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De la peste negra al coronavirus, el Papa francisco enjaulado, el Vaticano desierto, es el tiempo de volverse a Dios.

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En el siglo XIV se produjo la peste más devastadora que conocemos de la historia de la humanidad que afecto a Europa y Asia, alcanzó su punto máximo entre 1347 y 1353. Las estimaciones de muertes hablan de 25 millones, un tercio de la población que algunos consideran muy optimistas. Llegó a Europa de Asia por las vías comerciales de la época.  Mientras que algunas áreas quedaron despobladas, otras estuvieron libres de la enfermedad o solo fueron ligeramente afectadas. En  Florencia solamente un quinto de sus pobladores sobrevivió. En el territorio actual de Alemania se estima que uno de cada diez habitantes perdió la vida a causa de la peste negra.  Esta peste sucede durante el pontificado de Clemente VI en el periodo de Avignon.  Clemente reaccionó publicando, en 1348 dos bulas en las que condenaba toda violencia contra los judíos , a los que se acusaba de causarla, e instó al clero para que tomara las medidas necesarias para su protección. El Papa definió la peste como la : «Pestilencia con la que Dios está castigando a sus gentes». Por órdenes médicas, Clemente VI pasó el caluroso verano de 1348 sentado entre dos fuegos que se atizaban permanentemente. Aunque él no lo sabía, el calor probablemente mantuvo a las pulgas a distancia y el papa sobrevivió.

Uno de los pecados más frecuentes de nuestro tiempo es que nos creemos que estamos en el momento más ilustrado de la historia de la humanidad y ridiculizamos el ignorante pasado. Pensamos que algo como la ‘peste negra’ hoy es imposible y nos creemos poderosos y fuertes ante cualquier situación. El coronavirus nos está haciendo entender que no es así y que somos mucho más ignorantes y débiles de los que nos creemos. Son muchos los que piensan que los italianos se están pasando con las medidas que están tomando para frenar el contagio. Pensamos que el resto de Europa estará en pocos días en la situación italiana, no somos tan distintos no estamos tan lejos, y nos enfrentaremos a una situación desconocida que está poniendo de relieve las debilidades, físicas y morales, de una sociedad que se cree todopoderosa.

Empezamos a ver los cambios en la actividad del Papa Francisco y del Vaticano como consecuencia de la infección. El caso del sacerdote de la Secretaría de Estado contagiado ha hecho saltar todas la alarmas y lo esta cambiando todo. Empezando por el Papa Francisco, nos encontramos con una persona de edad riesgo y viviendo en una casa con un grupo de personas que no están, por ahora, aisladas. Nos dicen que el Papa Francisco evita todo contacto con los residentes, ya no come en el comedor general de la casa y utiliza el de invitados de forma habitual. Se mueve muy poco de la planta dos, su residencia, que está vacía de residentes y ocupada por servicios de seguridad y secretaría. La Misa la celebrará solo en la capilla de Santa Marta. Hoy hemos visto la nueva estética del ángelus. Un papa solitario hablando a las cámaras y bendiciendo al vacío. La plaza de San Pedro se encuentra vacía y hoy no era una excepción.  El Papa Francisco se ha asomado para saludar y dar la bendición unos breves segundos. Veremos qué sucede estos días pero las cosas van muy deprisa y son, en cierto modo, imprevisibles.

Si miramos a la actividad de los departamentos del Vaticano la situación no es mejor. El hecho de que el primer contagio ha empezado en Secretaría de Estado ha elevado el nivel de miedo y de prevención. Es el sancta sanctorum y se están viviendo situaciones de emergencia. Podemos encontrarnos  con un vaticano en cuarentena en pocos días. En estos momentos esto es un desierto. Hace pocos días no nos podíamos imaginar un Vaticano en esta situación. El Papa Francisco enjaulado y todas las actividades reducidas al mínimo. El Vaticano vive del turismo, o si queremos ser más piadosos, de los peregrinos y en estos momentos simplemente ha desaparecido. Los ingresos que hacen que la maquinaría pontificia funcione han desaparecido y nos tememos que esto no será por poco tiempo. Nos guste o no esto está cambiando nuestra forma de vida y es posible que ya nunca vuelva a ser como antes. Nos da la sensación de que estamos dejando de lado la espiral de tonterías en la que habíamos entrado. La pachamama se ve más lejana que la peste medieval y el camino sinodal alemán puede terminar en un paseo de eremitas.  Esto cambia por horas y es muy imprevisible cómo pueda terminar.

Los virus, también el corona, se infectan donde quieren y al que quieren y no miran mitras o coronas. El hecho de que conocidos personajes públicos empiecen a sufrir la infección hace crecer el miedo y la prevención. Lo mismo que en la peste medieval se buscó en los judíos la culpabilidad de la infección hoy, no hemos cambiado tanto, se piensa en componendas internacionales, en intereses militares y mil teorías sobre el origen de la peste. Los hechos son los hechos y hay que enfrentarlos y es evidente que no podemos pensar que Dios sea ajeno a todo esto. La vuelta hacia Dios siempre es necesaria pero los seres humanos necesitamos ‘ incentivos’ y el virus puede resultar un buen revulsivo que nos haga mirar a la trascendencia. Nos acordamos de Santa Barbara cuando truena y tronar está tronando en todo el mundo y nos tememos que la tormenta solamente está empezando.

El hecho irremediable de ver las iglesias vacías está realizando el milagro de que muchos sacerdotes celebren la Misa mirando a Dios. ¿Qué sentido tiene celebrar con un mar de bancos vacíos ante los ojos? Nos volvemos a Dios, al sagrario, a las imágenes y escenas sagradas. Es un mundo al que hemos dado la espalda y que el virus nos está obligando a redescubrir. Medios como este son ahora mucho más necesarios porque nos hacen estar unidos y sentirnos cercanos en momentos que la soledad obligada se nos impone.

«Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo.»

Buena lectura.

 

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Comentarios
15 comentarios en “De la peste negra al coronavirus, el Papa francisco enjaulado, el Vaticano desierto, es el tiempo de volverse a Dios.
  1. Por desgracia no me sorprende que en las Diócesis llamen a los fieles a rogativas, rezo rosarios, actos piadosos del tipo que sea, procesiones – aunque sea, dentro Templos con invocación Santos en latin- etc… Como se ha hecho en épocas pasadas y no tan pasadas cuando había Fe. También se recurría a esas mismas prácticas llevando al patrón del pueblo en procesión pidiendo lluvia, buenas cosechas etc… Y AHORA QUEEEEE? Cierran iglesias, suprimen las confesiones, nada de sacramentales, se ponen de rodillas el clero( no ante Dios) ante las autoridades sanitarias y POLÍTICAS! Y CON ESTO VAMOS SEGUROS A CONTAGIAR OS MAAAS, por no poner los debidos medios que seguro DIOS desea que pongamos. Ya no digamos los muchos pasajes de la Biblia que podríamos leer o / y recordar en los que el pueblo de Dios se volvía ante El suplicando, con oración y penitencia, SU MISERICORDIA… Y SIIII, ASÍ LA CONSEGUÍAN Y CON CREES… Vamos que igualito que AHORA… QUE PENA, SEÑOR!

    1. Completamente de acuerdo con usted en su formidable comentario, y aprovechando su benevolencia, le envío un saludo cordial a Don Carlos Núñez Díaz, con quien tengo pendiente un contacto fraternal.

    1. Ahora los francisquitas tienen la oportunidad de oro de mostrar su misericordia: nada de aislarse del sufrimiento de la gente cerrando iglesias, negando la comunion, negandose a visitar enfermos, negandose a darles consuelo espiritual, negandoles la confesion a los moribundos

  2. La persecución contra los cristianos se recrudece en la India, Pakistan y varios estados de África. ¿Es casualidad que esto coincida con las «medidas para prevenir el coronavirus» que están tomando muchos clérigos? ¿Es casualidad que aprovechando el coronavirus estén tratando de suprimir la comunión en la boca y de rodillas?
    Yo no lo creo. No creo en las casualidades y sé que el NOM satánico tiene prisa, porque saben que les queda poco tiempo. Pienso seguir comulgando de rodillas y en la boca, y si me lo niegan en mi parroquia sé que hay sacerdotes buenos que me lo facilitarán. Y para los que creen que no tiene importancia lo de comulgar en la mano les recomiendo que busquen lo que dijo Sta. teresa de Calcuta sobre esto.

  3. La restauracion de la Iglesia Catolica sera volver a la tradicion o no sera restauracion! Me alegro muchisimo que haya sacerdotes que vuelvan a mirar a Dios en misa, sobretodo al Crucifijo y la Eucaristia.
    Confiemos en el Espiritu Santo, las profecias estan a nuestro favor.

  4. Hola Allan, lamento mucho tu ignorancia. Oraré para q el Espiritu Santo te haga ver el desastre q está haciendo Bergoglio a la Iglesia.

  5. Demos gracias a Dios porque el personaje más funesto de la historia y el peor enemigo de Cristo quede encerrado y amordazado.

  6. Esta etapa de»descanso» que significa para la Iglesia todo el tema del coronavirus servirá para que Francisco con su sabiduría analice mejor la situación actual y tome medidas concretas en defensa de la unidad de la Iglesia para luego retomar con fuerza su agenda revolucionaria en aras de una Iglesia en salida, volcada al Evangelio y a la lucha por la defensa de nuestros hermanos descartados y nuestra casa común. Con papa Francisco la Iglesia ha vuelto a vivir, ha resurgido de entre cenizas y polillas para por fin mirar al fururo. Demos gracias a Dios por nuestro amadísimo papa bueno Francisco, nuestro nuevo Giovanni XXIII

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