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Abusos Litúrgicos: De Los Aplausos y Cambios Arbitrarios en la Liturgia

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 Volviendo sobre el tema del los Abusos litúrgicos, que hoy en día son cometidos como si fueran lo más natural y apropiado, me gustaría hablar, a petición de un estimado lector del blog, sobre dos temas de relevancia en torno a los abusos litúrgicos: el tema de los Aplausos en la Liturgia, y el de los cambios deliberados de los textos litúrgicos.

Y es que en muchas ocasiones, como por ejemplo, al final de una Misa Solemne, una Renovación de promesas Matrimoniales, una Ordenación Sacerdotal, una Consagración Episcopal, un Matrimonio, un Bautismo, una conmemoración de algún Santo patrono, al finalizar una procesión masiva, etc., siempre están presentes este tipo de gestos, que no hacen más que producir ruido y violar la sacralidad del templo.

El Padre Miguel Ángel Fuentes, sacerdote del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), escribe en su portal web (http://www.teologoresponde.com.ar) una breve explicación del tema, aludiendo a algunos textos específicos muy reconocidos. tomamos algunos extractos sobre el tema:

«[…]En cuanto a los aplausos en la liturgia, digamos, ante todo, que se oponen al decoro y la belleza propios de la liturgia. Se trata del culto de la Esposa de Cristo, en el que deben resplandecer el orden, la mesura, y las manifestaciones contenidas.

[…] «Cuando se aplaude por la obra humana dentro de la liturgia, nos encontramos ante un signo claro de que se ha perdido totalmente la esencia de la liturgia…» (El espíritu de la liturgia. Una introducción, ed. Cristiandad, Madrid 2001, 223).

Cuando se aplaude, ¿a quién se aplaude? Si se aplaude a una persona por un discurso, o porque ha hecho sus votos religiosos, o se ha casado, o porque ha cantado muy bien, etc., estamos ante una desnaturalización de la liturgia, que es el culto que se tributa a Dios y no al hombre, aunque sea porque se quiera alabar en el hombre, las “maravillas” de Dios.
Por el contrario, si es a Dios a quien se aplaude, entonces hay que decir que la liturgia tiene sus modos de alabar a Dios y de expresar el júbilo, y es mediante las aclamaciones, esto es, el canto del Aleluya, del Amén, del Deo gratias, etc. Los aplausos están muy ligados al uso profano. Pongamos un ejemplo. Así como en la liturgia hay modos propios de saludar y no cabe un cotidiano y vulgar “¡Buenos días!”, sino un bíblico (aunque no menos sencillo), “¡El Señor esté con vosotros!”, acompañado de un extender y juntar los brazos por parte del que saluda (como un modo estilizado y litúrgico del abrazo humano), así tampoco caben los aplausos en señal de aprobación o confirmación, o bien como expresión de júbilo, pues estos sentimientos del alma tienen su modo estilizado en las aclamaciones.»

Como vemos, se hace un análisis muy certero sobre la realidad profana de los Aplausos, y se da a conocer el porqué no es un acto que debiese ser incluido en la Sagrada Litúrgia.

 
Por otro lado, evidenciamos claramente que derriba otro de los abusos más comunes, que es un saludo «profano» por parte del Sacerdote antes de celebrar la Santa Misa. Comunmente, algunos sacerdotes tienen la Mala Costumbre de saludar al pueblo, diciendo «Buenos Días/Tardes/Noches», dependiendo del horario, y haciendo una pequeña introducción, que en muchas ocasiones se transforma en una verdadera homilía antes de iniciar la Santa Misa. De esta manera, se desprecia la validez de aquél Saludo bíblico «El Señor esté con vosotros», o algunas de sus variantes, que se encuentran en el Misal, que evocan no solo un mero saludo, sino que habla de algo mucho más profundo y que va más allá de una simple cordialidad: Apunta a un sentido espiritual.

Además, podemos encontrar también alusiones muy claras a los abusos correspondientes a cambiar deliberadamente los textos litúrgicos del Misal Romano, alterando en muchos casos el significado de tales palabras. En algunas palabras de Su Eminencia Joachim Cardenal Meisner, se puede evidenciar una alusión muy directa al tema:
«si bien la alegría pertenece a la vivencia de la fe, la Misa no puede convertirse en un carnaval: no deben vestirse disfraces, y en los textos litúrgicos, determinadas oraciones y la fórmula de consagración debe respetarse el lenguaje original y no deben ser utilizado un lenguaje simplificado o popular».
 
Este texto, del Cardenal Meisner, correspondiente a una nota de prensa, se ve motivado a raíz de los numerosos abusos ocurridos en el mundo, principalmente en Alemania, donde muchos párrocos, para conmemorar algún «Carnaval» de origen no-religioso, contratan algunas agrupaciones musicales para que «amenicen» la Santa Misa, haciéndola más popular.

Y es que hoy en día, muchos Obispos, Sacerdotes, Diáconos, y Laicos no pueden dimensionar de manera correcta la grandeza y majestad de la Liturgia, en la cual se unen Cielo y Tierra en un solo Sacrificio en torno a Jesucristo, que se ofrece como hostia inmaculada y santa para nuestra salvación. De una concepción de lo que significa la Liturgia surgen los innumerables abusos litúrgicos de los que podemos ver y presenciar (Sí!, Presenciar en nuestras propias parroquias, o en alguna parroquia cercana).

Monseñor Nicola Bux, destacado liturgista, hace también una aporte a nuestra discusión, en una entrevista:
«¿Existen los abusos litúrgicos?
Ciertamente. Por ejemplo, los aplausos durante la Misa, ciertas canciones empalagosas y así sucesivamente… Pero lo que principalmente importa es entender por qué suceden los abusos…

Las causas…
Exactamente. Haciendo mío un dicho no precisamente curial diría que todos quieren ser generales pero no tenemos simples soldados… En la práctica, después del Vaticano II pero no por culpa del Concilio sino de malos intérpretes, se ha pensado que todo era lícito y permitido. Que la bella y sana liturgia católica había sido abolida. Y no era así. El Vaticano II, también en clave litúrgica y no sólo teológica, debe ser leído en continuidad con el Magisterio de la Iglesia.»

He aquí un punto clave, sobre lo cual el Santo Padre ha hecho mención en reiteradas oportunidades: «La Hermenéutica de la Continuidad».
Las interpretaciones sesgadas, erróneas, parciales  y con poco criterio de los documentos del Concilio Vaticano II, son el origen de todos los abusos litúrgicos, ya que muchos clérigos y laicos se sienten con derecho para modificar la Liturgia al antojo personal, quitando importancia a lo que la Iglesia ha instituido.
Y es que si algo del Concilio Vaticano II debe ser criticado, en torno a la Sagrada Liturgia, es que ha abierto la puerta a las malas interpretaciones, y que de manos de muchos Obispos que no han sabido poner freno a tiempo a estas desviaciones, se ha desbandado, produciendo el actual clima secular dentro de la misma Iglesia (y para qué decir lo que pasa fuera de ella!).

Inclusive, es posible encontrar textos sobre algunas denominaciones «cristianas» de origen protestante, las cuales dicen lo siguiente, tomando como ejemplo de los abusos litúrgicos, los Aplausos: «La iglesia a la que pertenezco tiene un pastor joven que nos dice: ‘El culto sin palmadas y aplausos es un culto sin vida’.»
Y, por esas curiosidades de la vida, ¿esto no es lo que suelen algunos sacerdotes decir en sus Misas?. ¿no es esto lo que sacan como excusa muchos católicos para aplaudir, o introducir danzas y otros elementos de otras sectas, o de utilizar musica de origen pagano, o utilizar instrumentos bulliciosos y poco agraciados y reverentes?

En este mundo tan bullicioso, el Hombre busca descansar en la paz y quietud del Señor, que es la fuente permanente de toda Gracia, y sin el cual nada somos capaces.
La tarea es, como hemos repetido muchas veces, REINSTAURAR LO SAGRADO, tomando como bandera este lema episcopal y Cadenalicio del Exmo. Cardenal Ottavianni. Sin Reinstaurar lo Sagrado, en todos los aspectos de la Cristiandad, no nos permitirá acercarnos plenamente a Dios y a su Gracia Divina. En Palabras de los Sumo Pontífices, debemos buscar el «Instaurare Omnia in Christo» (S.S. Pio X), implorando la Gracia del Espíritu Santo, que es «Lumen in Caelo» (S.S. León XIII), para ser «Cooperatores Veritatis» (S.S. Benedicto XVI) en el mundo de hoy. Clamemos al Señor diciendo: «In te, Domine, speravi; non confundar in aeternum» (S.S. Benedicto XV).

In Christo +
MARCVM
PD. Una recomendación: Artículo «La Liturgia y el ‘Todo vale'». Muy buen artículo. Recomiendo encarecidamente su lectura. Agradecimientos a La Buhardilla de Jerónimo.
Comentarios
0 comentarios en “Abusos Litúrgicos: De Los Aplausos y Cambios Arbitrarios en la Liturgia
  1. Si no me equivoco es la primera vez que leo este blog, y me pareció realmente espectacular. En cuanto al artículo en específico, creo que es necesario que se reflexione sobre los motivos que llevan a los abusos litúrgicos, y creo que uno de los principales es el de la concepción de la Santa Misa como una asamblea de la comunidad… por eso casi todos comulgan y casi nadie se confiesa (ven al Santísimo Cuerpo de Cristo como «el pan de la amistad»), se aplaude en la Misa precisamente porque se la ve como una reunión social, se canta cumpleaños feliz a la gente también por eso, los curas y otros «laicos comprometidos» tratan de lucirse por la misma razón… todo delante de la comunidad, es la comunidad la que se reúne, la comunidad la que participa, la comunidad la que hace todo, y al final, Dios se convierte en algo accesorio y secundario, quizás la excusa para la reunión de la «comunidad»

    PD: AAAh, y cómo olvidarme, para ellos el sacerdote es el «presidente». (¿presidente de qué si se puede saber? xd) Por eso voy sólo a la Misa tridentina, la Misa de siempre.
    Alguno

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