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Segundo día de la cumbre. Con nuevas acusaciones a Bergoglio, desde su Argentina

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A continuación presentamos cinco apuntes del cuaderno de notas del 22 de febrero, segunda jornada de la cumbre entre el papa Francisco y los líderes de la jerarquía de todo el mundo, para tratar los abusos sexuales perpetrados contra menores.

1. Sobre la cuestión de la homosexualidad que sustancia la gran parte de los abusos cometidos por sacerdotes, casi todos con jóvenes y muy jóvenes varones por encima del umbral de la pubertad, continúa levantado un muro infranqueable de silencio.

Interpelado en la conferencia de prensa brindada en la mitad de la jornada, el arzobispo Charles Scicluna, hombre clave del Comité organizador de la cumbre, ha confirmado – como ya lo había hecho el día anterior – que la homosexualidad “no tiene nada que ver con el abuso sexual contra menores”

2. Reapareció en público, en la conferencia de prensa, el cardenal Sean P. O’Malley, hasta hace un año – y con razones válidas – el máximo depositario de confianza del Papa en este campo, pero después caído en desgracia y excluido de la preparación de la cumbre, a pesar de que siguió presidiendo el Pontificio Comité para la Protección de los Menores.

A su lado, O’Malley tenía precisamente a los dos hombres de los cuales el papa Francisco se vale ahora como ejecutor de sus propios deseos: el cardenal Blase Cupich y el arzobispo Charles Scicluna.

Pero esto no significa que O’Malley esté en camino de ser rehabilitado. Se anunció que para el lunes 25 de febrero, el día posterior de la terminación de la cumbre, Francisco ha convocado a una reunión con los miembros del Comité organizador, “in primis” Cupich y Scicluna, con los líderes de los dicasterios de la curia en relación con el tema y con algunos expertos. ¿Y el Pontificio Comité para la Protección de los Menores, con su presidente O’Malley? No está convocado. El Papa seguirá prescindiendo de él.

3. El enfrentamiento entre Roma y la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, que explotó el pasado mes de noviembre con la prohibición del Papa de poner a votación dos decisiones operativas sobre cómo contrastar el mal gobierno de los obispos particulares en materia de abuso sexual, tuvo su coronación ya prevista ampliamente.

En efecto, le tocó al cardenal Cupich – arzobispo de Chicago y bergogliano de hierro, y también discípulo del ex cardenal Theodore McCarrick, hoy reducido al estado laical por sus fechorías – presentar oficialmente en el transcurso de la cumbre justamente esa solución alternativa que él mismo, en acuerdo con Roma, había opuesto a lo que la Conferencia Episcopal Estadounidense intentaba poner en acción.

En síntesis, la solución de Cupich y del papa Francisco no es confiar en un primer momento las investigaciones sobre el mal gobierno de un obispo en materia de abusos sexuales a un organismo independiente de laicos – como era en el proyecto de la Conferencia Episcopal Estadounidense -, sino al metropolitano de la provincia eclesiástica del obispo mismo. Para enviar después el resultado de la investigación a la Santa Sede, que tomará las providencias para decidir sobre su destino.

4. Poco antes de Cupich, en la mañana del 22 de febrero, hizo otra exposición en la cumbre el cardenal indio Oswald Gracias, que es también miembro del Consejo de los 9 Cardenales – hoy reducidos a 6 – que ayudan a Francisco en la reforma de la curia y en el gobierno de la Iglesia universal.

Excepto que pocas horas antes que Gracias tomara la palabra, la BBC puso en red un servicio que denuncia sus negligencias en el gestionamiento de dos casos de abuso sexual por obra de sacerdotes de su arquidiócesis de Mumbai, uno en el 2015 y otro en el 2009.

Sobre la experiencia del 2015 la arquidiócesis de Mumbai difundió inmediatamente una réplica muy detallada y convincente justificando lo hecho por Gracias, con todos los nombres de las personas implicadas.

Pero no hubo una sola palabra sobre la experiencia del 2009, que – según el informe de la BBC – configuraría el clásico guión del sacerdote no sancionado después de la denuncia de la felonía y a quien se dejó seguir actuando, corriendo el grave peligro de reiterar los abusos.

5. Pero mucho más que el cardenal Gracias, es el Papa en persona que justamente en el día de apertura de la cumbre ha sido cuestionado nuevamente por la protección brindada por él al argentino Gustavo Óscar Zanchetta, su amigo e hijo espiritual desde cuando éste era subsecretario de la Conferencia Episcopal Argentina, promovido a obispo de Orán en el verano del 2013, después renunciado por una imprecisa “razón de salud” en el verano del 2013, pero rápidamente elevado por el Papa, en diciembre de ese mismo año, al cargo vaticano creado exclusivamente para él de “asesor” de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.

En la pasada Navidad, el diario argentino “El Tribuno” había informado que contra Zanchetta, cuando era obispo de Orán, había sido enviada al nuncio en Argentina una denuncia por abusos contra una decena de seminaristas.

El 4 de enero el director de la sala de prensa vaticana desmintió esta noticia, aseverando que en el Vaticano las acusaciones contra Zanchetta no se recibieron antes del otoño del 2018 y que una investigación previa estaba en curso en Argentina para evaluar su fiabilidad.

Pero el 21 de febrero “El Tribuno”, por la pluma de la periodista Silvia Noviasky, volvió sobre el tema, proporcionando las pruebas documentales (ver foto) que denuncias muy detalladas de los malos comportamientos de Zanchetta habían sido elevadas por eclesiásticos de la diócesis de Orán a las autoridades competentes, en Argentina y en Roma, en varias ocasiones desde el 2015 al 2017.

Con el corolario que el papa Francisco estaba al corriente de las fechorías de su discípulo mucho antes que aceptara la dimisión del obispo de Orán y lo promoviera a asesor de la APSA.

Cargo que Zanchetta ocupa hasta ahora. Con el Papa que calla, en medio de la cumbre convocada para arrojar claridad sobre este capítulo doliente de la vida de la Iglesia.

Comentarios
5 comentarios en “Segundo día de la cumbre. Con nuevas acusaciones a Bergoglio, desde su Argentina
  1. Si un 16 % de sacerdotes homosexuales en EE.UU. va acompañado con un 80 % de abusos a varones , quiere decir que efectivamente la homosexualidad del sacerdote aumenta la probabilidad de que sea abusador. Y lo mismo quiere decir si miramos el informe del Ruth Institute y vemos que el aumento de abusos en EE.UU. año tras año fue prácticamente calcado del aumento del porcentaje de sacerdotes homosexuales y de subculturas homosexuales en los seminarios.

  2. Que siiiiii ! que hay doctriiina ! que hay dereeeecho ! que hay congregacioones ! y que hay de todo. Pero se ha encubierto utilizando la confesión de menores, el Evangelio y la eucaristía para ocultar a pederastas y depredadores homosexuales con el conocimiento de muchos y que se tomaron medidas superficiales dejando a las víctimas futuras al descubierto. Nos están enredando con jerarcas, ordinarios, jueces, congregaciones, dicasterios y todo y más jaleos. Dios es bueno y misericordioso, ¡menos mal!. Todo salta cuando las pústulas ya no pueden taparse. No sigo porque la desesperanza es mala para el alma y la salud del cuerpo.

  3. Buen artículo, Sandro.

    Pero yo creo que el tratamiento del tema de la homosexualidad en el clero está bien enfocado, de entrada.

    Que se sea homosexual no significa o garantiza predisposición a cometer abusos de primeras.

    Otra cosa es que la experiencia nos diga que sí haya más tendencia en ello a la genitalidad, promiscuidad o derivados muy «peligrosos».

    Pero no podemos poner como sospechoso de ser pederasta a todo homosexual que pase por la puerta.

    Lo demás ya me parece un poco sensacionalismo y fuegos artificiales sobre lo que rodea a esta cumbre.

  4. Si ven los 21 puntos que se han dado como orientaciones la mayoría de los mismos ya tiene soluciones concretas vigentes que no se aplican.
    Hay una cuestión clara el intento de separar el abuso de menores de la homosexualidad con la consecuencia lógica que queda en una especie de abstracción -abuso de menores- como categoría genérica para la cual hay que redactar un vademécum, como se si tratara de un estudio aca démico.
    Demás está decir que todo lo que un clérigo u ordenado haga contra el sexto mandamiento, contra la castidad, no puede ser aceptado cualquiera fuera el origen o la causa de los hechos.
    Lo que han logrado es colocar el tema de la homosexualidad en el clero en el centro del debate y a la vista.
    El punto 1 de los 21 orientaciones, dice: “Elaborar un vademecum práctico en el que se especifiquen los pasos a seguir por la autoridad en todos los momentos clave de la aparición de un caso”.
    Les doy la respuesta y se ahorran el vademécum: «2001 CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE CARTA A LOS OBISPOS DE LA IGLESIA CATÓLICA Y A OTROS ORDINARIOS Y JERARCAS SOBRE LOS DELITOS MÁS GRAVES RESERVADOS A LA CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE. Delitos contra las costumbres, esto es: delito contra el sexto mandamiento del Decálogo cometido por un clérigo con un menor de dieciocho años. Sólo estos delitos que se indican con su definición se reservan al Tribunal Apostólico de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
    Cuando un Ordinario o jerarca tenga noticia, al menos verosímil, sobre un delito reservado, y tras realizar una investigación previa, lo debe comunicar a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que, a menos que por algunas circunstancias particulares avoque a sí la causa, ordenará al Ordinario o al jerarca que proceda mediante su propio tribunal, dando las normas oportunas; el derecho de apelar contra la sentencia en primera instancia, tanto por parte del reo o de su abogado como por parte del promotor de justicia, es únicamente válido al Tribunal Supremo de la misma Congregación».

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