Es Navidad, un día en el que los periódicos se paran, los cristianos celebramos y nos despertamos con la maravillosa resaca de haber celebrado con gozo el Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo según la carne. Cada vez es más complicado encontrar una verdadera ‘Misa del Gallo’, la de la medianoche, y muchos se tienen que conformar con una de víspera un poco adornada. Comenzamos dando gracias a tantos sacerdotes que, haciendo un esfuerzo contra corriente, los otros valen muy poco, mantienen al gallo en su sitio y tocan sus campanas a gloria, y abren las puertas de sus iglesias de par en par. Misa de nochebuena en San Pedro, ‘muy adelantada’ . El Papa Francisco sigue con problema de voz, sigue muy tomada. Asistencia bien repartida para que se vea la Basílica aseada en las imágenes retransmitidas. La ‘urbi et orbi’ de esta mañana ante una plaza muy vacía, demasiado para lo que es habitual es este día.
Hoy podemos quedarnos en un vacío ‘Feliz Navidad’ que todo dice y nada dice. Lo estamos viviendo en medio del desconcierto y el caos, en medio de tanta violencia, es, sin duda, una Navidad con tantas oscuridades.
No sólo África responde “ con espadas”. El Jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo Mayor de Kiev-Halych y Arzobispo Metropolitano de Kiev, rechazó la Declaración, afirmando que «se refiere exclusivamente a la Iglesia latina y no tiene ningún valor jurídico para los fieles de la Iglesia greco-católica ucraniana». “Según las tradiciones del rito bizantino, el concepto de ‘bendición’ significa aprobación, permiso o incluso orden para un determinado tipo de acción, oración y prácticas ascéticas, incluidos algunos tipos de ayuno y oración. Evidentemente, la bendición de un sacerdote tiene siempre una dimensión evangélica y catequética, y por tanto no puede contradecir en modo alguno la enseñanza de la Iglesia católica sobre la familia como unión de amor fiel, indisoluble y fructífera entre un hombre y una mujer, que Nuestra Señora El Señor Jesucristo lo elevó a la dignidad del Santísimo Sacramento del Matrimonio. El discernimiento pastoral nos empuja a evitar gestos, expresiones y conceptos ambiguos que puedan distorsionar o tergiversar la palabra de Dios y la enseñanza de la Iglesia».
Ya comentamos la decisión de la Conferencia Episcopal Polaca y en Kazajistán, el arzobispo de Santa María de Astana, monseñor Tomash Peta, y su auxiliar, monseñor Athanasius Schneider, han prohibido a los sacerdotes y fieles de la archidiócesis «recibir o practicar – en cualquier forma – bendiciones de parejas en situación irregular o de parejas del mismo sexo». Y pidieron al Papa que retirara el documento. La Conferencia Episcopal de los Estados Unidos también sigue dividida sobre esta cuestión, pero varios obispos estadounidenses han adoptado una posición claramente contraria, como monseñor Charles Joseph Chaput, arzobispo emérito de Filadelfia, que habló de una “enseñanza confusa (…) no excusable” y reprendió al Papa Francisco por su costumbre de reducir toda voz crítica a la categoría de posiciones ideológicas rígidas. Su “queja pública disminuye la dignidad del oficio petrino y del hombre que lo ocupa. Esto también ignora el respeto colegial debido a los hermanos obispos que cuestionan el rumbo actual de la Santa Sede». Los obispos alemanes, algunos, a los suyo y emitieron una nota en la que expresan su intención de bendecir a las parejas homosexuales en un contexto litúrgico, es decir, con el deseo de legitimar la unión. La Fiducia supplicans sólo hizo más evidente y clara la división entre la Iglesia católica, la Iglesia latina y la Iglesia oriental.
Ante el silencio, ¿cobarde?, ¿cómplice?, Chaput, Arzobispo Emérito de Filadelfia: “Dios no es autor de confusión, sino de paz”. «La confusión entre los fieles a menudo puede deberse a que personas inocentes escuchan, pero no entienden la Palabra. La enseñanza confusa, sin embargo, es otra cuestión. Nunca es justificable. La transmisión de la verdad cristiana requiere prudencia y paciencia, porque los hombres no son máquinas. Pero también requiere claridad y coherencia. La ambigüedad deliberada o persistente –cualquier cosa que fomente malentendidos o parezca dejar lugar a un comportamiento objetivamente pecaminoso– no es de Dios e inevitablemente resulta en daño a las almas individuales y a nuestra vida eclesial común».
