Otra situación que recupera el equilibrio es la relación entre las Fuerzas Armadas y las cofradías de la inmediata Semana Santa. Han ido al cuarto trastero las normas nacidas durante el zapaterato.
Ahora, los militares que deseen ir en las procesiones acompañando a las imágenes de Cristo o María, lo pueden hacer, previos los permisos correspondientes en sus cuarteles y los costos deben correr de sus bolsillos o de la hermandad que concierte con ellos el acompañamiento a las imágenes. Sensata orden emanada del ministerio de defensa.
Los conflictos anteriores se acaban ya. En estas fechas de Semana Santa vendrán militares de Estados Unidos y Honduras a desfilar, libremente, junto a las tropas españolas en determinadas procesiones.
Las escenas del mes de agosto, cuando el Papa presidía la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, muchos vieron cómo los caballeros legionarios acompañaron al Cristo de la Buena Muerte de Málaga han creado escuela.
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Tomás de la Torre Lendínez