La inexistente libertad de expresión en las homilías actuales

La inexistente libertad de expresión en las homilías actuales

Tiempos vivimos, donde los curas estamos más vigilados que durante el tiempo en que vivía el Caudillo Franco, a la hora de predicar la homilía dominical.

Los varios grupos de la dictadura de la ingeniería social andan con sus pieles tan suaves, que como el predicador se desvíe un poco y use un bisturí más afilado de lo normal, la situación puede acabar en motín.

La atmósfera dictatorial es tan irrespirable que el sacerdote a la hora de abrir su boca debe medir sus palabras, sus comparaciones, sus conclusiones y sus consecuencias en todos los órdenes, evitando que la dictadura de lenguaje e ideología de género no se encabrite y envíe al predicador a aquella cárcel concordataria donde iban los curas durante el régimen franquista.

Claro que como hagamos una retirada atrás, por miedo a unas represalias por parte de ciertos laicos, entonces perdemos la libertad de los hijos de Dios, recibida en el día de nuestro Bautismo dentro de la Iglesia Católica.

Por lo tanto, nunca ceder, porque una victoria pírrica que es lo que buscan los mentores y defensores de las varias dictaduras, les engrandecen y los coloca sobre el hundimiento de un sacerdote que no debe callar siempre que hable en el nombre de Dios, Salvador, Redentor de toda atadura que envilezca a la persona humana salvada por el Misterio Pascual de Cristo.

Así que adelante y sin miedo. Aquí estamos y seguiremos hasta que el Señor nos llame tras el último hálito de vida.

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