A media jornada de ayer nos sorprendía la noticia de la dimisión irrevocable del primer Revisor General de la Santa Sede. La Iglesia Católica es una realidad universal y su situación varía mucho en las distintas regiones y países del mundo. No cabe duda que en el periodo que nos encontramos se está viviendo una crisis histórica sin precedentes.
El gobierno universal de la iglesia, es decir la Santa Sede, y su pequeña base territorial, el Estado Ciudad del Vaticano, se encuentran en una situación de descomposición y desgobierno absoluto. No podemos olvidar que un Papa de la talla humana e intelectual de Benedicto XVI se ha visto obligado, como única posibilidad para intentar reconducir la situación, a presentar su dimisión.
Las cuestiones económicas no son las más importantes, pero son un reflejo muy objetivo de cuál es la verdadera situación al interno de una institución. La reforma económica de Papa Francisco se centra en tres pilares fundamentales, la creación de la Secretaría para la Economía, la creación del Consejo de Economía, y la creación del Revisor General de la Santa Sede.
La Secretaria para la Economía , como su nombre indica, pretendía ser la autoridad máxima en temas económicos y financieros, dependiendo solamente del Papa y liberando a la Secretaría de Estado de sus competencias en estas materias. Por los datos que ahora tenemos podemos afirmar que esta función ha entrado en un cauce seco.
El Consejo de Economía, presidido por el Papa, debía ser el Consejo asesor por excelencia para temas económicos y administrativos del Santo padre, evitando intromisiones de cualquier otro organismo de la Santa Sede en estas funciones. La limitación de tiempo y falta de dedicación de las personas que lo componen, su desconocimiento de la realidad de la Santa Sede, y los intereses personales de algunos de sus miembros donde se ha llegado incluso hablar de la lobby De Malta , hacen ver el programa inicial no solo no se ha puesto en marcha sino que se ha desviado en direcciones que nada ayudan a la iglesia.
El revisor general de la Santa Sede estaba pensado como los ojos del Papa en temas económicos y administrativos, Libero Miloni, había intentado crear un equipo profesional, curiosamente todo el italiano, para desarrollar esta función de control de las cuentas vaticanas, su inexplicable dimisión y los resultados que podemos conocer indican que no podido alcanzar ninguno de estos objetivos.
A esto unimos el caos en la importante sanidad de la Iglesia en Italia que la Secretaria se estado ha querido siempre controlar
No es difícil pronosticar que se acercan meses complicados . Tenemos los que hablan de un tercer Vatilaeks. Nosotros creemos que solo existe un Vatilaeks que continúa a desarrollarse en el tiempo y a tener sus consecuencias. Es fácil en estas situaciones encontrar chivos expiatorios, Tedeschi, Gabriele, Mons. Vallejo Balda, Libero Miloni ……decir que son personas claramente incompetentes e intentar cierrar página, veremos cual sera el pròximo….Pero mientras exista el problema de fondo, y existe, y sin solucionar, la historia seguirá abierta . La sensación que tenemos desde fuera es que el Vaticano es una casa de locos donde todos quieren mandar y donde ninguno manda verdaderamente, ni tan siquiera el Papa. Esto se ha ido de las manos hace tiempo. Buena lectura
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¿Caos en la finanzas del Vaticano? Alguna prueba por favor que estamos entre católicos; poco serio el titulo.