Por cierto, que en Valencia han entrado este año 18 nuevos seminaristas y en Sevilla 10 en el Seminario de toda la vida y 5 en el Redemptoris Mater. Récord de entradas en ambas diócesis comparado con los últimos años. Esperemos que perseveren y sean buenos. La obsesión por la cantidad es explicable porque, visto lo que ocurre en el norte, está en juego la supervivencia de la propia Iglesia. Claro, existe el riesgo de que alguno salga rana. Y pedir a Francisco que deje más tiempo a don César en Segovia que ha conseguido un récord de vocaciones. Tres es una cifra ínfima, pero para una diócesis que habitualmente está con cero y que no puede cubrir los pueblos es muchísimo, teniendo en cuenta que en los últimos tres años ha habido dos ordenaciones. Cifras muy modestas, sí, pero para Segovia es mucho. A Segovia tendrían que dedicarle un Sínodo en Roma como hicieron con Holanda. Quisiera saber qué pasó allí para que hubiera ese derrumbe. Cierto, la crisis general de la Iglesia en Europa y en España, pero creo que allí debió de haber elementos específicos. Siempre me planteé la razón de que en Segovia no hubiera vocaciones cuando en diócesis parecidas y vecinas había buenos grupitos, aunque ahora sean más pequeños.

Esperemos que en el seminario de Huelva no se esté primando la cantidad sobre la calidad, como ha sido frecuente en los últimos tiempos en algunos seminarios de Andalucía. Es engañarse porque con el tiempo se ven las consecuencias negativas de esa política.