«Un amigo mío protestante, estudioso de la Reforma, envió un mensaje a sus amigos católicos el 18 de diciembre con la noticia de que «Francisco ha desatado el caos en vuestra comunión». El documento es un ejercicio dual para afirmar y socavar simultáneamente la enseñanza católica sobre la naturaleza de las bendiciones y su aplicación a las relaciones “irregulares”. Y fue inmediatamente interpretado como un cambio significativo en la práctica de la Iglesia. «Un papel clave del Papa es unificar la Iglesia, no dividirla, especialmente en cuestiones de fe y moral. Tiene el mismo deber de unir a los obispos y no dividirlos». «La tarea esencial de un pastor amoroso es corregir y acompañar. Las bendiciones deben alentar, pero también, cuando sea necesario, desafiar. Las personas que viven en uniones sexuales homosexuales y otras uniones no matrimoniales necesitan un acompañamiento estimulante por parte de la Iglesia. Los papas, obispos, sacerdotes y diáconos están llamados por su vocación a ser profetas y pastores, el Papa Francisco a menudo parece separar estos roles».
«Las relaciones que la Iglesia siempre ha considerado pecaminosas ahora se describen a menudo como “irregulares”. Esto neutraliza la realidad del comportamiento moralmente defectuoso y genera confusión sobre lo que podemos y no podemos llamar pecado». «El documento no cambia la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio, pero sí parece cambiar la enseñanza de la Iglesia sobre la pecaminosidad de la actividad homosexual. El matrimonio no es el objetivo de Fiducia Supplicans. La cuestión es la naturaleza moral de las uniones homosexuales, y esta es una distinción crucial»,
La respuesta del Papa Francisco, por ahora, parece está: » Es importante seguir progresando y creciendo en la comprensión de la verdad. El miedo a respetar las normas puede dar la impresión de evitar problemas, pero sólo acaba perjudicando el servicio que la Curia vaticana está llamada a prestar a la Iglesia». «Permanezcamos atentos a las posiciones ideológicas rígidas que a menudo, bajo la apariencia de buenas intenciones, nos separan de la realidad y nos impiden avanzar». «Más bien, estamos llamados a salir y viajar, como los Reyes Magos, siguiendo la luz que siempre quiere llevarnos hacia adelante, a veces por caminos inexplorados y por caminos nuevos» .
«Cada Papa tiene gustos, aversiones y malos humores personales, es la naturaleza de la arcilla humana. Las quejas públicas del Papa Francisco disminuyen la dignidad del cargo petrino y del hombre que lo ocupa. Además, no respeta el respeto colegiado debido a los hermanos obispos que cuestionan el rumbo actual del Vaticano. Y repito, no es de Dios: caracterizar la fidelidad a las creencias y prácticas católicas como “apegarse temerosamente a las reglas”, es irresponsable y falso. Los fieles merecen algo mejor que ese trato. También vale la pena señalar que recorrer “caminos inexplorados y caminos nuevos” puede conducir fácilmente al desierto en lugar de a Belén».
«En la última década, la ambigüedad sobre algunas cuestiones de la doctrina y la práctica católicas se ha convertido en un modelo para el pontificado actual. Las críticas del Papa a los católicos estadounidenses con demasiada frecuencia han sido injustas y mal informadas. Gran parte de la Iglesia alemana está efectivamente en cisma, pero Roma primero toleró imprudentemente el «camino sinodal» de Alemania y luego reaccionó con demasiada lentitud para evitar los resultados negativos».
«Al decir estas cosas, obviamente, podemos hablar de «deslealtad». Pero la verdadera deslealtad es no decir la verdad con amor. Y esta palabra “amor” no es un globo inflado de buena voluntad. Es un caparazón vacío sin la verdad que lo llene. En Brasil, en 2013, el Santo Padre animó a los jóvenes a «hacer lío». Esto ocurrió de maneras que ciertamente no eran las previstas por el Papa, pero en última instancia, los líderes pastorales son responsables de sus palabras y acciones. Porque, como dijo San Pablo hace mucho tiempo, “Dios no es autor de confusión, sino de paz”.
