Soros, Maradiaga, y las Caravanas

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  1. OTRA VEZ CALLA Y OTORGA: DE NUEVO SE REVELA LA PERSONALIDAD Y LOS COMPROMISOS CRUZADOS Y OBSCUROS DEL CARDENAL RODRIGUEZ MARADIAGA

El fin de semana recién pasado partió de la ciudad de San Pedro Sula, al norte de la República de Honduras en américa central, un contingente humano de migrantes hondureños que se calcula en unos 2,000 miembros entre personas adultas y niños.
No es la primera vez que una caravana de migrantes se dirige hacia los Estados Unidos de Norteamérica, con el fin de mejorar sus condiciones económicas y dejar atrás la violencia endémica que afecta a los países del denominado Triángulo Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala), donde cada año se contabilizan miles de víctimas, a consecuencia de las pandillas, el narcotráfico, la extorsión y la delincuencia común. Oficialmente el gobierno de Honduras, mediante sus representantes, ha sostenido que las causas de esta migración radican también en cuestiones políticas que buscan desestabilizar el actual gobierno del presidente Juan Orlando Hernández Alvarado. Sin embargo, no solamente estos ingredientes son los únicos en la mezcla de intereses que están detrás de estas caravanas sistemáticas de migrantes hacia los Estados Unidos de America.
El problema es más complejo de lo que a primera vista pareciere. Analizando con más profundidad, su génesis la encontramos lejos de las mismas Repúblicas del istmo centroamericano, la encontramos allá mismo en los Estados Unidos.
Se sabe que el multimillonario liberal George Soros recientemente ha apoyado diversos movimientos favorables a la legalización de la marihuana, del aborto y pro-LGBT, y respalda e incita movimientos migratorios a Estados Unidos. Está financiando la bien organizada invasión de caravanas migratorias anti-Trump desde Centroamérica, que ha estado golpeando la frontera entre Estados Unidos y México en desafío a la aplicación de la ley de inmigración.
Varias fundaciones y corporaciones ultra liberales han apoyado a las caravanas migrantes que buscan asilo, y los fondos de Soros han estado ligados a varios grupos que han encabezado la coalición de invasión «refugiada», también llamada «Soros Express».
En la agenda globalista que busca un nuevo orden mundial, Soros incluye también la intervención sobre la iglesia católica universal, con el fin de cambiar las tradiciones más arraigadas en la milenaria institución eclesial. Para ello ha aprovechado la oportunidad de que la Cúpula de la Iglesia Católica cuenta con un Papa liberal como lo es Francisco, rodeado de incondicionales servidores, que no dudarían vender a Francisco por 30 monedas de Plata.
Se sabe que el multimillonario liberal George Soros pagó 650.000 dólares para influenciar a los obispos durante la visita del Papa Francisco a Estados Unidos en 2015. ¿Su objetivo? Cambiar los paradigmas nacionales y las prioridades durante el periodo previo a la campaña presidencial de 2016. Dichos fondos se entregaron a dos entidades estadounidenses que desde hace años trabajan en un proyecto para cambiar las prioridades de la Iglesia Católica en Estados Unidos. Estas entidades fueron: PICO, una organización comunitaria basada en la fe de la vida pública, y FPL, un grupo progresista que trabaja junto a los medios de comunicación para promover la causa de “justicia social” de la izquierda. Las filtraciones documentales dejan al descubierto al magnate, quien ha financiado al sector de la izquierda en todas las partes del mundo y luchado para terminar con las leyes pro-vida.
Un informe filtrado, realizado por la sociedad de Soros en Nueva York, revela que en la etapa de planificación de la iniciativa para alterar el desarrollo de la visita del Papa Francisco a Estados Unidos, se pretendía alcanzar los objetivos a través de los principales asesores del Papa, como es el ejemplo de Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, cuyo nombre se especifica en el documento.
Cabe destacar que el cardenal Rodríguez Maradiaga respaldó el trabajo de la entidad PICO en un vídeo durante una visita de sus representantes a la arquidiócesis de Tegucigalpa en el año 2013. “Quiero apoyar todos los esfuerzos que están haciendo para promover comunidades de fe”, dice el cardenal. “Por favor, seguir ayudando a PICO”, concluye.
Un post-informe de 2016 destinado a evaluar los resultados de la inversión del multimillonario Soros, destaca la “efectividad de la operación” del grupo encargado por Soros. Para dicha afirmación, se basan en las declaraciones de algunos obispos en contra de aquellos candidatos presidenciales que están utilizando el “discurso del miedo”, como es el ejemplo de Trump.

“El impacto de este ejercicio se puede ver en los discursos de varios líderes religiosos denunciando a algunos candidatos presidenciales por utilizar el “discurso del miedo”, reza el documento. Asimismo, el informe subraya que la financiación ha logrado contrarrestar “la retórica anti-gay” en los medios de comunicación.
En cuanto al objetivo de Soros de cambiar las prioridades de la Iglesia Católica, son principalmente dos los obispos de Estados Unidos que han obedecido sus órdenes (cabe destacar que para los nombramientos de estos obispos intervino tanto el cardenal Rodríguez Maradiaga como el abusador sexual y ex cardenal Theodore McCarrick). Se trata del arzobispo de Chicago Blase Cupich y Robert McElroy, el obispo de San Diego, que creó una gran polémica en la Conferencia de Obispos de Estados Unidos por su intento de cambiar un documento que mostraba instrucciones de cómo debían votar los católicos.
El obispo denunció que el documento no estaba “en sintonía” con las prioridades del Papa Francisco y que se ponía demasiado énfasis en el aborto y la eutanasia y no lo suficiente en la pobreza y el medio ambiente.
Como conclusión, el grupo Soros destaca el éxito de su operación durante la visita del Papa al país norteamericano, por lo que ven posible, gracias a los sobornos del magnate, cambiar las prioridades de la Iglesia Católica en un futuro no tan lejano.
Paradójicamente el Cardenal Rodríguez Maradiaga es hondureño al igual que los miles de migrantes que hoy emprenden esa masiva caravana incierta, llena de peligros en su trayecto y sin una esperanza aparente.
El cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga, al momento de la publicación de este artículo no se había pronunciado sobre la decisión tomada por sus humildes compatriotas.

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