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Terremoto en los medios vaticanos. La campaña de invierno de los hombres de Bergoglio

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Lo que no se logró en tres años con el poco concluyente monseñor Dario Viganò, jefe del dicasterio vaticano para la comunicación desde el 2015 al 2018, se alcanzó en pocos días, en torno a la Navidad, con su metódico sucesor Paolo Ruffini.

Los dos baluartes de “L’Osservatore Romano” y de la sala de prensa de la Santa Sede, que parecían inexpugnables porque estaban presididos por la Secretaría de Estado, han caído uno después del otro bajo el control del dicasterio, a su vez más que nunca en las manos de personajes muy fieles al papa Francisco.

El primer documento de esta fulminante campaña de invierno se firmó el 18 de diciembre con la brusca remoción de Giovanni Maria Vian como director “L’Osservatore Romano”, sustituido por Andrea Monda, y con el nombramiento de Andrea Tornielli como director de la dirección editorial del dicasterio para la comunicación.

El segundo documento fue disparado el 31 de diciembre, con las imprevistas renuncias del estadounidense Greg Burke y de la española Paloma García Ovejero, desde el 2016 director y vicedirectora, respectivamente, de la sala de prensa vaticana, y con el nombramiento de Alessandro Gisotti como nuevo director “ad interim” de la sala de prensa, hasta ahora coordinador de los medios de comunicación social del dicasterio para la comunicación.

Pero vayamos por orden.

1. L’OSSERVATORE ROMANO

En once años de dirección, Giovanni Maria Vian, especialista de literatura cristiana antigua, dio al diario oficial de la Santa Sede un perfil original.

Sus tres primeras páginas de las ocho en total proporcionaban un panorama puntual y objetivo de los acontecimientos internacionales, como no lo da ningún otro diario en el mundo de hoy, también con información sobre los países más desatendidos por los informativos habituales, mientras que la cuarta y quinta página estaban dedicadas a la cultura, con especial atención a la historia de la Iglesia y a las artes cristianas, y con firmas de importancia, desde los historiadores Gianpaolo Romanato y Roberto Pertici hasta el especialista de las antigüedades cristianas Fabrizio Bisconti.

Pero las tres páginas finales y parte de la primera eran ocupadas, además de por documentos y análisis referentes a la Iglesia Católica en los cinco continentes, sobre todo por las intervenciones, las acciones, los viajes del Papa, referidos e informados en su totalidad y con énfasis diferente, según su importancia. Todo con sobriedad, sin énfasis, con raros y medidos comentarios firmados en la primera página por el director.

El diseño del diario, incluida la elección precisa de las fotos y de las ilustraciones, era nítido y elegante, así querido e ideado no sólo por el director artístico y jefe de redacción, Piero Di Giacomantonio, sino por el mismo Vian.

Con Benedicto XVI, un diario hecho en esta forma congeniaba totalmente con el estilo de ese pontificado. Pero no con el del papa Francisco.

Vian – cuya familia estuvo en el siglo XX próxima a la del papa Giovanni Battista Montini – no entró jamás en las gracias de Jorge Mario Bergoglio. Ni jamás cedió a la tentación de hacer de “L’Osservatore Romano” el diario de batalla del actual Papa y de sus acciones, ni siquiera de las invariablemente exaltadas como “históricas”, “epocales” o “revolucionarias” por sus periodistas cortesanos.

El resultado es que con Francisco “L’Osservatore Romano” ha dejado de ser leído como expresión de la línea de este pontificado. Está confirmado, por ejemplo, el desinterés general – roto solamente por Settimo Cielo – que envolvió en el pasado mes de julio a la importante editorial en la primera página del diario vaticano de un editorial de fuerte y argumentada defensa de la encíclica “Humanae vitae”, de Pablo VI, en el cuadragésimo año de su publicación, contra las “revisiones” de su enseñanza hoy ampliamente en curso también en el entorno de Bergoglio.

Puesto al margen “L’Osservatore”, el rol de expresar la línea del actual pontificado fue asumido, en realidad, por otro órgano de prensa, “La Civiltà Cattolica”, dirigida por el jesuita Antonio Spadaro.

Dario Viganò, el discutido prelado al que Francisco confió en el 2015 el reordenamiento general de los medios de comunicación vaticanos, creyó entonces tener buen juego al enfocarse directamente en el cierre de “L’Osservatore Romano”, reduciéndolo a un pequeño boletín de comunicados oficiales, para ser distribuido dentro de la curia.