Zuppi, arzobispo metropolitano de Bolonia insiste en que lo llamen “Don Matteo”: «También para mi padre yo era Don Matteo», cosa rara que sea ‘ usteado’ por su padre, tiene entrevista en el Corriere della Sera. Nos defiende que bendecir lo que Dios no puede bendecir: ¿Bendecir a las parejas homosexuales no significa bendecir a los pecadores, por tanto al pecado? El problema es pastoral. Defiende las ayudas instiga la inmigración ilegal: “Quienes salvan a los migrantes no deben ser criminalizados”. Se ha vuelto muy tolerante, como no, con la presencia pública del Nacimiento: «El belén no puede ser impuesto por ley. No debe resultar desagradable». ¿Existe riesgo de cisma? ¿Progresistas o conservadores?: «Creo y espero que no. El divisor, el diablo, siempre hace su trabajo, y lo consigue aún más cuando hace creer que defiende lo que es justo. No caigamos en el error de la polarización. Hay un gran compromiso por parte de todos para defender la comunión en torno al Papa. Después del Concilio hubo un cisma entre una facción conservadora, la de Lefebvre. Esto le dolió mucho a Pablo VI. Sin embargo, la comunión no es una norma de condominio; es recordar que todos servimos al único Maestro que nos ha confiado a una Madre a la que nunca debemos ofender». Las cosas no las ve el que no las quiere ver y ‘don Mateo’ no es capaz de ver que el cisma ya está en marcha, aunque por ahora sólo sea progresivo a nivel planetario, y las iglesias católicas romanas están cada vez más vacías.
Zuppi entra, al fin, e el escándalo de Casarini y su mediterranea: «Casarini se ha quejado ante sus acusadores. Veremos cómo termina. Algunas diócesis han ayudado a su ONG, pero de forma muy limitada en comparación con el presupuesto de la asociación. Presentó todos los informes. Miles de mujeres y recién nacidos se están ahogando en nuestro mar, ¿y en su opinión el problema es Casarini?».»Ha cambiado, hace cosas para la vida, ¿por qué no confiar en él? Eso no significa que seamos ingenuos».
Un artículo de hoy valora la repercusión que tendrá en la iglesia ortodoxa que está preparada para la situación «en la que cientos de católicos decepcionados empezarán a llamar a nuestras puertas, y tendremos que esforzarnos no sólo en estar presentes cuando llamen, sino también en ser muy claros y sinceros despiadadamente, ante su muy comprensible decepción. Tendremos que recordarles que tenemos razones para ser cristianos ortodoxos que son un poco más profundas que el comprensible sentimiento de seguridad ante una broma vaticana contemporánea. Todos son bienvenidos a la comunión de la Iglesia Ortodoxa, pero se necesita un camino que pueda mostrar claramente la comprensión, la aceptación que supone.
Ariel Levi Di Gualdo: «Los ortodoxos se preparan para acoger a nuestros exiliados católicos… sí, como en el pasado acogimos en la Iglesia católica a luteranos y anglicanos que abandonaron sus comunidades después de que sus previsoras jerarquías hubieran inventado sacerdotisas, luego obispos y luego bendiciones a los homosexuales, parejas, etc. Sí, Mister Bésame Tucho es genial, o mejor dicho: ¡muy inteligente! Y un tipo tan astuto sólo podría venir de Argentina donde el valor de los obispos recién nombrados es igual al de su moneda» . Se multiplican las negativas de las Conferencias Episcopales y de los obispos a aplicar la Fiducia supplicans. Se ha agudizado la crisis en la Iglesia católica romana y le regala al Papa una Navidad amarga, la hipocresía de no querer confundir las bendiciones con el sacramento del matrimonio no ha hecho más que agitar más las aguas.
Ni en Navidad nos dejan las noticias sobre el proceso Becciu. El Vaticano ha decidido que para el proceso contra Becciu el Promotor de Justicia de segundo grado será el mismo que el de primer grado. ¿Pero por qué este cambio ahora? ¿Para que ningún otro magistrado pueda darse cuenta de por qué Diddi mantuvo oculto gran parte del material probatorio? ¿Crees que Diddi lo entregará por próxima vez? ¿Eliminará las «omisiones» del testimonio de Perlasca? ¿Revelará los 120 mensajes Chaouqui-Ciferri? ¿Permitirá que interroguen a Chaouqui? ¿Por qué este sistema judicial, en lugar de buscar la verdad, la oculta? Un artículo de hoy se sigue haciendo preguntas y más preguntas, muchas, que por ahora no tienen respuesta.
