| 06 septiembre, 2008
Continuando con el tema de la Música Litúrgica, analizaremos nuevamente algunos aspectos importantes para corregir en el corto y mediano plazo.
Y para ello, siguiendo el análisis anterior que hemos hecho a las «traducciones» (que me atrevería a clasificar como Malas Traducciones), de los textos y cánticos litúrgicos, procederemos a observar algunos importantes cantos dentro de la Santa Misa, como lo son el Gradual, el Alelluia y el Credo, dejando para nuestra próxima entrega el Sanctus y el Agnus Dei, junto a otros canticos pertenecientes a los ritos finales de la Misa.
De igual forma, invito al lector a hacer sus aportaciones y comentarios, para lo cual dispone del sistema de comentarios, asi como también, de nuestro correo.
1.- El Gradual.
El gradual se corresponde actualmente, en la liturgia del Rito Romano Ordinario, al Salmo Responsorial.
Como es de esperarse, en cuanto a las traducciones, estas no son adecuadas, entre una y otra linea Editorial, variando entre los Leccionarios de origen Español, Mexicano, y de la propia conferencia episcopal de cada país. Sin duda, muchas veces estas malas traducciones alteran de manera prominente el sentido mismo del Salmo, como sucede, por ejemplo, con las antífonas:
El Señor es Compasivo y Misericordioso
y
El Señor es Bueno y Clemente.
Sin duda, el uso de las palabras anteriormente destacadas como sinónimos, altera en demasía el significado total de los textos litúrgicos. Asi mismo, alterar los salmos, constituye una alteración a la Palabra de Dios, y por tanto, es reprobable y condenable.
Un vez más, se hace un intento de manipulación de la escritura sagrada, al igual que lo hicieron los protestantes, con Lutero y sus seguidores a la cabeza.
y
El Señor es Bueno y Clemente.
Sin duda, el uso de las palabras anteriormente destacadas como sinónimos, altera en demasía el significado total de los textos litúrgicos. Asi mismo, alterar los salmos, constituye una alteración a la Palabra de Dios, y por tanto, es reprobable y condenable.
Un vez más, se hace un intento de manipulación de la escritura sagrada, al igual que lo hicieron los protestantes, con Lutero y sus seguidores a la cabeza.
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Además, en cuanto a estructura, se ha quitado del Gradual (hoy Salmo), al igual que de otras antífonas cantadas en la Misa (A saber, Introito, Ofertorio y Communio, hoy llamadas, Antifonas de Entrada, y de Comunión [La correspondiente al Ofertorio fue eliminada]), se puede destacar la falta del rezo del Gloria Patris al finalizar cada uno de los canticos mencionados, junto con el Gradual. Nuevamente, esto evidencia la idea de la «completa» renovación, tirando por la borda los casi 2000 años de tradición apostólica (a la fecha de la puestan en marcha de esta Reforma Litúrgica post-conciliar).
2.- Alelluia
Sin duda, una de las piezas más maravillosas compuestas para la Santa Misa, que conforma una alabanza y aclamación para la proclamación del Santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo, quien, en persona del Sacerdote, nos exhorta, enseña y acompaña.
Pero, lamentablemente, este cántico no se ha escapado de las garras de quienes desean cambiar todo lo relacionado con la veterolitugia.
Un ejemplo de ello, son las adaptaciones de cantos profanos, a los cuales se les sustituye su letra por el Alelluia, intercalado con algunos tropos que distan mucho de la finalidad del Alelluia.
Además, siempre podremos encontrar la inclusión de intrumentos musicales que se alejan del culto de la Santa Misa, como lo son las guitarras eléctricas, baterías, bajos eléctricos, percusión, flautines, flauta traversa, entre otras alimañas.
Sin duda, esto constituye un acto Execrable, limitando el canto del Alelluia a un verso cantado al ritmo de la batería, para hacer más ameno el ponerse de pie, por parte de quienes participan de la Misa, además de infundirle un equivocado «espíritu juvenil» a todo aquello.
Podría nombrar una multitud de cantautores, que con sus supuestos «cantos litúrgicos» van en contra de lo dicho por el mismo Concilio, en la constitución de Sagrada Liturgia, a saber, Sacrosanctum Concilium. Sin embargo, no los nombraré, por caridad para con ellos.
3.- Credo
Sin duda, el Credo es una de las partes más bellas de nuestra liturgia, porque en él se puede encontrar lo básico de nuestra fe, que todo Cristiano DEBE Creer.
La liturgia, desde los primeros siglos, ha incluído en la liturgia el maravilloso Credo Niceno-Constantinopolitano, cuyo nombre se debe a que fue realizado durante estos 2 primeros Concilios Ecuménicos de la historia de la Iglesia (a saber, Nicea y Constantinopla [I]).
Sin duda, el Credo muestra todas las verdades de la Fe, y constituye un elemento importante dentro de la Eucaristía, siendo hechas por su magnificencia, muchisimas composiciones musicales litúrgicas, entre las que encontramos a diversos autores, como Mozart, Perosi, entre otros, asi como también del extenso repertorio de Ordinarios de la Misa del Canto gregoriano.
Lamentablemente, despues del Concilio, se ha introducido en la Misa, un Credo simplificado, que solo entrega lo fundamental, dejando de lado algunas precisiones necesarias. Como es de imaginarse, por lo general, el Credo denominado como «Símbolo de los Apóstoles», contiene menos de lo esencial, siendo superado por otras formas de expresión de la fe, como el Credo Atanasiano, el cual es utilizado frecuentemente por los protestantes (Modificado claro está).
Sin duda, el Concilio ha dejado a facultad de cada sacerdote y segun las costumbres del lugar, la utilización de el Credo de Nicea y Constantinopla. Lamentablemente, este «CASI» no es utilizado, debido a que su extensión es un poco mayor, y contradice el principio de «queremos la misa lo más corta posible», que consituye un abuso litúrgico aún para nuestra Liturgia del Novus Ordo Missae.
Dejo a continuación una comparativa entre ambos credos. (Presumo que el estimado lector conoce el Credo NicenoConstantinopolitano en Latín. De no ser asi, puede conocerlo haciendo clic AQUÍ)
Estimada Lectora Romina:
Evidentemente, es necesario hacer una buena comprensión de lo aqui escrito. Si bien, por mi testimonio personal, conozco tu musica pro-evangelización, que es muy valiosa, ello no quita que tales composiciones son completamente inadecuadas para su uso con fines litúrgicos. Lamentablemente, se ha introducido muchos cantos que alteran tanto la finalidad como la composición que la Iglesia otorga a tales cánticos, entre los que puedo mencionar Algunos cantos del Santo. Si no sigue la letra litúrgica que establece el misal con sus traducciones, lamentablemente, por muy hermosa que sea la letra, no es liturgica y punto. Espero interpretes de buena manera las cosas.
Yujuuuuuuu!!!
Soy una pseudo-músico-católica! Cometo descalabros y además abusos litúrgicos.
Soy parte de los actos execrables y reproduzco cantos profanos todos los domingos en la Misa de 12!!
Qué bkn, no sabía que era tan mala! (Gracias Marco)
=P
Entonces…¿por qué Dios me sigue animando en el camino de la Evangelización a través de la música?
Según esto, deberían excomulgarme a mi y a casi todos!!
Romina González R.
«PSEUDOCANTAUTORACATOLICA»