¡Y va a haber un nuevo cardenal!

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El arzobispo de Nápoles.

Dichiarazione del Direttore della Sala Stampa della Santa Sede, 04.11.2024

 

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Papa Francesco annuncia di aver incluso fra i nomi dei nuovi cardinali che saranno creati nel corso del prossimo Concistoro del 7 dicembre Sua Eccellenza Domenico Battaglia, Arcivescovo di Napoli.

Acertadísimo el comentario de Don Anronio Lasierra a la nticia:

El que casi nunca deja de ser él mismo es S.S., siempre aficionado a romper tradiciones y sorprender.

Hoy, lunes 4, se ha anunciado que, además de los 20 previstos, también creará cardenal, dentro de un mes, a Mons. Battaglia, arzobispo de Nápoles. La novedad es que la creación no la ha anunciado el Papa sino ¡el Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede! ¡Ni siquiera el prefecto del Dicasterio para las Comunicaciones! No se entiende la afición pontificia a despreciar el «modus operandi» tradicional, que, lejos de ser una idiotez, posee un valor simbólico y acentúa la relevancia de la promoción.

En la Iglesia casi todo tiene el adecuado precedente. El domingo 21-1-2001, en el «Angelus», Juan Pablo II anunciaba anuncia la creación, en consistorio a celebrar el 21-2-2001, de 37 cardenales. Por razones que nunca se revelaron oficialmente (se rumoreó que para incluir al cardenal Lehmann, exigido por la conferencia episcopal alemana), el domingo siguiente, 28-1-2001, el Papa reveló los dos cardenales «in pectore» creados en 1998 y anunció la creación de 5 cardenales más que añadir a los 37 anunciados el 21-1-2001, dando lugar la promoción cardenalicia más nutrida de la Historia.

Juan Pablo II tenía más sentido de la tradición. No innovaba porque sí. Sabía perfectamente que desde tiempo atrás los papas anunciaban los consistorios, a todo el mundo, personalmente y en el Angelus dominical. Sabía de sobras que una elevación cardenalato es cosa seria. No se le ocurría delegar el anuncio en un subordinado de segundo orden. Pero como diría el Nobel Dylan, los tiempos están cambiando. ¡Y cuánto!

Comentarios
8 comentarios en “¡Y va a haber un nuevo cardenal!
  1. Aunque duele reconocerlo, el cardenalato ya no es lo que era. Sobre todo y principalmente, desde que ya no son cardenales los obispos de las sedes históricas, o ya no tanto. Es cierto que eligen Papa, pero el resto del tiempo, ya no son nada. Al menospreciar para cardenales a las sedes históricas, no son éstas las que quedan ninguneadas, sino el oficio mismo de cardenal. A ver, qué viste más, o qué influye más, ser arzobispo de Toledo, de San Francisco o de Milán, o cardenal de Rabat o cardenal de Mongolia. Pues eso: de sentido común, que todos ven excepto Su Santidad, y su corte de palmeros.

    1. No debería tratarse de esto, es una concepción pobre del cardenalato y bastante política. Lo importante debería ser su fidelidad doctrinal y buen gobierno; y si está en Mongolia, donde los católicos no llegan al 1 por ciento, puede ser valiosísima su aportación, porque sabe lo que es batirse el cobre en un país donde públicamente los católicos no pintan nada y hay que evangelizar. Es la idoneidad del obispo, no su residencia, la que deberían marcar dicha elección. Y así, además, el carrerismo queda condicionado, porque ir a una diócesis u otra no debería garantizarte el capelo.

  2. Tengo entendido que anunciar la creación de cardenales durante el rezo del Ángelus es costumbre reciente. Antes creo que se anunciaban en un consistorio.

  3. De piedra. Así me he quedado. Por dos motivos: la eliminación sorpresiva del polaco (¿no le gustaba a ese ñor de Roma?) y el nombramiento del italiano, totalmente imprevisto (me pregunto si hay muchos cardenales previstos en este consistorio, porque, para mí, casi todos eran absolutamente inesperados y varios, totalmente prescindibles). Ahora nos encontramos con un número de votantes que supera en mucho a los ciento veinte y llega para cubrir las catorce bajas que se esperan para 2025. ¿Es porque este es el último consistorio o es porque quiere dejar el año venidero vacuo de ellos?

    1. Dependerá de su capricho. No descarte que a finales de 2025 haga un nuevo consistorio. Y no descarte que aún aumente más el número de cardenales y a finales de 2025 los suba del elevado número de 140 en que lo va a dejar en este consistorio que va a hacer ahora, a un número aún más elevado, 145 o 150. ¿Españoles? Satué, Pérez Pueyo o Bertomeu, eso si no le da por nombrar cardenales a Vidal y Bastante. De mayores de 80 años está clarísimo el nombramiento del padre Ángel. Va a ser divertido, triste pero muy divertido a la vez.

  4. Yo creo que Bergoglio desprecia al colegio cardenalicio, le importa un pimiento y por eso lo degrada. Eso explicaría delirios como nombrar cardenal al obispo auxiliar y dejar sin capelo al arzobispo titular ( San Salvador) o nombrar cardenal al obispo auxiliar de Lisboa para luego hacerlo obispo de Setúbal en lugar de Patriarca de Lisboa, o tener prácticamente desiertas todas las sedes cardenalicias históricas. Otra explicación de que el que lo anuncie sea un funcionario de segundo orden es que el nombramiento haya sido fruto de las presiones de los curiales italianos , como Lehmann lo fue por presiones del gobierno alemán. No anunciándolo él personalmente puede estar indicando su desacuerdo.

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