En Italia está causando polémica, hay gente para todo, la decisión de don Vitaliano Della Sala, el sacerdote «no global» que colocó dos ¿vírgenes? y ningún José alrededor del pesebre. Explica que no es un despiste: «el belén ya es inclusivo para todos. Porque Dios se encarnó para la salvación de «todos, de todos», como siempre nos recuerda el Papa Francisco. Reemplazar a San José en el belén no es una provocación, es una mutilación.
Aurelio Mancuso, ex presidente de Arcigay y destacado exponente de los demócratas de izquierda, como católico ya había hecho que su unión con su ‘socio’, Massimiliano, fuera bendecida hace unos años por un sacerdote católico y en la iglesia. «En realidad la bendición de anillos para gays es una práctica de la que existen testimonios desde la Edad Media, aunque sea de forma semiclandestina. Esto se debe a que los prejuicios contra los homosexuales están históricamente presentes tanto en la Iglesia como en la población. Después del Concilio Vaticano II algo cambió: las Iglesias francesa, alemana y del norte de Europa, donde hay comunidades católicas homosexuales bien organizadas, presionaron para que se aceptara esta antigua tradición y esto llevó a la decisión de los últimos días. En Italia esta tradición no está muy extendida, pero además de mi caso conozco otros: por ejemplo, el de una abogada de la Sagrada Rota, a quien se le bendijo la unión con su pareja». «Encontré un sacerdote abierto a estos temas, un jesuita influyente en el Vaticano por delicadeza nunca quise revelar su nombre y su rostro. Hablaré con él y le preguntaré si, ahora que ha cambiado el clima, le gustaría que se hiciera público lo que ha hecho. Es un consagrado que no sólo nos dijo sí, sino que lo hizo con entusiasmo».
Terminamos con un interesante artículo de Edward Pentin en el National Catholic Register . «¿Cómo podrían responder pastoralmente los sacerdotes ante la posibilidad de tener que bendecir a una pareja que está en una relación homosexual u otra “relación irregular”, pero que desea defender la doctrina de la Iglesia sobre la ética sexual?». «Para comprender mejor este nuevo desafío pastoral, pedimos la opinión de varios clérigos y del cardenal Gerhard Müller». «El cardenal alemán subrayó que «ningún sacerdote católico puede ser obligado contra su conciencia a realizar actos religiosos – sacramentos y sacramentales, incluso en privado y en secreto – que sean objetivamente contrarios a la fe y a la moral». «Se debe evitar a toda costa una “bendición ficticia con la señal de la cruz, que los afectados perciben como una justificación de su comportamiento». «Un acto así sería una blasfemia y un pecado contra la salvación de las personas, porque las alienta a seguir un camino que hunde las almas en la ruina”.
Recoge muchos testimonios de sacerdotes, y la mayoría dijeron estar preocupados por los problemas de conciencia que podrían surgir en estas situaciones. “Creo que causará problemas al párroco”. «Algunos sacerdotes estarán dispuestos a bendecir los matrimonios irregulares y las parejas del mismo sexo, otros no estarán dispuestos. Entonces habrá divisiones y acritud dentro de las parroquias y el clero». «La declaración podría usarse para «engañar gravemente a la gente» sobre las relaciones sexuales fuera de un matrimonio válido y añadió que «el fracaso del Vaticano en sancionar a quienes ya abusan de tales bendiciones» provoca que ese comportamiento abusivo ahora proliferará».
«Un sacerdote cercano al Vaticano, que habló bajo condición de anonimato, dijo que tenía muchos problemas con el documento, pero creía que los sacerdotes no se encontraban en «una situación terrible, siempre y cuando tengan las ideas claras». «No bendeciremos el pecado, ciertamente podemos bendecir a una persona si viene a mí y me dice: ‘Estoy tratando de hacerlo mejor y vivir mi vida de acuerdo con el Evangelio y las enseñanzas de la Iglesia’”. “Si un ladrón viniera a mí y me dijera: ‘Claro, estoy tratando de hacerlo mejor; Voy a montar un robo: ¿Puedes bendecirme para que pueda llevarme las joyas de la familia?’, entonces, por supuesto, diría: ‘No’”. «Esto es lo absurdo. No es posible, pero sembrar confusión es lo peor, porque es deliberado, ¿y quién se beneficia de este cambio? No los fieles, que necesitan claridad, especialmente en el mundo en el que vivimos. Si los líderes de la Iglesia los están confundiendo deliberadamente, como creo que lo hacen en este caso, entonces definitivamente está sucediendo algo diabólico”. «Todo esto me horroriza». “Es una pendiente resbaladiza para toda la Iglesia, porque le resultará muy difícil levantarse una vez que se deslice cuesta abajo”.
Nuestra oración por una dichosa y santa Navidad a todos nuestros lectores.
«Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió».
Buena lectura.
» Si los líderes de la Iglesia los están confundiendo deliberadamente, como creo que lo hacen en este caso, entonces definitivamente está sucediendo algo diabólico”.
La «desorientación diabólica» profetizadapor la Virgen de Fátima.
El problema de apuntarse a una iglesia ortodoxa es que también tienes que elegir una nacionalidad, porque así funcionan.
Pero, eso sí, hay más tranquilidad, porque su teología se reduce a espiritualidad personal monástica y poco más; en comparación con la católica, es pobre y un rollo.
Eso de la bendición de anillos para homosexuales en la Edad Media me suena raro, simplemente porque en aquella época esas personas no pensaban en «casarse».
«Todos son bienvenidos a la comunión de la Iglesia Ortodoxa, pero se necesita un camino que pueda mostrar claramente la comprensión, la aceptación que supone.»º
Los ortodoxos quieren asegurarse de que la apostasía de los católicos sea sincera y profunda.
Habrá que ser muy tonto o mal formado para querer entrar en cualquier una de las Iglesias ortodoxas. Los ortodoxos no son unidos, adoran pelearse por cuestiones políticas y mundanas, se excomulgan entre sí, inventan autocefalías, propagandean su Divina Liturgia, su ortodoxia y sus cosas cómo si fueran la última Coca Cola del desierto por cuenta de su belleza o idioma. Sí, hay mucha cosa bella. Pero son tan unidos que no logran hacer un Concilio Pan Ortodoxo, no logran reunirse en conjunto para dialogar con nosotros, no son capaces de inserir más a las mujeres en sus Liturgias sin herir su naturaleza porque la espiritualidad ortodoxa es excesivamente monástica y machista y, por veces, neoplatónica. E hipócrita. Tanto hablan de los homosexuales como si los ortodoxos fueran paradigma de virtud y sabemos que un ortodoxo, en determinadas circunstancias, puede lograr casarse hasta 3 veces, si hace el camino penitencial propuesto por sus Iglesias. La Ortodoxia no ha entrado siquiera al siglo XX. Menos al XXI. Su clero es muy alejado del pueblo; son muy clericalistas. Y todavía no han podido liberarse varios del cesaropapismo de Putin u otros. Gritan cuando erigimos diócesis en sus territorios, pero inventan diócesis ortodoxas en Occidente con tal de «atender a las necesidades espirituales de sus fieles». Y eso se da en lugares donde tienen fieles e donde no tienen porque sí hacen apostolado para aumentar sus Iglesias como los protestantes hacen hacia católicos. Tienen sus misioneros haciendo «proselitismo» y conocí uno que era caminante e incardinado a la Iglesia de Constantinopla. Personalmente, pienso que es mejor ser católico en un eventual lado cismático (como en el cisma de Occidente) que volverse ortodoxo pero es posible que algunos de nosotros quieran irse con ellos. Lo interesante sería saber qué hacen ellos con sus gays. Los musulmanes los reprueban por doctrina, pero si los gays no viven nada en público, los toleran (salvo casos tipo el E.I). Y hay musulmanos que viajan con trajes islámicos y llegan a países occidentales con ropas de samba y besuqueando sus amados. Cómo arreglan la situación los ortodoxos? Diciendo que es pecado y listo? Dudo que lo hagan en la práctica porque sabemos que los gays en cualquier religión están ahí, que varios dejaron los closets y no volverán a ellos. Y si los ortodoxos hoy tienen una fórmula mágica, dejarán de tenerla. Basta que más gays dejen las sombras. Es un desafío y tanto para toda la Cristandad. Que dejen, pues, nuestros hermanos de Oriente esta actitud oportunista y sensacionalista.
FELIZ NAVIDAD, Specola, y gracias por tan estupendos resumenes