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FILOSIONISTAS

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Nos enteramos por un lector de que las iglesias cristianas de Tierra Santa han emitido un comunicado conjunto denunciando al Estado de Israel por su nuevo impuesto inmobiliario que pone en peligro la presencia cristiana en Palestina.

– Ante el silencio de algunos medios de comunicación católicos, nos preguntamos: ¿puede haber cristianos filosionistas?

– No creemos, pero haberlos, haylos…

Los sionistas forman un movimiento que propugnó desde sus inicios el restablecimiento de una patria para los judíos, y al Estado de Israel como la realización de su proyecto. En su dimensión religiosa, el sionismo une los ideales de crear un Estado judío con la religión: «El Pueblo de Israel, en la Tierra de Israel, según la Torá de Israel». En su dimensión política, el sionismo considera que el Estado de Israel es la encarnación de la libertad y la única garantía de paz en Oriente Medio.

— Los católicos filo-sionistas obstaculizan en gran medida la conversión de los sionistas a la fe verdadera y el proceso de paz en Oriente Medio. Aunque pueda parecer una paradoja, es así. Porque su apoyo incondicional al Estado de Israel, endurece a los sionistas en sus posiciones políticas y refuerza sus actitudes religiosas.

He descrito someramente la fisonomía de los filo-sionistas. Pero ya se comprende que su identidad no puede ser definida con exactitud, pues se realiza en innumerables grados.

— Los filo-sionistas, por supuesto, no reconocen en modo alguno su condición. Los filo-sionistas más extremos afirman, con los sionistas, que los judíos no tienen necesidad de convertirse a Cristo e ingresar en su Iglesia, y que el Estado de Israel obra siempre de manera recta, porque los musulmanes son peores.

El primer error-pecado de los sionistas estuvo y está en creer que no es necesaria su conversión a Cristo y el ingreso formal en su Iglesia.

El segundo error-pecado de los sionistas radica en creer que ellos son necesarios para la supervivencia de del pueblo judío, y que la existencia del Estado de Israel es imprescindible para impedir que Oriente Medio se derrumbe por un precipicio maldad y guerras.

Son falsas las premisas mayores del sionismo. Y todos los males sionistas procedieron y proceden de esos errores.

Es Cristo, el Mesías que ya vino, el que nos salva a nosotros. La Antigua Alianza ha caducado.

El mundo no necesita de ningún movimiento sionista, ni de ningún estado concreto. Israel no es imprescindible para la supervivencia de los judíos, no es la encarnación de la libertad, ni es garante necesario de la paz en Oriente Medio.


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