Cataluña es España

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Los medios de comunicación españoles y extranjeros hablan del éxito del día de la familia en Madrid. Unos con alabanzas, otros con silencios. Y algunos con evidente sesgo nacionalista.
Esto ocurre, de manera singular, en los medios catalanes, donde hablan de la “obediencia de los 17 obispos catalanes, incluidos los eméritos, que permanecieron en sus diócesis con sus diocesanos en la fiesta de la Sagrada Familia……son más lo que piensan que para ir al cielo no es necesario pasar por Madrid, capital de España.” (La Vanguardia, Oriol Domingo).
Este lenguaje, más propio de un choque entre el Real Madrid y el Barcelona, está al acabar el citado artículo en el cual se toman unos textos del Nuevo Testamento, y leyéndolos en clave nacionalista, se extraen unas conclusiones irrisorias.


En Cataluña todo está en clave nacionalista, ahora mismo, la política, la lengua, la economía, la política, el comercio, la cultura, la educación, la sanidad, los medios informativos, el deporte y la religión.
La región catalana tiene una vocación de nación desde el siglo XIX, ampliada en el siguiente y exacerbada en el actual. El nacionalismo catalán también está en la misma Iglesia de aquellas tierras.
Existe un ejemplo histórico clave: don Francisco de Asís Vidal y Barraquer (1868-1943), sacerdote tarraconense, obispo de Solsona, arzobispo de Tarragona y cardenal de la Santa Iglesia Romana. Fue un promotor importante de que se predicara en lengua catalana en las misas. La Santa Sede prohibió esta costumbre.
Desterrado de España el cardenal primado don Pedro Segura, por la II República, el cardenal Vidal y Barraquer adquirió un importante papel mostrando su reconocimiento al régimen republicano, sin perjuicio de la defensa de las posturas de la Iglesia en caso de que sus intereses fueran menoscabados o atacados.

Al estallar la guerra civil, el cardenal se refugió en el monasterio de Poblet, donde fue detenido por gente de la FAI, y conducido a Barcelona, donde la intervención de un consejero de la Generalidad consiguió su traslado a Italia.
Con fecha 1 de julio de 1937, el episcopado español publicó y firmó una carta de apoyo al régimen franquista. El cardenal Vidal se negó a estampar su firma. Murió en Friburgo en el año 1943.

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En los tiempos actuales, el episcopado catalán es preso del nacionalismo. No estuvieron en Madrid porque no quisieron. En la catedral de Barcelona el cardenal fue a saludar a las autoridades presentes y solamente encontró personas de la derecha. La ley de libertad religiosa tiene al episcopado atado de pies y manos, y aunque han levantado una tímida voz no se ha escuchado sus propuestas.
Muchos cristianos catalanes viven tiempos de catacumbas. Lo afirman cuando se está a solas con ellos. Viven unos duros tiempos, donde se está perdiendo el sentido de fe de mucha gente que se ha apartado de la Iglesia oficial, porque la ven demasiado dócil con un poder excesivamente intervencionista. Y esto no es vivir la religión en libertad.

Tomás de la Torre Lendínez

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