PUBLICIDAD

Gritarán las piedras, por Juan Manuel de Prada

|

ABC 06/03/17
JUAN MANUEL DE PRADA

· Quienes más obligados estaban a hablar han callado, y no siempre por prudencia

TENÍA Jon Juaristi más razón que un santo cuando advertía en su más reciente artículo que muchos católicos aún no se han dado cuenta de que viven «en un continente y en un país donde se persigue al cristianismo». No al modo sangriento y bárbaro que emplean los mahometanos, «sino de forma más artera, proscribiendo democráticamente el uso cristiano de la razón (o sea, el uso de razón), lo que no ha resultado difícil, porque el anticristianismo es una fobia mucho más extendida hoy que el antisemitismo en los años treinta». En efecto, como hemos explicado en muchas ocasiones, islamismo y laicismo son el Jano bifronte (o la Bestia de la Tierra y la Bestia del Mar, si preferimos el lenguaje apocalíptico) que, bajo la apariencia de tesis y antítesis, persiguen (como los brazos de una tenaza) una síntesis común, que es la supresión del cristianismo.

Como señala Juaristi, el anticristianismo (que yo prefiero llamar odium fidei, porque expresa más nítidamente su naturaleza criminosa y preternatural) es la «doxa» institucionalizada, tan hegemónica y rampante que todo intento de contradecirla se torna muy peligroso, casi imposible, pues (amén de resultar incomprensible para la masa de cretinos con pene y/o vulva) desata la persecución de sus celosos guardianes de izquierda, derecha y centro, desde políticos a jueces, más la recua de las artistas y los artistos, los intelectuales y las intelectualas que chupan del bote. En medio de este pandemónium anticristiano –afirma Juaristi– los católicos «reducen la fe de sus padres a moralismo» y se muestran «incapaces de dar una verdadera batalla política e intelectual», dejándose «entrampar en los carajales retóricos del enemigo» y recurriendo a estrategias tan equivocadas como la del autobús de la polémica.
Es posible que Juaristi tenga razón. Pero en el Evangelio leemos: «Os digo que si éstos callan, gritarán las piedras». Por «éstos» Jesucristo se refería a los apóstoles (y a sus sucesores); y donde dijo piedras podría haber dicho también autobuses, si para entonces se hubiese inventado el motor de explosión. Es posible, en efecto, que los católicos hayan reducido su fe a moralismo; es posible que se muestren incapaces de dar una verdadera batalla política e intelectual; es posible que se dejen entrampar en los carajales retóricos del enemigo. Pero todo esto ocurre porque quienes más obligados estaban a hablar (hasta el derramamiento de la sangre) han callado, salvo contadas y heroicas excepciones, y no siempre por prudencia. En cualquier ejército, si al frente se ponen oficiales que actúan como gallinas distraídas, sólo atentas al estipendio y al escalafón, inevitablemente se cosechan derrotas. Si, además, tales oficiales permiten que sus tropas sean aleccionadas por el enemigo (aunque sea el enemigo en versión soft), poniendo altavoces y medios de propaganda a su servicio, o adormeciéndolos con cuentos, la derrota no sólo está asegurada, sino que además la tropa termina pasándose al enemigo (por inercia, por desfondamiento, por compadreo, por cobardía o ansia de medro); y los pocos fieles que no se pasan, son inevitablemente triturados.

Con un método erróneo, con una táctica equivocada, cayendo en el juego del enemigo… Todo lo que quieras, querido Jon, pero ese autobús es la razzia desesperada, la incursión suicida de unos pocos soldados que, ante la pasividad de sus oficiales, prefieren morir matando antes que permitir que el «nihilismo sentimental y tóxico» que denuncias en tu artículo actúe con sus hijos como un «sexador de pollos», antes de que la «doxa» contemporánea los pervierta. Saben que los van a triturar, pero mientras los trituran, gritan. Gritan como las piedras, mientras otros callan.

