Esa nota de Ratzinger que McCarrick quería mantener en secreto. Todavía tan actual

|

Cada día que pasa, el “Informe” sobre el caso del ex cardenal Theodore McCarrick, publicado el 10 de noviembre por la Secretaría de Estado, aparece como una novedad sin precedentes, de fuerte impacto sobre el presente y también sobre el futuro de la comunicación vaticana:

> History-making report sets a precedent the Vatican can’t walk back

Nunca antes había sucedido que para aclarar un capítulo candente de la vida de la Iglesia a los más altos niveles – y con personajes implicados en gran parte vivos y activos – la Santa Sede levantara el velo de una masa tan imponente de documentos y actas reservados, con más de casi un centenar de testimonios recogidos “ad hoc”, incluido el del Papa reinante.

También el autor, o los autores, de un emprendimiento de esta magnitud marcan una discontinuidad. No son ciertamente los actuales poseedores de la información vaticana, descaradamente inadecuados, sino que hay que buscarlos más allá del Atlántico, en el abogado Jeffrey Lena y en su equipo de colaboradores. Lena vive en Berkeley (California), pero conoce mucho de lo que sucede dentro del Vaticano. En tribunales ha defendido muchas veces con éxito a la Santa Sede, enfrentada al riesgo de responder penalmente por los abusos cometidos por el clero católico en Estados Unidos.

El resultado es que este “Informe” es también una rica colección de historias para quien lo quiera explorar. Y de historias a veces sorprendentemente ligadas a la actualidad.

Basta citar aquí una. A partir de una línea de McCarrick informada en una nota que se encuentra en la página 274 del “Informe”.

Estamos en el 2008 y desde hace dos años el cardenal  McCarrick no es más arzobispo de Washington. Ha renunciado “espontáneamente”, en realidad por presiones de Benedicto XVI, quien le hizo llegar también el pedido de “tener un bajo perfil y reducir al mínimo los viajes”. Todo esto con motivo de las continuas prácticas homosexuales con seminaristas y sacerdotes jóvenes, de las que las autoridades vaticanas habían llegado a conocer.

Pero McCarrick continua viajando sin pausa, brindando conferencias, otorgando entrevistas, presidiendo ceremonias, aceptando premios, recogiendo fondos, llevando a cabo encargos de relieve, celebrando y concelebrando públicamente Misas.

¿Y qué dice a una pareja de Nueva York que le ha pedido que celebre su matrimonio? Que sí, lo haría gustosamente, pero sin que lo sepa el arzobispo de la ciudad y permaneciendo poco en la recepción, para cumplir con las exigencias de Roma de no aparecer en público, porque – explica – “el papa Benedicto XVI no lo había perdonado nunca por la cuestión de la Comunión, y esencialmente lo estaba jubilando”.

La “cuestión de la Comunión” no era en absoluto la verdadera razón de las providencias tomadas en su contra. Pero McCarrick tenía buen juego para lucirse, poniéndose como víctima. Para entender el por qué es necesario volver a las páginas 195 y siguientes del “Informe”.

Estamos esta vez en el 2004, cuando McCarrick está en el apogeo de su carrera. Es arzobispo de Washington y cardenal, y preside la comisión para la “política doméstica” de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos. Un rol clave, porque el 2004 es también año de elecciones presidenciales y el candidato del Partido Demócrata a la Casa Blanca es John Kerry, quien es católico practicante pero también es un decidido defensor del aborto como derecho constitucional.

Por este motivo algunos obispos, entre ellos el entonces arzobispo de San Luis, Raymond Leo Burke, habían sostenido que se le negara a Kerry la Comunión eucarística. Surgió una discusión muy acalorada, con la mayoría de los obispos favorables a dar la Comunión, cuyo rumor llegó también a Roma, a la atención del entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger.

Así, cuando a mediados de junio la Conferencia Episcopal estadounidense se reúne en Denver en asamblea plenaria, Ratzinger hace llegar al entonces presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Wilton Gregory – el mismo que el papa Francisco en el 2019 asentará en Washington y en el 2020 hará cardenal –, y a McCarrick como presidente de la comisión para la “política doméstica”, una nota sobre los “principi generali” que inducirían a negar a Comunión a los políticos católicos que hacen campaña sistemática por el aborto.

La nota choca con las “reflexiones provisorias” ofrecidas a la asamblea de obispos por el “grupo de trabajo” presidido por McCarrick, quien en el aula de reunión arremete contra los que “transforman la sagrada naturaleza de la Eucaristía en un campo de batalla político partidista”.

Pero el documento final, aprobado por la asamblea, sobre “Los católicos en la vida política” – que también da espacio a un “juicio prudencial” sobre dar o no la Comunión -, permite a Ratzinger escribir, en una carta posterior del 9 de julio, que está “muy en armonía” con los principios generales recordados en su nota, dentro de cuyos límites se debe elaborar un juicio prudencial.

¿Pero entre tanto que ha sido de la nota de Ratzinger? McCarrick ha hecho de todo para mantenerla en secreto. Fue leída en el aula, pero no fue distribuida ni tampoco fue asentada en las actas, ni jamás fue publicada posteriormente por la Conferencia Episcopal estadounidense ni por la Santa Sede. Los obispos que poseían el texto se contaban con los dedos de una mano. Pero uno de estos la hizo llegar a Settimo Cielo y a su blog gemelo “www.chiesa”, que el 30 de julio la publicó íntegramente, tanto en el original inglés como en italiano.

De este acontecimiento el “Informe” ofrece una exposición resumida, pero que en absoluto parece limitado solamente al pasado, porque también Joe Biden, el candidato del Partido Demócrata que venció en la carrera a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales del 2020, es católico y defensor del derecho al aborto. Y también a él le fue negada la Comunión en el pasado mes de octubre, en una iglesia de Florencia, en Carolina del Sur, por un sacerdote después firmemente defendido, una vez más, por el cardenal Burke. Y también un cardenal de la línea más moderada, como el arzobispo de Nueva York Timothy Dolan expresó comprensión por ese sacerdote, aunque diciéndose dispuesto a dar la Comunión a Biden, así como en el 2004 también los notables cardenales “neoconservadores” Avery Dulles y Francis George habían admitido que un “juicio prudencial” podría estar a favor de la Comunión.

En cualquier caso, cabe señalar que los “principios generales” reafirmados por Ratzinger en el 2004 conviven desde hace años en Italia y en Europa – fuera de Estados Unidos donde las contraposiciones son más acaloradas – con una práctica más flexible, incluso en los niveles más altos de Iglesia y con Papas muy intransigentes en esta materia como Juan Pablo II.

Por ejemplo, el 6 de enero de 2001, en la Misa de clausura del Jubileo, Juan Pablo II dio personalmente la Comunión a Francesco Rutelli, un católico practicante y primer candidato de la centro izquierda para las elecciones previstas para ese año en Italia, pero también un histórico militante “pro-elección” en el tema del aborto.

Y cuando en 1990 el católico Balduino de Bélgica renunció temporalmente como rey para no firmar la ley sobre el aborto, esa decisión suya fue totalmente espontánea. Nadie de la jerarquía de la Iglesia se la había pedido.

Hoy la cuestión de la Comunión podría volver a plantearse en Argentina, donde el presidente Alberto Fernández, catolico, se mete en la batalla por un aborto “legal, seguro y gratuito”, encontrando la oposición de la Conferencia Episcopal, que lo acusa de querer hacer “lo que Francisco llama colonización ideológica”.

Pero volviendo a la nota de Ratzinger, del año 2004, la volvemos a publicar a continuación, siempre actual como es.

*

SER DIGNOS DE RECIBIR LA SAGRADA COMUNIÓN. PRINCIPIOS GENERALES

por Joseph Ratzinger

1. Presentarse para recibir la sagrada comunión debería ser una decisión consciente, basada en un juicio razonado sobre si somos dignos para recibirla, según los criterios objetivos de la Iglesia, planteando preguntas del tipo: «¿Estoy en plena comunión con la Iglesia católica? ¿Soy culpable de un pecado grave? ¿He incurrido en penas (por ejemplo, excomunión, interdicción) que me prohiben recibir la sagrada comunión? ¿Me he preparado ayunando, por lo menos, desde una hora antes?». La práctica de presentarse indiscriminadamente a recibir la sagrada comunión, como mera consecuencia del estar presente en la misa, es un abuso que debe ser corregido (cf. la instrucción «Redemptionis Sacramentum», nn. 81, 83).

2. La Iglesia enseña que el aborto o la eutanasia es un pecado grave. La carta encíclica «Evangelium Vitae», en lo que atañe a decisiones judiciales o leyes civiles que autorizan o promueven el aborto o la eutanasia, establece que hay «una grave y precisa obligación de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia. […] En el caso pues de una ley intrínsecamente injusta, como es la que admite el aborto o la eutanasia, nunca es lícito someterse a ella, ‘ni participar en una campaña de opinión a favor de una ley semejante, ni darle el sufragio del propio voto'» (n. 73). Los cristianos «están llamados, por un grave deber de conciencia, a no prestar su colaboración formal a aquellas prácticas que, aun permitidas por la legislación civil, se oponen a la Ley de Dios. En efecto, desde el punto de vista moral, nunca es lícito cooperar formalmente en el mal. […] Esta cooperación nunca puede justificarse invocando el respeto de la libertad de los demás, ni apoyarse en el hecho de que la ley civil la prevea y exija» (n. 74).

3. No todas las cuestiones morales tienen el mismo peso moral del aborto y la eutanasia. Por ejemplo, si un católico estuviera en desacuerdo con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena capital o la decisión de hacer una guerra, por esta razón no habría que considerarlo indigno de presentarse a recibir la sagrada comunión. Mientras la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a perseguir la paz, no la guerra, y a ejercer la discreción y la misericordia en la aplicación de una pena a los criminales puede, sin embargo, coger las armas para rechazar a un agresor, o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opiniones entre los católicos sobre el hacer la guerra o aplicar la pena de muerte, pero no puede haberla, de ningún modo, respecto al aborto y la eutanasia.

4. Además del juicio de cada uno sobre la propia dignidad para presentarse a recibir la sagrada eucaristía, el ministro de la distribución de la sagrada comunión puede encontrarse en la situación de tener que rechazar distribuir la comunión a una persona, como en los casos de excomunión clara, de prohibición clara o de persistencia obstinada en un pecado grave manifiesto (cf. can. 915).

5. En lo que atañe al pecado grave del aborto o la eutanasia, cuando la cooperación formal de una persona es evidente (como en el caso de un político católico que hace campaña sistemática y vota en favor de leyes permisivas sobre el aborto y la eutanasia), su pastor debería reunirse con ella para decirle que no se debe presentar para recibir la sagrada comunión hasta que no haya puesto fin a la situación objetiva de pecado, advirtiéndole que, si no lo hace, se le negará la eucaristía.

6. Pero «cuando se presenten situaciones en las que esas precauciones no hayan tenido efecto o no hayan sido posibles» y la persona en cuestión, de manera obstinada, se presente a pesar de todo a recibir la sagrada eucaristía, «el ministro de la distribución de la Comunión debe negarse a darla» (cf. la declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, «Sobre la admisibilidad a la Sagrada Comunión de los divorciados que se han vuelto a casar», 2000, nn. 3-4). Esta decisión, propiamente hablando, no es una sanción o una pena. El ministro de la distribución de la sagrada comunión no formula un juicio sobre la culpa subjetiva de la persona, sino que más bien reacciona a la pública indignidad de esa persona concreta a recibir la sagrada comunión, causada por una situación objetiva de pecado.

[N.B. Un católico sería culpable de cooperar formalmente al mal y, por ende, sería indigno de presentarse a la sagrada comunión, si votara deliberadamente por un candidato que tiene una postura permisiva sobre el aborto y/o la eutanasia. Cuando un católico no comparte la posición a favor del aborto y/o la eutanasia, pero vota por ese candidato por otros motivos, se considera que es una cooperación material remota, que puede permitirse si hay razones proporcionadas].

———-

(s.m.) Mientras tanto, por obra del papa Francisco, las cosas han cambiado en dos puntos de esta nota de Ratzinger de hace dieciséis; en un caso limitando y en el otro aflojando. Ya no se admite la pena capital y se permite la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar. Pero queda intacto el  “punto central” de la nota acerca de la comunión a los políticos pro aborto.

Comentarios
5 comentarios en “Esa nota de Ratzinger que McCarrick quería mantener en secreto. Todavía tan actual
  1. La historia de la humanidad según la religión católica debe terminar en el Apocalipsis y ello por varias razones: 1) porque está revelado por Dios en los cinco apocalipsis de las Sagradas Escrituras: el de Daniel, los de los tres evangelios sinópticos Mateo, Lucas y Marcos y en el Apocalipsis de San Juan, Jesús habla en los evangelios de los tiempos finales al mismo tiempo que del fin de Jerusalén pero también San Pablo se refiere al Apocalipsis; 2) porque la terminación de la historia de la humanidad en el Apocalipsis es reconocida por el Catecismo, el Magisterio de siempre, los Padres de la Iglesia y los Doctores de la Iglesia y por muchos santos y sabios católicos; 3) porque la historia humana es una Historia de Salvación con un principio, un centro o plenitud en Jesucristo y un final no se puede entender nada del hombre sin saber la historia de la humanidad de dónde venimos y adonde vamos para poder actuar y para conocer la historia humana necesitamos que Dios nos revele ciertas partes de la misma como explicó Josef Pieper en especial el sentido de la historia y su finalidad, fin histórico en el Apocalipsis y el fin extrahistórico en la resurrección de los muertos, el Juicio Final y la Jerusalén Celestial; 4) omitir el fin de la historia humana para un católico es tan grave como omitir el principio y la plenitud de los tiempos y ello afecta la comprensión del ser humano y de su Creador y su actuación, no nos es suficiente la razón para saber cómo debemos actuar sino que es necesaria la fe verdadera; 5) es evidente que la Iglesia ha sufrido distintas crisis en la historia que son tipos del antitipo final como enseña el P. Castellani o sea manifestaciones del Apocalipsis y toda crisis de la Iglesia debe ser interpretada sobre la base del antitipo final para poder ser entendida; 6) la Historia de Salvación y la historia de la humanidad terminan cuando se encuentra presente el número de predestinados a la Jerusalén Celestial; 7) la historia de la humanidad y la Historia de Salvación terminan cuando la Iglesia o katejón u obstáculo es sacado de en medio, cuando la sal no sala y sólo sirve para darla a los cerdos, cuando el Anticristo se sienta en el templo de Dios haciéndose llamar Dios, cuando cesa el sacrificio perpetuo, o sea, la Santa Misa y la Eucaristía, cuando son destruidos el atrio y las naves del Templo y sólo se salva el Tabernáculo, cuando surge una Bestia de la Tierra (según los santos Padres la tierra es el terreno de lo religioso) con dos cabezas religiosas que son hoy la masonería y la cábala, la Bestia de la Tierra es una religión mundial o un ecumenismo mundial de religiones exotérico en las distintas religiones y esotérico en la masonería y la cábala y en un sincretismo y gnosticismo religioso, y cuando la Bestia del Mar o sea un gobierno mundial según los Padres y Doctores de la Iglesia surge con una sola cabeza la cábala que gobierna sobre la masonería con un solo gobierno político mundial unificado y secreto hasta ahora y que bajo la forma de una izquierda global liberal de cuarentena y Covid se va manifestando, lo que el P. Castellani llamó la unión de lo peor del comunismo y lo peor del liberalismo en lo político; 8) es necesario que la caridad decaiga para que se produzca el Apocalipsis y lo que se llama la apostasía universal para ello es necesario que se produzca una adulteración o prostitución de la religión católica y de la Iglesia también a la Iglesia de Laodicea Díos le llama tibia y le dice que será vomitada de su boca si no se convierte, Laodicea significa fin del mundo y el papa Francisco se presentó afirmando que habían buscado un papa del fin del mundo y como Caifás profetiza; 9) la civilización cristiana ha sido dejada de lado por una civilización anticristiana propia de la masonería y la cábala desde la Revolución Francesa 1789 y desde el siglo XIX los gobiernos del mundo fueron en su mayoría masones y cabalistas; 10) varios papas han aceptado de que el humo de Satanás ha entrado a la Iglesia por primera vez en la historia; 11) se ha llamado al modernismo la suma de todas las herejías que combatió San Pío X y su principal y único heredero es el progresismo católico fortalecido por los documentos del CVII; 12) hoy el Partido del Mundo en la Iglesia, la contraIglesia, la antiIglesia, la ciudad de Satanás dentro de la Iglesia, los que San Pablo señaló que estaban entre nosotros pero no eran de los nuestros, domina a la Iglesia y la dirige a un mal común porque el Bien Común de la Iglesia es sólo Cristo y hacia allí no se dirige la Iglesia sino a una fe sincretista y masónica sobre la base de los encuentros de Asís y sobre un dios falso que se manifiesta en todas las religiones bajo la forma de un poliedro que es el dios de la masonería; 13) hoy los gobiernos del mundo han eliminado muchos derechos naturales y divinos bajo la excusa del Covid con el apoyo de los medios y han establecido la primera manifestación mundial de un gobierno mundial o global que es masónico, de izquierda y revolucionario, lo que significa invertido con respecto al orden natural, lo que significa, satánico o luciferino; 14) hoy se pueden observar los frutos del pontificado de Bergoglio por los frutos los conoceréis dice Jesucristo y ante ello no existe excusa que valga; 15) hoy la Iglesia jerárquica apoya los malos frutos del pontificado de Bergoglio con los que terminan siendo los frutos de esta jerarquía; 16) Bergoglio ha elegido a la mayoría de los cardenales para el próximo cónclave sobre criterios ideológicos de apoyo al NOM no habrá primavera en la Iglesia prometida por Schneider y falsos opositores basta ver los signos de los tiempos; 17) hoy la Iglesia ha adoptado un camino sinodal alemán que la llevará al desmembramiento y el cisma porque mientras los obispos estadounidenses no se pronuncian en contra de la ideología de género y su práctica por el clero, la Iglesia alemana pide sacerdotisas sobre la base de los escándalos, el camino sinodal y la reforma de Francisco llevará a la formación de Iglesias separadas e independientes cuya primera manifestación es la Iglesia comunista católica reformista china, el protestantismo tiene 30.000 religiones e iglesias separadas, con la Iglesia terrenal pasará lo que el Apocalipsis señala como darle muerte a la mala mujer y repartirse sus vestidos, una vez que la Iglesia pierde la unidad pierde la catolicidad, la santidad y para nada sirve se termina el tiempo de evangelización y santificación; 18) la Fraternidad se ha mantenido callada frente a Francisco con una crítica que no traspasa sus sitios y en la búsqueda de recoger algo de lo que quede luego de la muerte de la mala mujer y en ello han pecado; 19) dentro de la Iglesia terrenal está presente la Iglesia santa, la ciudad de Dios dentro de la Iglesia terrenal pero reducida a las catacumbas y perseguida lo que se llama sacar del medio el obstáculo o katejón para que se manifieste el Anticristo; 20) hoy se han vuelto los pueblos hacia las falsas profesías que halagan sus oídos como la ideología de género, el ateísmo, las ideologías políticas, la masonería, las sectas, el feminismo radical, el aborto, la eutanasia, la cábala, el espiritismo, el florecimiento de religiones paganas sobre la base del yoga y del zen a lo que se puede denominar una vuelta a los tiempos paganos similares a los de la Primera Venida de Cristo; 21) hoy se ha enseñado un nuevo Evangelio dentro de la Iglesia y los que lo hayan aceptado por palabra, obra u omisión son anatemas; 22) hoy los sacerdotes y obispos mienten sobre muchos temas como ideología de género, uniones civiles, relaciones antinaturales, otras religiones como el judaísmo o la religión musulmana, el aborto, la eutanasia, el comunismo y el socialismo, el Covid, la contaminación en el planeta, y no enseñan que sólo hay una religión verdadera y un solo Dios e Iglesia que salvan con lo que permiten con sus palabras, obras y omisiones establecer un gobierno mundial o global anticristiano e inhumano; etc. Se les exige a los católicos que vean los signos de los tiempos y actúen como Cristo dijo que deben actuar, no enseñen mal y no repitan los errores, maldades y herejías que puedan enseñar sus superiores y esa exigencia se plantea sólo sobre la base de lo que ha enseñado Cristo, la Iglesia de Siempre y Dios mismo, rechacen los falsos Evangelios ya vengan de un papa, de un grupo de obispos o de un ángel del Cielo porque sabe todo católico lo que es enseñanza contraria a la fe y a la moral y no tiene excusa para ganar el infierno pecando por palabra, obra u omisión. Saludos en la Santa Virgen María y en Cristo Rey

  2. La Iglesia tiene que ser firme, e informar y repetir la doctrina, de que un politico católico no puede apoyar el aborto, si se calla, los votantes pueden interpretar que ahora en esto es mas flexible, y votarle.
    Sinó lo hace, al final se hará invisible, ya no sera un faro para el mundo, sino un candil debajo de la cama.

  3. ¿Biden ya venció en la carrera a la presidencia de la Casa Blanca? Estamos a 17 de noviembre y todavía no hay fiesta ni el colegio electoral se ha pronunciado. Por otro lado, esto de «autoproclamados» católicos que se pasan por el arco del triunfolos diez mandamientos y los dogmas católicos, produce náuseas y hartazgo…¡¡Señor ven pronto !!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *