| 07 enero, 2022
Os lo enlazo:
https://www.eldebate.com/religion/20220106/familia.html
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Me suena la autora.
Al final del artículo viene la relación de otros de la misma pluma y en el mismo medio que en mi opinión también valen la pena,
Como lo vale El Debate. Que está francamente bien
No se promoverá nunca jamás la natalidad porque solo se quiere la emigración, o sea, la natalidad extranjera residente en el extranjero, que puede ser devuelta cuando no sea necesaria.
Aunque incluye algunas aportaciones interesantes como la de Carmen Fernández de la Cigoña, «El Debate» es un periódico pepero más.
Coincido con Carmen, en que los gobiernos no hacen nada, para revertir los números de baja natalidad. Son los mismos gobiernos, los que promueven aborto y eutanasia, no se podría esperar que hagan algo a favor de la familia y menos, de la familia numerosa.
Cigueña, si ud no publica mis comentarios, siempre moderados, que salvo los últimos, que yo sabía que sólo los leía usted, los voy a publicar en otros blogs o en infocatólica, aclarando que usted me censura.
Nota de F. de la C.: Puede usted aclarar lo que le parezca oportuno en otros lugares, en mi Blog solo lo que me lo parezca a mí.
Mercedes, los comentarios a un artículo tienen un derecho de admisión por parte del propietario del derecho intelectual del artículo principal.
Carmen dice, que se desproteje la vida, es VERDAD, hay que sumar al aborto y la eutanasia, las nuevas políticas sanitariaas, que vienen de estos mismos, que provocan tantos daños y dificultades a las familias, y que , sin pasar por el filtro de la RAZÓN, todos acogemos con una idiota confianza.
La expresión «familia monoparental» es una «contradictio in terminis». Del mismo modo que una flota consta de varios barcos y un bosque de varios árboles, no hay familias de una sola persona. Gramaticalmente, familia, bosque y flota no son sustantivos individuales sino de grupo (como enjambre, piara, rebaño, banda, etc.). Bien es verdad que tal vez alguno interprete «monoparental» como «pariente de un mono» y, en ese caso, me callo.
Lo mejor es poner familia. Monoparental es cuando hay un viudo y un huérfano por la muerte, desaparición o separación del padre esposo. En una familia poligámica se llamaría pluriparental. Pero es mejor llamarlo familia.
Desde esta punta, ubi sunt leones, les contemplamos a doña Maria del Carmen y a usted como el arquetipo de la familia bendecida por Yahvé en la Escritura. Es obligado recordar el Salmo 128 (127), que ensalza las venturas de la familia que ustedes encarnan. Quienes hemos tenido el privilegio de conocerles damos fe.
«¿Será casual que todas las medidas económicas, políticas, legislativas vayan en detrimento de la familia?.»
La respuesta es No. Pues tanto Dios como familia son los pilares fundamentales de la sociedad.
«Afecta a la familia directamente la situación económica en la que los salarios cada vez son más insuficientes para atender las necesidades habituales, que son mayores en una familia de varios miembros. La luz, la calefacción, la cesta de la compra, los libros y el material escolar. Sin duda le afecta de una manera directa la inflación y sus consecuencias.»
La vivienda etcétera…
Es la manera que tienen de atacar a la familia.
Esto queda muy patente en lo difícil que resulta independizarse y formar una familia hoy día.
Y en verdad echo en falta más apoyo de la Iglesia y denuncia de estas situaciones.
Un abrazo.
Muy agudo y pertinente el tema abordado. Humilde servidor viene demandando que, de la misma forma que los progres aplican una «perspectiva de género» a cada sector administrativo o políticos, los católicos debiéramos exigir, además de la derogación de ese sesgo de género, por injusto y antinatural, una «perspectiva de familia», es decir, la obligatoriedad de que cada acto político o administrativo valore el impacto, positivo o negativo, para la institución familiar. Hay que revertir las políticas antifamiliares, y exigir que la familia esté presente en cada política pública, en cada gesto institucional. Es cuestión de supervivencia urgente.
Estupendo artículo de una autora que a mi también me resulta familiar.
Solamente una observación: el ataque a la familia empieza antes de propia existencia, confundiendo el concepto, llamando familia a una persona que vive sola de vida más o menos promiscua, o a una persona que vive con su mascota que se pretende que forme parte de la familia y de los derechos de familia, lo mismo que se hizo con matrimonio llegan a denominar tal a relaciones en los que ni siquiera existe matriz. Pero incluso para llegar a eso se precisó el trabajo previo de reducir a los ciudadanos a la memez, empezando por dar el certificado sin exigir ni tan siquiera el aprobado, ni exigir ni tan siquiera saber leer a los miembros del gobierno o cargos políticos, que no parecen haber leído ni tan siquiera la Constitución que han jurado. Así se pueden atribuir la creación del Sistema Sanitario o de la Seguridad Social sin pestañear o decir que los miles de asesinados se morían, o laos miles de iglesias, conventos o bibliotecas quemadas ardían o el patrimonio del país saqueado simplemente desaparecía.