En este desquiciado mundo eclesial que nos ha tocado vivir no gana uno para sorpresas desagradables. Ahora en Ceuta. Y en el santuario de su patrona la Virgen de África.
Debe haber en esa ciudad una comunidad india de cierta importancia. Que naturalmente tiene sus creencias y las expresa. Honrando a sus dioses o diosas. Entre ellos a un tal Ganesh, o una tal, del que no había oído hablar en mi vida.
Nada que objetar a una procesión de Ganesh en la calles. Eso es cosa de la autoridad municipal. Vivimos en días de libertad religiosa que acepto sin el menor problema. Ya me gustaría una sociedad íntegramente católica que adorara y honrara al único Dios verdadero según mi fe. Pero eso no existe ni se ve en el horizonte. Pues a convivir con lo que hay siempre que se respete el orden público y no digamos ya el Código Penal.
Los indios que celebran a Ganesh, según el vídeo que voy a enlazaros, parecen gente buena, simpática y respetuosa con otras creencias. Pues, qué bien. Pero veréis algo de lo que sólo puedo decir: qué mal.
La procesión circulaba pacífica y con notable jolgorio por las calles ceutíes hasta que llegó a las puertas del templo de la patrona de Ceuta y ahí comenzó el desmadre. Del que no culpo para nada a los devotos de Ganesh. La culpa está en otros. Y esa es la que me duele.
Mi liberalismo, que hay quien me lo reprocha, llega incluso a admitir que el párroco de la iglesia, y creo que vicario general de Ceuta, estuviera en las puertas de la misma y saludara cortésmente a la comitiva india. Gente al parecer respetuosa y que no crea el menor problema. Y que incluso parece querer tener buenas relaciones de vecindad con los católicos.
Pero ya lo de abrir las puertas de la iglesia para que en ella entrara ese dios o diosa con cabeza de elefante y llegara a los pies de la Virgen de África me parece una profanación del templo. Y que un coro rociero le cantara una Salve con la mirada puesta en la imagen con cabeza de elefante, un sacrilegio. Y los abrazos del párroco con el hindú, en la puerta de la Iglesia como mucho y no ante la Virgen.
Los indios tienen muchos dioses y para ellos debe ser igual uno más aunque la Santísima Virgen para nosotros no sea Dios. Se refirieron a ella con mucho respeto: nuestra patrona. Pero los católicos no somos hindúes. Y el párroco, tampoco. Pienso yo. Y en nuestras iglesias no caben dioses falsos. Ni de visita.
Penosa, siempre en mi opinión, la imagen que acaba de dar la Iglesia ceutí.
https://www.youtube.com/watch?v=GGMsFpHtpk8
P.D.: Veo que también Infocatólica comparte mi opinión:
http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=30280