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Hebdomadae Sanctae A.D. MMIX – Semana Santa 2009 [Segundo Acercamiento]

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No podíamos dejar de escribir algunos acercamientos más en torno a esta Semana Santa, dada su profundidad e importancia para la vida de Fe de la Iglesia. 
Dentro de la Semana Santa, podemos distinguir el llamado «Sacro Triduo Pascual», que en si contiene a los principales Misterios que celebramos: La Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Analizaremos algunos aspectos de este Triduo, enfocándonos en los primeros dos días del Sacro Triduo.
+ Jueves Santo
Sin duda, el Jueves Santo es uno de los días más importantes para la vida litúrgica de la Iglesia, pues en este día conmemoramos la Institución del Sacerdocio Ministerial, y también, la Institución de la Eucaristía, como Sacrificio agradable a Dios y Salvación para los hombres. 
La liturgia de Jueves Santo es sobria, sencilla, pero solemne. Se canta gloria, y se tocan las campanas durante este canto, símbolo de la alegría por conmemorar la institución del Santisimo Sacramento, en el cual la presencia real de Jesús se manifiesta en la forma consagrada. Sin embargo, después el cántico del Gloria, no se vuelve a tocar campana alguna hasta llegado el día de la Vigilia Pascual, donde nuevamente, al entonarse el Gloria, se tocan como símbolo de la alegría de la Resurrección del Jesucristo.Junto con esto, está también el Rito del Lavatorio de Pies, instituído también por el mismo Cristo, del cual tenemos recuerdo por medio del Evangelio de San Juan, en donde Cristo, Verdadero Dios, lava los pies de sus Discipulos, en señal de humildad, dandoles también la misión de hacerlo también con sus demás hermanos, como gesto de caridad fraterna.
Junto con ello, también observamos otro signo distintivo de la Liturgia de Jueves Santo: el traslado el Santísimo Sacramento a un Monumento preparado, dentro de la Iglesia o fuera de ella: Este gesto tiene una importante significancia, dado que es momento de acompañar a Cristo agonizante, en la adoración, el silencio, y la oración.
Junto con ello, la Iglesia queda triste, y símbolo de esta tristeza es el despojo de los altares de su ornamentación, de sus manteles, de las flores, y de todo otro adorno.
En muchos lugares, es tradición que después de esta Solemne Misa que da inicio al Sacro Triduo Pascual, se celebre una adoración al Santísimo Sacramento hasta la medianoche, en la cual acompañamos a Cristo durante su agonía en el Huerto de los Olivos, esperando la llegada del traidor que lo entregaría. Aprovechemos esta oportunidad para recibir la Gracia de Cristo, y obtener, según las acostumbradas formas, la Indulgencia Plenaria, en favor de nuestra alma y de las ánimas del Purgatorio.
Nota Litúrgica: 
Sobre el monumento de Jueves Santo, obsérvese lo siguiente (válido para ambas formas del rito romano, a menos que se diga expresamente lo contrario):
1.- Debe erigise en altar o capilla distinta del mayor, adornarse hermosamente, pero con moderación, como conviene a la severidad litúrgica de estos días, con flores, luces y otros adornos festivos, pero ninguno de luto ni en la misma capilla, ni en el altar del monumento. Deberá tener un frontal blanco y en la parte superior una elegante urna (O bien, el Sagrario mismo), de puerta opaca, de suerte que el copón no pueda aparecer visible a los fieles, con su llave de plata o de metal dorado (en lo posible) y una grada o escabel si se necesitase para subir a la urna. Se extenderán unos corporales sobre la mesa y otros entro de la urna o sagrario.
2.- Está prohibido adornar el Monumento con cálices, copones, custodias, reliquias e imágenes de santos, fuera de las imágenes de ángeles en la actitud de adorar; También está prohibido cuadros representativos de la pasión o del santo sepulcro, lo mismo que cubrir la urna o sagrario con un velo blanco. También se prohibe poner al pie o cerca del altar una cruz o crucifino movil, a no ser del crucifijo que preside el monumento (que es inamovible).
3.- Aunque no se vea la Hostia consagrada, el Señor en el Monumento se considera solemnemente expuesto para los efectos litúrgicos; así, las velas de color blanco no bajarán del numero necesario para la Exposición Solemne, debiendo estar encendidas al menos de 6 a 12 velas, por cuanto dure la adoración. Además, al pasar por delante del Santísmo, se hace genuflexión doble (i.e. Arodillarse y hacer venia profunda).
+ Viernes Santo
Llegado el día viernes, se nota un ambiente de reflexión en torno a la Muerte de nuestro Señor Jesucristo, acontecida en la Cruz. Junto con ello, la Iglesia no celebra Misa este día, en ningun lugar del mundo, dado que el Sacrificio de la Cruz está pronto a llevarse acabo.
La tristeza por la muerte del Amado imprime su carácter en la Liturgia de la Iglesia: Ornamentos de color Rojo, como símbolo de la Sangre de Cristo derramada en la Cruz por nuestros pecados, Preciosísima Sangre, la cual, «cuius una stilla salvum fácere totum mundum quit ab omni sælere.» («de la que una sola gota puede liberar de todos los crímenes al mundo entero», en palabras de Santo Tomás de Aquino). En el rito extraordinario, se ocupan ornamentos negros, que expresan de manera más directa la tristeza por la muerte de Cristo. 
Mucho más allá de esto, está también la adoración de la Santa Cruz, en la cual adoramos a Cristo, muerto en la tan infame Cruz, que sin embargo, es prenda de Salvación eterna. Otros sígnos litúrgicos son la postración total del sacerdote, en adoración a Cristo en la cruz, y también, la distribución de la Sagrada Comunión con hostias consagradas guardadas en el monumento de Jueves Santo.
Junto con lo anterior, está también la piadosa práctica del Via Crucis, donde se conmemora paso a paso el misterio de la Pasión el Señor y de su Muerte en la Cruz, siendo importante instancia para compenetrarse con este Santo Misterio.

Pronto, un Tercer Acercamiento.

In Christo +
MARCVM
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