Radiografía religiosa de las parroquias y diócesis

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Desde hace algún tiempo, cuando hablo con un párroco o con un  coadjutor o vicario parroquial, a veces dejo caer la pregunta: ¿sabes  cuántos grupos no católicos hay en tu parroquia? Reconozco que al principio me sorprendió que prácticamente todos dieran una respuesta negativa. ¿Cómo puede hacerse una pastoral y una nueva evangelización adecuada, si no se conocen a las ovejas, ni siquiera cuantas son. Jesucristo dijo: «Yo soy el Buen Pastor, pues conozco a las mías y las mías me conocen» (Jn 10,14). No hace falta recordar que «conocer» en la Biblia (también en el griego arcaico) suele aunar el conocimiento y el amor.

  1. Más ovejas fuera que dentro del redil

Desde el punto de vista religioso, cristiano, ¿cuál es la situación actual de los países occidentales, especialmente de España?

 1.1. ¿España ha dejado de ser católica?

Manuel Azaña afirmó: «España ha dejado de ser católica». Tenía razón si se entiende en el sentido en el que, al parecer, lo decía él, a saber, porque ya no era confesional y oficialmente católica. Pero seguía siendo católica demográfica y culturalmente. La desgracia sobrevino porque la IIª República no fue aconfesional ni practicante de la laicidad, sino laicista y anticatólica. «El caos de la República lleva mandil», titula Vicente-Alejandro Guillamón el capítulo dedicado a la Primera República (1873-1874) en su libro «Los masones en el gobierno de España (LibrosLibres, Madrid 2009, 153 y siguientes). Lo mismo y con mayor motivo puede afirmarse de la IIª República, llamada «República masónica» por los mismos masones («Cadena de Unión», julio 1931, revista masónica argentina).

Algo similar empieza a pasar en nuestros días cuando no pocos políticos de todos los partidos son masones y bastantes más obran como si lo fueran ante la pasividad generalizada de los católicos y la mudez de no pocos pastores. Pero España ni en 1873, ni en 1931, ni en 2017 ha dejado de ser católica. Según el barómetro del CIS,  publicado en enero del 2016, el 71,8% de la población española se define católica, o sea, más de 31,5 millones de españoles se declaran católicos, cifra superior, por ejemplo, al número (25 millones) total de personas que votaron en las pasadas elecciones. Más de ocho millones (8.200.000) acuden con frecuencia a la iglesia. El 74,2% de alumnos de Primaria, el 67,5 de Infantil, el 61,8% de ESO y el 52,1% de Bachillerato elige libremente cursar la asignatura de Religión Católica. ¿Los que no la cursan que van a entender cuando visiten los numerosos museos (El Prado madrileño, Louvre parisino, Uffici florentinos, vaticanos, etc.,) de los países tradicionalmente católicos y que van a entender de las grandes obras de la literatura de los siglos pasados en sus idiomas?

1.2. España no ha dejado de ser católica, pero está dejando de serlo.

Voy a aportar solamente unos datos que muestran que, si España todavía no ha dejado de ser católica, está dejando de serlo. La Historia y Dios juzgará las consecuencias y la responsabilidad de cada uno. Y está dejando de ser católica y cristiana aparentemente por la fuerza inercial del clima sociocultural y, además, de un modo programado por determinadas fuerzas y organizaciones, a veces secretas, que  no es necesario mencionar ahora. He aquí unos datos estadísticos. En 16 años se ha legalizado el matrimonio homosexual en Holanda (año 2001), Bélgica (2003), España y Canadá (2005), Sudáfrica, Portugal, Argentina, Noruega, Suecia e Islandia (antes de finales de 2010), Méjico, Estados Unidos y Colombia (2015), Italia (2016). Según las estadísticas oficiales, elaboradas por Eurostar, en España el 61 % de las uniones matrimoniales acaban en divorcio, uno de los porcentajes más altos del mundo. Matrimonios:  en 2016, en España, se casaron el 60% de las parejas que cohabitaban; de ellas solo el 20% lo hicieron por la Iglesia. En España, se ha pasado del 4,4% de nacimientos fuera del matrimonio en 1981 al 40,9% en 2013 (cf. Austen Ivereigh-Yago de la Cierva, Cómo defender la fe sin levantar la voz. Respuestas civilizadas a preguntas desafiantes, Palabra, Madrid 2016, pp. 169 y siguientes, libro muy recomendable, también para laicos y laicas. Fórmula las preguntas que suelen hacer contra la Iglesia y facilita la respuesta adecuada).

No entremos en ulteriores disquisiciones. Solamente un dato más: ningún partido político del actual arco parlamentario sostiene los derechos humanos básicos: el derecho a la vida de los seres humanos más inocentes e indefensos, a saber, los concebidos y todavía no nacidos; el matrimonio como unión de un hombre y una mujer para siempre, abierta a la vida, etc. Dicen que  una característica de la democracia es que los políticos elegidos representan a los electores, al pueblo. ¿Es así en España?

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