Comentarios
11 comentarios en “Gritarán las piedras, por Juan Manuel de Prada
  1. Si Juanma no lo dice lo digo yo!
    Ofender al Santo Padre es escupir hacia arriba o tirar pelotas a tu propio tejado.
    Tras San Juan Pablo bendito el Papa Francisco, que con su sólo pulmón a muchos nos OXIGENA…sin usar alcohol que haría aún más escocer las heridas!
    TOTUS TUUS SANTO PADRE FRANCISCO!

  2. Adhiero al tema con una frase de Napoleón «Los soldados ganan batallas, pero los generales ganan las guerras».
    Los peor de todo lo que sucede es que esta vez se advierte más la existencia de una persecución intelectual modernista intra eclesial. Van primero las descalificaciones y luego si queda tiempo algún argumento, mayormente vano. Leo diariamente que no existe el respeto personal que permite discrepar in agredir. El hecho de haber estudiado en determinado lugar o pertenecer a tal o cual organización alcanza para desechar. Volviendo a Napoleón decía: Hay calumnias frente a las cuales la inocencia misma se siente desfallecer, vean si no produce esa sensación lo ocurrido en carnaval. Si uno no puede usar un crucifijo para andar por la calle, si manifestar el culto es mal visto, si cuando se presta un juramento se puede hacerlo por cualquier cosa pero no sobre los Santos Evangelios y tantos otros ejemplos cotidiano y generalizados demuestran una situación objetiva, no solamente es una persecución obvia sino que se trata de un ataque directo a la libertad religiosa. No nos engañemos, recuerden la segunda guerra mundial, un día vinieron y se llevaron a los discapacitados, otro día a los enfermos, otro día a los de determinado sexo o culto, otro día a los solteros y un día vinieron y me llevaron a mi………..

  3. Me aterra como los católicos? atacan al Opus sin poder atacar a San Josemaría. En realidad podrían pedir cada segundo a la Santísima Virgen que les otorgue las gracias necesarias para ser santos y dejar de echar leña al fuego y hablar mal de todos y cada uno.. Aquí entre los que escriben hay algunos que parecen Padres de la Iglesia…

  4. A la jerarquía eclesiástica lo único que les interesa son los colegios concertados, no sé para qué porque luego ya se ve lo que hacen los que salen deahí, y lo llaman catolicismo sociológico, es decir fiestas patronales, cada vez más anticristianas y yo diría ateas, las procesiones porque dan dinero y son turísticas, las visitas a las catedrales aunque luego la gente sea indecorosa en el templo. Y nada más eso catolicismo sociológico. Porque luego llegan las encuestas y la gente dice soy católica, pero lo dicen como algo cultural, nada más. Pero guapos os ha salido un buen competidor al que no engañáis como al PSOE y al PP, PODEMOS con esos no van a poder negociar esos van a por todas estos quieren mandar en lo Divino y en lo humano.

  5. Prada escribe en uno de esos miembros que denuncia. El ABC anticristiano, engañando burdamente a los que se dejan engañar. Supongo que desde que lo dirigió Cebrián Boné, del opus catalán.

    Interesante el dato que Jon Juarista fue a un colegio del Opus. Siempre el Opus, qué pesadez.

  6. A parte de los dirigentes del periódico supongo que ABC sabe que los suscriptores tendremos algo que decir a la hora de que se deshagan de plumas como la de Juan Manuel de Prada. No vayan a creer que la gente es tonta y va seguir aguantando el tipo con lo que le echen. Ustedes son muy dueños de hacer lo que les plazca, pero nosotros somos dueños de nuestro dinero y podemos actuar a la recíproca.

  7. Me alegro todavía más de la vuelta al catolicismo de Jon Juaristi, que estudió en un colegio del Opus Dei en Vizcaya y llegó a militar en eta.

  8. Lo que De Prada, lamentablemente, ya no se atreve a decir es que Bergoglio se ha unido a los perseguidores de los católicos, incluso con especial saña. La colección de insultos que nos ha dedicado es una muestra patente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *