| 23 abril, 2025
Dejándole notoriamente solo.
Y lo del hombre del Papa se murió con él. Pasando a ser Omella hombre de nadie. En total soledad. Lo que le dure el arzobispado, que no puede ser más deun año, se le va a hacer muy . Y la aceptación de la renuncia hasta un favor.
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https://germinansgerminabit.blogspot.com/2025/04/el-papa-muere-el-dcia-del-cumpleanos-de.html
Omella fue y es un perfecto baboso ,al servicio de lo que sinodalmente diga lo «políticamente correcto»…se imaginan elegido Papa??? Reir y tirarse al suelo sería mi reacción
También este lunes se cumplió un año de la consagración episcopal y toma de posesión del nuevo obispo de Girona, mi diócesis.
Casi treinta purpurados de 75 años esperan su relevo. De que se acepte antes o después y de quienes los sucedan obtendremos información suficiente sobre el rumbo que el nuevo pontífice quiere darle a la Iglesia (salvo que sea un papa inmovilista de los de «ni voy allá ni hago falta», como decimos en gallego para referirnos a los irresolutos). Por favor, no quiero un Flordelisado VII ni un Orondo XXIV. Mejor Clemente, Inocencio, Gregorio, León, Alejandro, Pío, Celestino, Urbano, Benedicto…
Omella no era un hombre de Francisco porque no existió tal cosa. El único hombre de Francisco era el propio Francisco, como se vio, por ejemplo, en el nombramiento del actual arzobispo de Madrid. Sabido es que los supuestos «hombres de Francisco» en España (Bocos, Osoro, Omella tras algunas dudas) intentaron promover a Luis Ángel de las Heras para la calle Bailén y que el Papa les ignoró al igual que hizo con la terna que le propuso el nuncio Auzá, con la propuesta que le llegó de la Secretaría de Estado (donde querían a Argüello) y con la propuesta de Blázquez (que prefería a Cerro Chaves). El nombramiento de Cobo fue suyo y solamente suyo . Francisco nunca quiso a su lado gente con personalidad propia que pudiera hacerle sombra. Su pontificado ha representado un intento (fallido) de volver al viejo absolutismo papal más crudo. Omella era (es) más bien un subordinado dócil que siempre ha hecho lo que le dicen y nunca ha tenido personalidad propia, es decir, el tipo de eclesiástico que buscaría alguien como el ya difunto Papa. Se habla de que podría ser un «hacedor de reyes» en el Cónclave (nuestros amigos de Germinans así lo han dado a entender, por ejemplo) pero yo lo dudo. Si acaso, ayudaría a mover votos en favor de un candidato pero nunca por iniciativa propia.