Vian reaccionó a este ataque frontal escudándose con la Secretaría de Estado, que efectivamente era en la curia la autoridad real de referencia a la que “L’Osservatore Romano” ponía en la cima.

Y la Secretaría de Estado, dirigida por el cardenal Pietro Parolin, le aseguró constante apoyo. Gracias a él, Vian no sólo pudo resistir la ofensiva de Viganò y mantener vivo al “L’Osservatore Romano”, sino también poner nuevos redactores, potenciar y difundir los suplementos semanales en varios idiomas, dar forma y notoriedad al suplemento mensual “Donne Chiesa Mondo”, cuya directora, Lucetta Scaraffia, era también editorialista y personalidad influyente del mismo “Osservatore Romano”.

Emblema de este contrataque fue el lanzamiento en el Vaticano, el 3 de mayo de 2016, de la nueva serie de “Donne Chiesa Mondo”, con el cardenal Parolin llevando a cabo la presentación oficial, con Vian y Scaraffia a su lado, y con monseñor Viganò de paso por unos pocos minutos, mezclado entre el público y en el fondo de la sala.

En esa misma ocasión se supo que “Donne Chiesa Mondo” se regía también con plena autonomía, gracias a la contribución en dinero de la Oficina de Correos italiana.

Así, cuando en marzo del 2018 el papa Francisco tuvo que hacer retroceder a Viganò de prefecto a asesor del dicasterio para la comunicación, con motivo de la desastrosa manipulación – ejecutada por él y desenmascarada por Settimo Cielo – de una carta del papa emérito Benedicto XVI, el partido pareció concluido, con ventaja para “L’Osservatore Romano”.

Pero pocos advirtieron que en la carta que anunciaba su mutación del rol el papa Francisco volvía a recomendar a Viganò que llevara hasta el fondo la “fusión” del diario vaticano “en el interior del único sistema comunicacional de la Santa Sede”.

Y efectivamente ésta es justamente la operación que el nuevo prefecto del dicasterio, Paolo Ruffini, ha llevado a buen puerto poco antes de Navidad, con la defenestración de Vian el 18 de diciembre, sin una sola palabra de agradecimiento para él por parte del Papa, tardía y avaramente concedida después con una carta fechada el 22 de diciembre y hecha pública el 27.

El 19 de diciembre ya se había cumplido la rotación en “L’Osservatore Romano”. En su primer editorial, el 20 de diciembre, el nuevo director responsable, Andrea Monda, escribió que quería dar voz a una Iglesia “extranjera”. Adjetivo típicamente bergogliano y obediente a la consigna confiada por el prefecto Ruffini en el acta de nombramiento: dar “una respuesta al llamado del papa Francisco de ser ‘Iglesia en salida’ y a ‘poner en marcha procesos’ inéditos también en la comunicación”.

Ruffini conoce bien a Monda. Lo ha tenido como conductor de un docu-reality sobre la enseñanza de la religión en las escuelas, en TV 2000, el canal de la Conferencia Episcopal Italiana, de la que Ruffini ha sido director desde el 2011 al 2018.

Pero sobre todo Monda está muy ligado al director de “La Civiltà Cattolica”, Antonio Spadaro, quien es un gran confidente de Bergoglio y eminencia gris de todos estos movimientos en los medios de comunicación vaticanos. Monda es desde hace años uno de los frecuentadores más asiduos del blog literario de Spadaro, “Bomba carta”.

Y además, como su superior directo en el nuevo organigrama del dicasterio de la comunicación, Monda encuentra ahora a Andrea Tornielli, el vaticanista más íntimo de Bergoglio, su amigo ya desde mucho antes que fuese elevado al papado.

A Tornielli, ex coordinador de “Vatican Insider” y desde el 1 de enero a la cabeza de la dirección editorial del dicasterio para la comunicación, le compete por las normas del estatuto “la dirección y la coordinación de todas las líneas editoriales” de los medios de comunicación vaticanos.

Después del cambio de dirección, no se notan todavía variaciones dignas de destacar en “L’Osservatore Romano”.

Pero se notarán rápidamente, porque de otro modo todo esto no habría sido demolido. Y es verosímil que reflejarán con énfasis la línea del pontificado de Francisco.

2. LA SALA DE PRENSA

También las imprevistas dimisiones de Greg Burke y Paloma García Ovejero de la dirección de la sala de prensa vaticana signan una pérdida de poder de la Secretaría de Estado a favor del ”inner circle” del papa Francisco.

Problema no nuevo, visto que ya con Juan Pablo II el entonces director de la sala de prensa Joaquín Navarro-Valls era el vocero directo del Papa, su amigo, más que los diplomáticos de la Secretaría de Estado.

Burke, de 59 años, estadounidense, ex reportero para Fox News y corresponsal desde Roma para la revista Time, fue literalmente educado en la Secretaría de Estado en vistas de un futuro desempeño suyo como vocero oficial de la Santa Sede. En el 2012 fue creado intencionalmente para él un cargo de “senior communication advisor” en el interior mismo de la Secretaría y en el 2015 fue hecho vice del padre Federico Lombardi, hasta ocupar el cargo el 1 de agosto de 2016 como director de la sala de prensa, con la española García Ovejero como su vice, primera mujer llamada a cubrir este cargo en el Vaticano.

También desde el punto de vista normativo la sala de prensa depende directamente de la Secretaría de Estado. Es suficiente con leer todo lo que prescribe el artículo 10° del estatuto del dicasterio para la comunicación, hasta ahora vigente.

Pero evidentemente ya no deberá ser más así.

Ya durante el sínodo del pasado mes de octubre hubo señales que algo estaba cambiando. Mientras en el sínodo del 2015 no había sido monseñor Viganò, en esa época prefecto del dicasterio para la comunicación, sino el director de la sala de prensa Lombardi quien llevaba a cabo los breves informativos cotidianos con los periodistas sobre lo que había sucedido en el aula [sinodal], en el sínodo del 2018 esta tarea no fue asumida por Burke, sucesor de Lombardi, sino por el nuevo prefecto para la comunicación, Paolo Ruffini. Quien entre otras cosas brilló en el arte superfino de eludir durante un mes entero cualquier información o respuesta mínimamente en condiciones de ser noticia, en un sínodo sobre los jóvenes, ya de suyo entre los más inútiles de la historia.

Ciertamente, las renuncias de Burke y García Ovejero, cuyo trabajo había sido hasta aquí bien apreciado por los periodistas acreditados en la sala de prensa vaticana, son consiguientes al terremoto creado el 18 de noviembre con la defenestración de Vian y el nombramiento de Tornielli como jefe de todos los medios de comunicación vaticanos, incluida la sala de prensa. Ambos han visto sus márgenes de autonomía tan en peligro como para inducirlos a irse.

También en este caso sin que la Secretaría de Estado levantara un muro en su defensa, como ocurrió muchas veces en el pasado.

Curiosamente, en los diez días de mayor trastorno el cardenal Pietro Parolin estuvo lejos de Roma. Primero en la República africana de Mali, después en Taranto en la más grande acería de Europa, luego también en Irak, donde fue fotografiado en un túnel subterráneo excavado por el Estado Islámico.

Pero entre tanto, en el Vaticano otros excavaban debajo de su Secretaría de Estado.

Los tres citados viajes de Parolin se han desarrollado con una agenda similar a la de un viaje papal y contribuyeron a acreditarlo hasta ahora como el único cardenal en condiciones de reunir los votos suficientes para ser elegido, en un hipotético cónclave no lejano, como hombre de equilibrio después de un pontificado que ha enarbolado la bandera de la confusión.

Pero ya el esquivo acuerdo estipulado con Pequín – cuyos efectos son hasta ahora negativos para la Iglesia Católica – había hecho declinar sus números como candidato papal.

Y ahora también este otro imprevisto hundimiento en el doble frente de “L’Osservatore Romano” y de la sala de prensa, uno y otra abandonados por la Secretaría de Estado al campo adversario, no es ciertamente una buena señal.

Comentarios
9 comentarios en “Terremoto en los medios vaticanos. La campaña de invierno de los hombres de Bergoglio
  1. El socio del Opus Greg Burke ha dicho hoy en su twitter que fue una decisión meditada durante meses, y su codimisionaria Paloma García Ovejero lo ha retuiteado. Lo que no dicen es si participaron de esa meditación al Papa. Si lo tenían tan pensado ¿porqué dimitieron abruptamente, de modo que muchos lo han interpretado como un bofetón al Papa? ¿Han querido atacar al Papa?

    Ha coincidido lo dicho por Burke con el certificado de interpretación pata negra del Opus que hoy le ha dado el pata negrísima José Apezarena a lo dicho por el opusino Aller jr. Parece que Burke quiere respaldar a Allen jr. Lo dicho por Burke desmentiría la interpretación de Sandro Magister, que dice aquí que “son consiguientes al terremoto creado el 18 de noviembre con la defenestración de Vian y el nombramiento de Tornielli” Pero como en el Opus no cabe la lógica, los Valls Taberner en su “Religión en Libertad” se empeñan en decir que las interpretaciones de Magister y Allen jr. son coincidentes.

    Lo de Allen jr. es de aurora boreal, respaldado por el pata negra Apezarena. Cubriendo de elogios a Burke y Ovejero viene a decir que la Iglesia debía servir a estos y no ellos a la Iglesia, que estaban ahí para su promoción personal. Al Opus le puede el subconsciente: la Iglesia tiene que estar al servicio de su poder. Y, para ello, el Opus puede atacar y destrozar a la Iglesia. El Opus es el que tiene que mandar y a eso se reduce todo. Dice el opusino Allen Jr: “si hubieran tenido la oportunidad real de dar forma al mensaje del Vaticano, con acceso directo al Santo Padre y un papel significativo en el proceso de toma de decisiones” Que es el Opus quien tiene que tomar las decisiones de la Iglesia. Y como ellos no mandan ahora, la Iglesia no tiene que ser lo que siempre ha sido, la única institución con veinte siglos, que siempre se ha tomado sus tiempos. Debe ser como una especie de Gran Hermano o Talent Show en que los medios publicitan al minuto la última chorrada de cualquiera de sus frikis. Para eso dice que estaban los opusinos Burke y Ovejero: “entendieron las presiones de los plazos, respondiendo a las llamadas telefónicas y los mensajes en tiempo real, «en el caso de García Ovejero, incluso a las 3:00 a.m.” “habían estado en condiciones de contar la historia de la crisis de los abusos sexuales, por ejemplo, o las tensiones internas desatadas en la era del Papa Francisco… podrían haber expuesto el estancamiento y la mala conducta burocrática” La obra de los portavoces opusinos tenía que ser poner el altavoz a cualquier crítica de última hora a la Iglesia, sin meditación ni oración, exponer con fanfarría todo lo malo que encuentren en la Iglesia. Eso es el Opus. Y volverá a la carga montando nuevos escándalos antes del 8 de febrero, su fecha clave, día en que debe renunciar el obispo Jaume Pujol que proclamó el camino real del Opus: «el camino de la afirmación nacional» catalana.

  2. Las únicas interpretaciones de las abruptas dimisiones provienen de opusinos o vinculados al Opus. Allen Jr., respaldado por el pata negra Apezarena, y por los Valls Taberner, Sandro Magister. No encuentro ninguna interpretación de los hechos que provenga de alguien no vinculado al Opus. Y todas estas interpretaciones vinculadas al Opus coinciden en ocultar que Greg Burke es del Opus. El dimitido Greg Burke es notoriamente del Opus. Pero está prohibido interpretar y decir que esto es un enfrentamiento del Opus contra el Papa y la Iglesia. A pesar que todo es Opus hay que sacar al Opus de la ecuación. Como sucedió con las acusaciones de la opusina Pilar Urbano contra el rey Juan Carlos, al que tachó de golpista y fue portada de todos los medios y asunto monotemático durante semanas. Dos meses después de las muy publicitadas acusaciones de la opusina abdicaron al jefe del estado. Pero desde la abdicación nadie, absolutamente nadie, se ha atrevido a recordar las acusaciones de primera página que realizó la opusina pata negra. Es demasiado evidente la relación causa-efecto: acusación del Opus-abdicación. El Opus tiene todo el poder pero nadie puede decir que el Opus tiene poder, porque este tiene todo el poder. Así es el Opus.

    Recordemos a Juan Pablo II citado por los propios dirigentes del Opus cuando les convino: “El Opus Dei es poderoso”.

  3. Joel, “mi obsesión que roza la morbosidad” es el hecho que Greg Burke es del Opus. Si se oculta el hecho, que además es notorio, será que ahí está la clave del asunto, como efectivamente está. Muy bueno eso de que en el Opus manda el argentino Fazio y no el sanedrín de catalanes. Lo mismo que ocultar que Greg Burke es del Opus. Es usted un fenómeno.

    Los opusinos Allen jr., el muy pata negra Apezarena que le publicita, y los Valls Taberner de «Religión en Libertad» coinciden también hoy en ocultar la conocida pertenencia al Opus de Greg Burke. Tanta ocultación sí que parece obsesión morbosa, ¿verdad, fenómeno?

    A los progres Vidal y Bastante les tienen calladitos por ahora.

  4. La obsesión antiOpusdeísta de Rafael ronda la morbosidad. Que haya gente del Opus acomodaticia, ventajista, traicionera, secretista y dispuesta a pactar con el diablo estando ellos mismos endemoniados no implica que la institución sea un nido de tramoyistas hasta convertirse en reducto de enemigos públicos. El clasismo, la superficialidad señoritil, la inconsistencia de convicciones aunque muy lamentable no son un peligro desestabilizador programado como disolvente social o eclesial. La praxis muestra que tienen carencias incluso respecto a la Teología Católica, pero no es déficit exclusivo ni propio de los opusdeístas que les lleve a una ascética de circunstancias dado que en los arrupitas y los dominicanos los socavones son realmente abismales .
    Referido a la que Rafael presenta como trama para el derrocamiento de Francisco solamen te cabe en la especie de mania persecutoria cuya pista sigue Rafael; aunque fuera una sociedad secreta juramentada dispuesta a llegar al crimen de Estado sería imposible en el Opus por la simple razón que su vicario general, el argentino Fazio que es el que manda y ordena por encima de su prelado, fue elegido y puesto por el propio Francisco. Por el hecho de que en tkiempos pasados el Opus haya tratado de mantenerse en la ortodoxia católica en lo posible queriendo inútilmente compaginarla con la heteroxia interconfesional, no debe concluirse que son una institución peligrosa ni de lejos.
    Que el ahora dimitido portavoz del Vaticano sea miembro del Opus, elegido como buen profesional y buena persona de garantía en su dia por Francisco, no quiere decir que tramaba contra Francisco aunque quiera pensarse que no estaba absolutamente de acuerdo con el proceso de descomposición vaticano. La clave del cese o dimisón sugerida está en la aceleración a velocidad de vértigo que se va a imponer en la desconfesinalización de La Religión Católica al abrirse ya de par en par la desacralización a partir de la Convención Jacobina de Presidentes de las Conferencias Episcopales Mundialistas con Francisco del 21 al 24 del próximo febrero, tras la que vendrá el Sínodo conciliarista de la Amazonía.
    Entramos en una nueva fase y ahí está el recambio del cambio para la Reforma de la Deforma ecléctica , o sea inclusivista de la Iglesia en salida. ¡Reforma de la Iglesia, nada más y nada menos! La pasión inútil. Hay osadías que se inscriben en la aberración de la desolación.

  5. Del artículo de Magister no se concluye la opinión negativa y faltona que saca De la Cigoña sobre los portavoces, sino todo lo contrario. Creo que conviene leer también lo que dice John Allen, vaticanista y por tanto cercano a estas personas:
    «Burke comenzó su trabajo en la Santa Sede a propuesta de Mons. Peter Bryan Wells, también estadounidense, que a la sazón era asesor en la sección de Asuntos Generales de la Secretaría de Estado. Wells consideraba necesaria la ayuda de un profesional del periodismo para orientar la comunicación vaticana, especialmente en ocasiones difíciles como el entonces reciente caso “Vatileaks”.
    “No les dieron realmente oportunidad de configurar la comunicación vaticana, mediante acceso directo al jefe y un papel significativo en el proceso para tomar decisiones” (John Allen)
    También se considera importante la intervención de Wells en el nombramiento de Burke para la Oficina de Prensa, primero como vicedirector, a finales de 2015, y como director en julio siguiente, cuando se retiró el P. Federico Lombardi. Wells dejó la Secretaría de Estado en febrero de 2016, al ser nombrado arzobispo y nuncio en Sudáfrica y Botsuana. Él era en la Curia el principal valedor de una comunicación más activa, que se adelantara a las reacciones de los medios y la opinión pública. Sin él, se impuso de nuevo el enfoque tradicional de la Secretaría de Estado, en el que la Oficina de Prensa no tiene protagonismo y es fundamentalmente un emisor de comunicados oficiales.
    En virtud de ese enfoque, dice el vaticanista John Allen en su análisis de la dimisión de los portavoces, a Burke y García Ovejero “no les dieron realmente oportunidad de configurar la comunicación vaticana, mediante acceso directo al jefe y un papel significativo en el proceso para tomar decisiones”. Dependían de la Secretaría de Estado, y “en vez de permitirles aconsejar previamente a Francisco sobre cómo serían recibidas determinadas decisiones o declaraciones, para prevenir malentendidos y hacer llegar el mensaje que se quería transmitir, quedaron reducidos a gestionar aspectos secundarios de la comunicación vaticana –como tuits y publicaciones en Instagram– o al mantenimiento básico de la propia Oficina”. Por eso, a Allen no le extraña que Burke y García Ovejero, a los que describe como periodistas de raza, hayan acabado por renunciar a unos puestos donde no se les daba espacio para todo lo que podrían aportar. Era un caso de talento desaprovechado.
    Lo que no significa que no hayan hecho nada. Allen, en su elogio a los dos portavoces, destaca que infundieron en la Oficina de Prensa un ambiente acogedor para los periodistas, y atendieron a todos sin vetos ni favoritismos, con completa disponibilidad. También inventaron una nueva manera de dar información, con “puntos de encuentro” informales entre personalidades de la Iglesia y periodistas, mucho más útiles para estos que los comunicados. Promovieron el uso de las redes sociales y consiguieron que hubiera rápidamente buenas traducciones de los textos importantes a las principales lenguas.
    Lo que no lograron sino en limitada medida fue hacer llegar con eficacia la voz de la Iglesia a la opinión pública, anticiparse a las crisis y presentar una narrativa clara para los medios. La Oficina de Prensa apenas ha tenido actuación relevante en asuntos difíciles, como el de los abusos sexuales en Chile o las acusaciones hechas al Papa y a miembros de la Curia por el arzobispo Carlo Maria Viganò, porque no se contaba con ella. Consecuencia: cuanta menos información, más rumores; las interpretaciones tienden a rellenar los huecos que deja la falta de datos.
    Sin embargo, esto no es nuevo, señala Allen: está metido muy dentro en el modo en que el Vaticano lleva la comunicación. Es verdad, se podría precisar, que durante unos años hubo otro aire; pero la época de Joaquín Navarro-Valls fue excepcional. (Rafael Serrano, Aceprensa 3 de enero de 2019)

  6. ¿Por qué los progres de “Religión Digital”, siempre promocionando a los jesuitas vascos de Deusto que alojan etarras, y los opusinos pata negra de “Religión Confidencial”, otra vez unidos como en tantas ocasiones, han hecho campaña estos días para que el Papa fuera a Irak en febrero, insistiendo en febrero? Sin duda saben lo que ha dicho hoy Parolin, que no puede ser por riesgo de terrorismo.

  7. Todo esto para ocultar lo obvio: que Greg Burke es del Opus. El Opus, dirigido por catalanes, tiene un brutal enfrentamiento con el Papa. 8 de febrero es fecha clave para el verdadero camino del poder del Opus: “el camino de la afirmación nacional” catalana que proclamó el obispo de Tarragona Jaume Pujol, que ese día debe presentar su renuncia al cumplir 75 años. Camino que explica lo que sucede hoy en España con este gobierno de títeres anti católico y anti español. Por eso el Opus presiona brutalmente a la Iglesia y al Papa. Este es el verdadero trasfondo de la misteriosa dimisión-cese, el Opus. Quizás una dimisión cinco minutos antes del cese. En estas semanas, para ese 8 de febrero, habrá nuevos hechos extraordinarios para intentar doblar la mano al Papa. Es lo que dijo un ultraopusino catalán en La Vanguardia, que acaba de ser despedido del Vaticano, del consejo de laicos, Josep Miró Ardevol: “el barrizal interminable y la desestabilización” mientras no se consagre la supremacía de un reducido grupo de oligarcas negreros catalanes.

    De paso, muestra de ese intento de desestabilización, el poder opusino intenta meter cizaña inventándose un enfrentamiento de Parolin con el Papa. Y además pretende abrir la sucesión del Papa. Mucho les ha debido preocupar que el Papa, tras señalar grupos heréticos pelagianos en abril pasado, en su reciente discurso a la curia hable por primera vez de Judas, de Judas como “icono” actual, y permanente en la Iglesia, lo que dice el Evangelio. Prepárense para nuevos ataques estas semanas. La procedencia es obvia. 8 de febrero, fecha clave.

    PS: para que tuviera algo de credibilidad esa larga cortina de humo sobre Vian tenía que haber hecho esos desmedidos elogios con anterioridad, aún a riesgo de decir algo positivo del Papa, que le ha mantenido en el cargo cinco años.

  8. De esta cronica del gran Sandro Magister es legítimo deducir que el Jefe reclama para sí todos los Poderes en Régimen Presidencialista en cuanto que Lider del Cristianismo gnóstico, cual se declaró Francisco con ocasión de la visita al CMI en Ginebra. ¡Atención al dato para comprender el gambito de rey del tablero agresivo con faz de romántico en juego que ni rehusado se podrá evitar en esta partida mortal contraria a La Inmortal!.
    Por supuesto que Parolín no es ni será sucesor de papa-obispo romano ya que la alta Magistratura que Francisco dijo ser la de mayor rango de este mundo está ya desde hace tiempo reservada para el tapado «chino-filipino»-movimientos en la iglesia patriótica como modelo inclusivista sinodal anglicanizado a imponer en el ecumenismo global,-que últimamente se mantine silencioso para no equivocarse en el aprecio de sus pares. Parolín ha hecho su papel liquidador del círculo exterior de resistencias católicas al pontificado descatolizador de Francisco y ya es carne de deshecho reducida a impotencia que no podrá siquiera patalear por más secretos inconfesables que atesore desde su nunciatura en Venezuela sobre aquellos años de plomo amoral anticatólico desde el Caribe hasta el Rio de La plata y la Tierra de Fuego. Tendrá que seguir pudriéndose con ellos porque los masonismos son los más poderosos que mandan y ordenan y usted se calla a menos de sucumbir por fallo cardíaco en un puente.
    No le quedaría ni la posibilidad de hacerse fuerte por persona interpuesta comosu par el gran Müller, a pesar de todo aún persona cabal consecuente y decente, si se tiene en cuenta a los Cardenales de las Dubia, ya amortizados del todo y sin relevamcia en el pueblo fiel, aturdido en estampida. O antes en tiempos del Papa Ratzinger a los Cardenales de la investigación sobre las corrupciones vaticanas de los que nunca más se supo. «Heriré al pastor y se descarriarán las ovejas». 666 cifra de hombres, cifra de la profanidad desacralizadora.
    Esto es el segundo acto del vuelco en la Curia francisquita que llaman reforma que en realidad supone deforma de Religión Católica a interreligiosidad profana Interconfesional. La preparacióny puesta a punto de la trompetería para el derribo final de los muros de Jericó que se va a iniciar el día de la Convención de los Presidentes de las Conferencias Mundialistas con Francisco días 21 al 24 del próximo febrero.
    Será el eterno re.Tornielli naturalista empezando con la Monda de la jibarización del Osservatore Vaticano que Vian, otro compañero de viaje secularista, durante años desacralizó hasta con representaciones seculares de Juan Pablo II , con todo lo cual van a cocinar un gran Gisotti para los que les sustituyan ya comprometidos de alta vendita.
    ¿ Alta Vendita? ¿El libell de Jacques Cretinau Joly de 1859 buceando en los planes carboinarios? Que después e 1885 difundió en lengu inglesa Georges DFillon? ¿El que renoivado publicó en italiano Jhin Vennari?
    Se dice que aún quedan integristas y sedevacantistas que creen ser eso lo que está ocurriendo desde el Vatcano II. Que sean integristas y sedevacantistas tiene limitada trascendencia. Lo que importa es si eso ocuure, está ocurriendo y va a continuar ocurriendo o no. Porque la relidad cierta y demostrable que experimentamos a diario es que La religión Católica se desploma desde dentro mismo de sus estructuras, hombres de iglesia en salida y agentes de deformación amoral.
    Lo cierto es que reina el arrupismo instrumental como fuerza de choque, desde la regia cúpula a la humilde cuna. Y que se ha anunciado por su actual suceor que Arrupe, contradictor de DOS Papas, va a ser elevado a la apoteosis de Bernini. La Convención Febrero.
    ¿El duelo girondino/jacobino en la Convención ? Simplemente jacobina. Guillotina al Rey. Cruenta o no.

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