«En algunas presentaciones [teológicas] aparece como si el creyente tuviera obligación de dar un cheque en blanco al magisterio. La fe católica era entendida como una confianza implícita en el oficio de enseñar y el test de la ortodoxia era la postura de estar dispuesto el hombre a creer todo lo que la Iglesia le pudiera enseñar por el mero hecho de ser enseñanza de la Iglesia. Uno de los peligros que se seguían de este enfoque era una especie de indiferencia al contenido de la revelación. Los creyentes llegaron a oír decir que si la Iglesia llegara a enseñar que en lugar de tres había cinco o diez personas en Dios, ellos deberían creerlo con la misma fe con la que ahora creían en las tres divinas personas.»
Agamenón o su porquero
| 22 septiembre, 2011
El cardenal Avery Dulles no es santo de nuestra devoción pero nos parece que acertó en la siguiente descripción: