros y de los peligros de centrarnos en nosotros mismos: Acta est fabula et de te narratur!».
Con el deseo de que los Magos, la Befana, o a quién corresponda, nos reconozcan lo bien que nos hemos portado y sean generosos con nuestros lectores.
«Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría».
Buena lectura.
«El pontificado de Francisco se encuentra en sus últimos actos y se espera que tarde o temprano baje el telón que acabe con esta Tragedia»
1. Quien se encuentra también en sus últimos actos no sólo es Bergoglio, sino todo el colegio de cardenalicio y episcopal.
2. En efecto, tiene en su responsabilidad:
a) por NO haber advertido y depuesto en su caso a un Papa que ahora es heresiarca excomulgado latae sententiae non declarata, por herejía manifiesta, notoria y constante de la comunión y absolución de los adúlteros impenitentes aprobada en Amoris laetitia (n. 305 y notas 336 y 351) y elevada a falso magisterio auténtico en el Rescripto ex audientia de 5 de junio de 2017, no responder a las Dubia del 2016 y las correcciones fraternas, la tolerancia de su implantación en muchas diócesis (Fátima-Leiria, Lisboa, Oporto, Braga, Sicilia, Piamonte-Valle de Aosta, Roma, Malta, Buenos Aires, Bélgica, Alemania…), y por haberla unido al Año de San José 2021.
b) por NO haber advertido de los graves errores de Traditionis custodes y sus Responsa ad Dubia (guerra civil con los tradicionalistas), el pacto secreto con la China comunista atea (la cismático-herética Iglesia Patriótica), el camino sinodal alemán (herético-cismático), la celebración de la Pachamama en los jardines vaticanos el 2019 (idolatría), por su apoyo a las uniones homosexuales…
c) por NO haberse quejado ante el cierre de los templos y las misas decretadas por cientos de obispos, el Papa (Semana Santa 2020) y las autoridades civiles, durante la pandemia del covid, lo que ha impedido el libre ejercicio de los derechos fundamentales a la celebración al culto religiosos.
El desprestigio, descrédito y pérdida de la reputación NO sólo es de Bergoglio SINO TAMBIÉN de casi todos los obispos y cardenales, por su silencio, tolerancia, disimulo y omisión del deber de emitir la debida decisión ante las herejías y errores de Bergoglio: un mal Papa indica claramente y automáticamente un mal colegio cardenalicio y episcopal… si un Papa se equivoca, comete errores, hace herejías, el Pueblo de Dios puede corregirlo y si es necesario deponerlo y nombrar otro Papa en cónclave, además de no obedecer sus ilegalidades.
La tesis herética que se ha impuesto en el colegio episcopal y cardenalicio es que la unidad es un bien superior a la verdad, que la unión es buena y posible en la mentira, que no hay que corregir a quien aparece como Papa porque entonces puede dividirse la Iglesia en dos facciones enfrentadas, que el mal de un Papa hereje es mejor que la ruptura de la unidad si se le denuncia, que hay que sufrir sus errores, que hay que rezar a Dios, que mientras tanto hay que dejarlo hacer en sus errores para que estos crezcan y se difundan, que hay que obedecerlo, que si el error es muy grande no hay que seguirlo, que Dios al final juzgará decretando su muerte, o dimisión o conversión, pero sobre todo, no hay que hacer nada, obedecerlo y esperar el juicio de Dios.
Fantástico, eso nunca lo hizo la Iglesia, si un Papa cometía una sospecha de herejía, se convocaba una reunión para dilucidarlo…
Hemos tenido el mayor pésimo Papa de la historia de la Iglesia, si es que se le considera Papa, y de otro lado, el mayor pésimo colegios cardenalicio y episcopal, que ha callado casi todo como miserables frente a los gravísimos errores de Bergoglio.
Bergoglio, cardenales y obispos: responsables, culpables e imputables de atentar contra la Fé y moral, liturgia y eclesiología, unos por comisión, otros por omisión…