Una oportunidad histórica

Se presenta una oportunidad histórica para la sociedad española. Es histórica porque son pocos los países occidentales que hayan querido, de manera progresista, defender la vida volviendo a legislar en defensa del verdadero inocente: el concebido. El ser más desprotegido. Hace unos días me escribían desde Italia y Estados Unidos, amigos míos, asombrados por  la valentía del actual gobierno por legislar de forma tan atrevida. Es un reto para toda la sociedad española porque defender la vida no es patrimonio de la Iglesia Católica sino de toda la humanidad y de toda la sociedad que quiera proteger a sus hijos. Es un planteamiento muy superficial aquellos que dicen que defender al vida es sólo un patrimonio de la Iglesia. El primer interesado en defender la vida es la sociedad civil. Sin embargo esta oportunidad histórica puede venirse abajo porque hay quienes hacen más ruido. Estos días, por un puñado de votos o de lucro personal -algunas razones tiene que tener-, miembros del partido político que gobierna en España han sembrado duda sobre la oportunidad de sacar adelante una ley que defiende un poco más la vida que la anterior y, me pregunto, ¿vamos hacer menos ruido que ellos?, es hora decirles a muchos de ellos que cobran un sueldo y ocupan un puesto de responsabilidad que están ahí fruto, no de su supuesta valía personal, sino de los votos de muchos que si quieren esta nueva ley.